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(C) Catatumbo en Unraikyo - Versión para impresión

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(C) Catatumbo en Unraikyo - Sasagani Yota - 3/12/2017

No hacía mucho que había vuelto de mi particular viaje con Setsuna en el que todo cambió, una vez más. Después de que aconteciese todo aquel torneo en el Valle de los Dojos, incluso tras aquella inusual misión de Rango S, pensé que nada podría cambiar de nuevo. Una vez más, Sasagani Yota estaba equivocado. El mundo no deja de dar vueltas y de cambiar tus situaciones y lo había vuelto a hacer. Regresé a Kusagakure con habilidades renovadas y un amigo de 8 patas y 4 pares de ojos. Dichos animales me brindaron poderes nuevos a cambio de los míos. Y el encuentro con papá...

Pero debía volver a ponerme al día. Ya lo hice con mamá, ahora tenía que volver al trabajo. A los entrenamientos y las misiones... Y sería mejor que lo hiciese antes de que me quedase sin un mísero ryo.

De nuevo, como hacía meses atrás, allí estaba, frente aquel majestuoso dojo. Centro neuralgico de las actividades shinobi de la aldea y lugar de trabajo del Morikage. Crucé las puertas con decisión y como hice en anteriores ocasiones me planté ante el mostrador donde estaría alguien para atenderme.


— ¡Holaaaaaaaaaaaaaa! — dijo Kumopansa tras saltar de mi cabeza al escritorio que tenía enfrente.

Suspiré pesado.



RE: (C) De vuelta al trabajo - Moyashi Kenzou - 5/12/2017

La misma recepción a la que había acudido una vez, hacía ya un buen puñado de meses; recibió a Sasagani Yota. Y detrás del mostrador, yacía también el mismo hombre, de edad avanzada, que le hubo atendido tiempo atrás.

Su conocida y tupida barba canosa, los leves vestigios de pelo azotándole la cabeza, y una sonrisa plácida al ver un rostro conocido. Y un tanto famoso, también.

—¡oh! pero si no sino el mismísimo Yota, cuánto tiempo, muchacho. Hace qué, dos, ¿tres meses que no te pasabas por acá? —inquirió aquel viejo, poco sorprendido, a pesar de; con la araña parlante que yacía ahora mismo sobre su mostrador. De no haberla visto saltar de la cabeza del genin, sin embargo, probablemente habría aplastado a aquella araña con alguno de sus tomos de misiones, y Kumopansa hubiese descansado en paz—. supongo que tú y tu amigo arácnido vienen a por una misión, ¿no es así? a ver, ¿qué será ésta vez? ¿una misión sencilla? ¿Rango D?

El hombre les quedó viendo, perplejo, esperando su respuesta. Aunque algo le decía que Sasagani Yota, aquel que había sido convocado nada más y nada menos que para una misión ¡rango S! iba a querer algo que le fuera un mayor desafío, y el dependiente creía tener algo perfecto para él.


RE: (C) De vuelta al trabajo - Sasagani Yota - 5/12/2017

Como era de esperar, tras aquel escritorio no había nadie más, sino aquel viejo de barba canosa de siempre. Uno empezaría a sospechar que aquel vestigio estaba siendo explotado, quizás esclavizado... Pero allí estaba, con su afable sonrisa.

—¡oh! pero si no sino el mismísimo Yota, cuánto tiempo, muchacho. Hace qué, dos, ¿tres meses que no te pasabas por acá?

— Sí... Ya hace mucho de eso. Pero tuve que recuperarme, aquello fue duro — afirmé mientras me rascaba la nuca — ¡Pero aquí estoy!

supongo que tú y tu amigo arácnido vienen a por una misión, ¿no es así? a ver, ¿qué será ésta vez? ¿una misión sencilla? ¿Rango D?

— Oh sí... Kumopansa... Ella aún tiene que acostumbrarse a nuestras misiones. No nos des algo como la última vez, ¿Eh?

— Bueno, bueno, parece que aquí el viejo sabe como divertirte, ¿Eh? Dame algo a mi altura, ¿Me oyes?

— Supongo que algo de Rango C será un buen reto para ambos — finalicé sonriente.


