[Ventaja genética] Kageyami no Yomi. - Versión para impresión

Hace muchos años, cuando las ahora llamadas zonas de paz estaban inmersas en el putrefacto olor de cadáveres en descomposición, cuando la sangre salpicaba los campos de batallas y centenares de vidas se perdían semanalmente; surgieron los Hijos de Yomi, ninjas normales que adquirieron un poder que rozaba la ficción y las fantasías más poderosas… ¿pero cómo hablar de "hijos" sin mencionar al padre?

Yomi era "la tenebrosa tierra de los muertos", el inframundo o "el lugar al que todos van al morir". Luego de ver cómo los ninjas se masacraban los unos a los otros, la voluntad de Yomi se trasladó al cuerpo de un ninja. En pleno campo de batalla se presenció al hombre levantarse luego de ser degollado, él convocó las sombras y aplacó la lucha que se sostenía en un pequeño pueblo de algún recóndito lugar. Desde ese día todos los hombres juraron lealtad a Yomi, a quien veneraron como un Dios, y él les trasmitió el conocimiento de las sombras a sus "hijos".

Los ninjas controlaban las sombras y hacían proezas como traer camaradas del inframundo o darle vida a la oscuridad y hacerla tan tangible como lo era una roca. Con todo ese poder lograron defender su pueblo, pero como la paz era algo esporádico y fugaz, no pasó mucho tiempo antes de que los Hijos de Yomi se diesen cuenta del poder que recaía en sus manos. La sed de ambición les llenó como hace un amante con la copa dela chica que planea embriagar a prisas para llevarla a la cama, y así los ninjas se alzaron contra los pueblos más cercanos, sembrando el caos y la discordia.

Yami observó cómo sus hijos se enloquecían por el poder que les obsequió y simplemente desapareció del mundo mortal, llevándose consigo sus dones. Los ninjas notaron lo ocurrido demasiado tarde, cuando la vida y solidez de sus sombras se desvaneció; todavía podían controlarlas, sí, pero eran meras sombras intangibles que no hacían nada más que atravesar lo sólido sin causar daños. Ese día los ninjas de las sombras comenzaron a caer a velocidades increíbles, sin sus dones no eran nadie, así que a todos les esperaba una muerte segura. Sólo un puñado consiguió sobrevivir al fusionarse con las sombras para escapar, lo sentían como un castigo, y unirse en las sombras sólo les hacía ver que Yomi no les quería en el mundo, estaban solos, condenados a la oscuridad, y sus “don” no pasó a ser nada más que una técnica ninja que cualquier usuario del chakra podría aprender.

Las leyendas cuentan que el último portador de la técnica decidió crear un sello donde resguardase su poder, un sello que algún elegido heredaría para volver a ganarse la confianza de Yomi. Ese heredero podría fusionarse con las sombras (15 CK y divide regeneración de Chakra) hasta que su Dios le otorgase nuevamente los dones arrebatados.

Si esta historia es cierta o no sigue siendo un misterio, algunos afirman que sí, mientras que otros aseguran que son cuentos inventados por algún hombre en una noche larga y llena de alcohol. Incluso hay quienes dicen que son parientes del Clan Nara los que enseñaron estas técnicas y todo esto del Dios Yomi no es nada más que un cuento para niños, pero lo cierto es que nadie puede afirmar nada, y que todas las historias, por más falsas que sean, siempre albergan en su interior algo de realidad…