No hay otra cosa que defina más la apariencia de Datsue que sus ojos. Tiene unos ojos oscuros, muy oscuros, pero con una casi imperceptible tonalidad anaranjada. Los ojos de un joven zorro, astuto pero inexperto, cuya simple mirada expresa más que cualquier otra palabra que pudiese decir.
Es de facciones suaves y piel clara, y luce una media melena castaña clara, casi siempre recogida en su totalidad por un simple moño en la parte posterior de la cabeza. En ocasiones, cuando la situación lo amerita, se hace dos trenzas mohicanas en cada lateral. Dichas trenzas dan un efecto rapado a los lados de la cabeza, y nacen al borde del flequillo formando un arco descendente hasta llegar a la nuca y caer sobre el nacimiento de los hombros.
Su estatura es normal, ni alto ni bajo, con una complexión delgada, de piernas anchas y una musculatura que brilla por su ausencia. En su hombro derecho tiene un estandarte, conocido como la Marca del Hierro —un hacha sobre un escudo—, que le marcaron con un hierro candente. En su antebrazo derecho tiene una gran porción de piel rosada, fruto de una antigua quemadura que su compañero Uchiha Akame le dejó. Además, como la amplia mayoría, es diestro.
Porta un pendiente —un simple aro de color negro— en su oreja derecha. En su muñeca izquierda, tres pulseras de cuero de distintas tonalidades. En el dedo anular derecho, un tatuaje minimalista de un diamante.
La vestimenta de Datsue suele variar con el paso del tiempo, pero ahora con la llegada del invierno, suele optar por una gran túnica blanca que le cubre hasta pasada las rodillas. Bajo ella, un jersey de lana negro y un pantalón de chándal, bastante holgado en la entrepierna, de color gris. En ocasiones, viste también un simple gorro de lana blanco.
Usa getas del color propio de la madera.