RE: (C) De vuelta al trabajo - Moyashi Kenzou - 7/12/2017

—Supongo que algo de Rango C será un buen reto para ambos —expuso Yota, sonriente y por lo visto muy dispuesto a recibir, según él, una misión a su altura. El viejo dependiente le devolvió la gracia, sonriendo con ligera sorpresa y pronto empezó a rebuscar entre sus expedientes para encontrar las misiones con prioridad, y que fueran del rango solicitado. Intercalaba la mirada entre el papelero y la araña —temía que en algún momento fuera a saltarle encima—, hasta que dio, finalmente, con un encargo de cierta urgencia.

El viejo leyó, y leyó. Y su rostro se iluminó.

Le pasó el pergamino a Yota, y dejó que éste pudiera observar el contenido.

—Aquí tienes, Yota-chan. Espero que sea lo que estás buscando.



Rango C: Catatumbo en Unraikyo


Solicitante: Tengoku Hibana
Lugar: Valle de Unraikyo, Kaminari no Kuni
Objetivo: Hibana no Kishō es un reconocido meteorólogo de ōnindo cuyas tesis e investigaciones referentes a la ciencia del clima le han llevado a la cúspide entre sus congéneres de estudio y carrera. Nuevos desafíos le conducen ahora hasta Kaminari no Kuni, en donde necesitará de la compañía de un capaz shinobi para sumergirse en las inexploradas tierras de Unraikyo, lugar en el que hace vida un desconocido e imponente fenómeno natural que aún aguarda por ser desvelado.

El punto de encuentro será en la Villa de las aguas termales, en tres días.

—¿Y bien?


RE: (C) El catacumbo de Unraikyo - Sasagani Yota - 7/12/2017

No hizo falta que se lo repitiera ni una sola vez más para que el hombre se pusiera a rebuscar en el archivo de misiones por asignar. el tipo alternaba la atención entre aquel montón de pergaminos y Kumopansa de quién no acababa de fiarse hasta que dio con algo al parecer interesante. Se le iluminó el rostro y me tendió aquel pedazo de papel para que lo examinase.

No tardé en echarle una ojeada.


— ¡Hostias, Unraikyo! — exclamé sorprendido — Es mi primera misión en el extranjero. Es perfecto, es perfecto

Solo que después de ver todo lo que estaba escrito en el pergamino me surgió una duda que me vi en la obligación de trasladar al viejo para ver si podía solventarmela.

— Oye... ¿Como voy a encontrar al tal Hibana? ¿Sabemos donde se hospeda o dio alguna consigna?

Desde luego, en el pergamino no decía nada más allá de que el punto de encuentro sería en la villa de las aguas termales. Pero jamás había estado allí y desconocía la grande que podría ser aquello...


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Umikiba Kaido - 10/12/2017

—Oye... ¿Como voy a encontrar al tal Hibana? ¿Sabemos donde se hospeda o dio alguna consigna?

El viejo ya se encontraba en ello, no obstante; anotándole un par de datos adicionales en otro pedazo de pergamino. Yota vería después de qué se trataba, no más que de un par de direcciones, el nombre de la estancia donde se estaría hospedando el contratante y un mapa con las direcciones bien señalizadas que Yota tendría que seguir al pie de la letra para llegar a Kaminari no Kuni en los tres días que tenía de maniobra para viajar.

Además, un par de vales de comida —ser un shinobi tenía sus ventajas, desde luego—. y cualquier otra cosa que él creyera necesario saber, a priori, estaría ahí, reflejado.

De ahora en adelante estaré posteando con mi cuenta, mientras se fraguan los permisos que me permitan editar los post de los Kages.

Como te había dicho, si quieres narrar el viaje, eres libre de hacerlo; y si no, pues escribe que estás ya en la Villa de las aguas termales, tres días después.



RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Sasagani Yota - 17/12/2017

El viejo no emitió sonido alguno, sino que simplemente me tendió unas indicaciones, así como unos cuantos vales para las comidas del viaje. Bueno, ahora ya tenía toda la información necesaria, tan solo debía ultimar los detalles y emprender aquel viaje hasta los dominios del rayo.

— Vaya, gracias, con esto creo que será más que suficiente. Partiré de inmediato

Y así fue. con un breve saludo me despedí del anciano y me dirigí a casa a recoger mis cosas y armar la mochila con alguna que otra provisión. Pese a los vales, aprendí la lección durante la misión de rango S y tenía muy presentes las palabras de Yubiwa. Así que toda precaución era poca.

Una vez con todo listo y la mochila de viaje a cuestas, dejé a mis espaldas mi hogar y mi aldea. Si las cosas salían mal no volvería a verla, aunque la verdad es que no me planteaba el fracaso. En todo caso, aquello era una buena manera de probarme a mi mismo después de todo aquel tiempo en el que me preparé en el Valle Aodori y comenzaba a dominar mis nuevos jutsus. como era de esperar, Kumopansa también viajaría conmigo, no solo se había convertido en mi fiel compañera, sino que sabía que podría ser realmente útil cuando llegase el momento. sus habilidades formaban parte de mi abanico de herramientas.

El viaje fue muy largo. fueron 3 días de viaje con aquella jodida araña parlanchina. El primer día viajé hasta la frontera con el bosque de hongos. Crucé el bosque durante todo el día y antes de adentrarme en aquella arboleda tan característica opté por hacer el primer alto en el camino. La noche podía convertirse en el primer enemigo de aquella aventura. Ya llegarían las tortas, pero todavía no.

Al siguiente día llegaría a las fronteras de mi país con el del rayo. Primera misión en la que tendría que salir de los dominios de los nativos de Kusagakure. Por momentos sentía que me embriagaba de responsabilidad y aquella me gustaba. Sentía que estaba madurando como ninja y me reconfortaba. Papá, allí donde estuviera se sentiría orgulloso. Yo lo sabía y esperaba que lo estuviese viendo desde algún lugar, ya fuese en el cielo o en el más allá. Me detuve en una pequeña aldea después de atravesar los arrozales del silencio y allí pasé la última noche antes de llegar a la aldea de las aguas termales.

Finalmente, en el tercer día, crucé la frontera y me adentré en Kaminari no Kuni y bien adentrada la tarde llegué a mi destino final. Allí me encontraría con el cliente de la misión. Era un lugar tranquilo y aunque estábamos e invierno se respiraba frescura. Además, como indicaba el nombre de la aldea, la cantidad de baños termales era abrumadura. ¿Qué otra cosa se podría esperar de un lugar como ese?

No me entretuve y busqué el lugar donde se hospedaba aquel hombre, para formalizar aquel encuentro y empezar con el trabajo de verdad. Me tomó mi tiempo, claro. No conocía el lugar. Pero finalmente lo encontré y fui a la recepción del lugar.


— Esto, disculpe, estoy buscando a alguien. Tengoku hibana-san se hospeda aquí, ¿Cierto? — pregunté a quien fuera que estuviera al otro lado del mostrador — ¿Sería tan amable de decirme en qué habitación se aloja o de decirle que el ninja que solicitó ha llegado?

Kumopansa asomó la cabeza por detrás de mi hombro, observando al trabajador del hotel. sin saber como me percaté, ladee el rostro ligeramente para verla y con un gesto con la mano le indiqué que se detuviera. El arácnido reculó.

— No se preocupe, es totalmente inofensiva


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Umikiba Kaido - 17/12/2017

Yota fue, desde su nacimiento, parte de la raíz que compone a Kusagakure. Todos y cada uno de sus ninjas nativos forman parte de esa unión conexa entre ellos y el bosque, que les permitía conocer sus tierras tan bien que incluso algunos se consideran la naturaleza misma. A él, sin embargo, le bastó con poder partir de su ciudad y aventurarse hasta las lejanías del mismísimo País del Bosque sin mayor problema. Tendría que debatirse con el cansancio en algunos tramos de la ruta, y también con el frío pues para aquel entonces aún era invierno, pero más allá de eso, dar con el Bosque de Hongos —y atravesarlo sin penuria alguna, desde luego—, no resultó ser ningún inconveniente, ni para él ni para aquella araña parlanchina que iba cociéndole el oído sin parar.

La noche se anunció, y como buen ninja, Yota previó dormir en las alturas. A la mañana siguiente, continuó.

Mientras más se desviaba hacia el este, sin embargo, mayor se iba haciendo su desconocimiento del camino. Atrás iban quedando los frondosos paisajes vegetales y de a poco el horizonte se iba convirtiendo en grandes planicies que, tras los Arrozales del silencio, el terreno comenzó a deformarse en espaciosos terrenos más cálidos que se abrían paso entre enormes acantilados, deformaciones tectónicas en forma de altas montañas y, desde luego; el mar rompiente azotando las costas.

Aquel gran País, tan nuevo e inexplorado por el mismísimo Yota, le recibió de lleno. Y aunque bien podía haber sido a miles y miles de kilómetros de donde él estaba, el Kusajin escuchó un lejano trueno. Apenas perceptible, pero que por alguna razón retumbó fuerte en su cabeza.

Y un sutil destello allá en el cielo, más allá de donde su vista podía alcanzar.

. . .

La villa de las aguas termales tenía su nombre bien ganado. No había sitio en Oonindo cuyo nombre no fuera, además, tan literal como el suyo, dado que Yugakure sintetizaba en un sólo lugar la historia de Kaminari. Además, al cruzar el arco de roca que daba la bienvenida a sus cimientos, ya la misma empezaba a tener a sus costados diversos establecimientos que daban finalmente hasta acantilados de donde provenía, en mayor parte, el agua que se usaba para sus famosos baños públicos y privados termales.

Siguiendo las direcciones que el dependiente le había dado, Yota logró atravesar las calles principales y adentrarse finalmente hasta un hostal cuyo cartel relataba: La centella.

La centella era un espacioso establecimiento que ofrecía hospedaje. En la recepción, una mujer que probablemente aparentaba unos cuarenta, torció el gesto cuando la voz de Yota le sacó de su ensimismamiento. Le miró con gesto dubitativo y se sorprendió cuando vio el símbolo de la bandana que éste vestía. Sin contar también a la supuestamente inofensiva araña que le hizo temblar de grima.

—Inofensiva es última palabra que me puede venir a la cabeza después de ver a esa cosa, muchacho. Tampoco sé si aplica en éste caso, dado que es la primera vez... pero no se aceptan mascotas en el establecimiento, ya sabes —luego buscó entre sus registros, y alzó la mirada, inquisitiva—. El doctor Hibana salió más temprano, pero no debe tardar en volver. ¿Querrías esperarlo, muchacho?


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Sasagani Yota - 19/12/2017

—Inofensiva es última palabra que me puede venir a la cabeza después de ver a esa cosa, muchacho. Tampoco sé si aplica en éste caso, dado que es la primera vez... pero no se aceptan mascotas en el establecimiento, ya sabes —luego buscó entre sus registros, y alzó la mirada, inquisitiva—. El doctor Hibana salió más temprano, pero no debe tardar en volver. ¿Querrías esperarlo, muchacho?

Aquellas fueron las palabras que me dedicó la mujer que atendía a la gente que iba entrando al lugar. De mediana edad y visiblemente asustada de Kumopansa. No acababa de entender porque la gente tenía tanto repelús por las arañas. A mi me parecían unos animales increíbles. Bueno, igual también pensaba aquella porque era algo así como una pseudoaraña...

— Ya veo... supongo que no tengo alternativa, así que esperaré. Avisé al doctor Hibana cuando regresé por favor — dije ante la obviedad — Por cierto, ¿Tienen servicio de bar o algo así? Me muero de sed

Vaya que si estaba sediento, en vez de notar mi lengua, notaba una especie de cartón mugriento en el interior de mis fauces que pedía a gritos un poco de agua o de refresco o algo que la pudiese hidratar minimamente.


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Umikiba Kaido - 21/12/2017

—No se preocupe, joven, yo le avisaré. Y sí, mire, allaaaaaá en el fondo está la estancia de espera. No es un bar per se, pero seguro que lo encuentra agradable. Pero por favor, mantenga a esa araña en donde está, no quiero que me espante a los demás huéspedes...

Y es que, cuando Yota llegase hasta los linderos de aquella estancia vecina, se encontraría con un amplio cuarto que contaba no sólo con un buen número de mesas artesanales y dignas de la región, sino con un buen puñado de gente que concurría varias de ellas. Parecían divididos en grupos y compartían anécdotas con bebidas, típico de los alojamientos de esa calaña.

Si él tomaba asiento, alguien le llevaría una taza de té, y un vaso de agua. Además de una pequeña carta con algunos aperitivos que podría pedir durante la espera.

Y la espera, de por sí, podía ser bastante tediosa. Eso, quizás, le obligaría a echar un vistazo a su alrededor, a ver quiénes pululaban por ahí. Evidentemente, no le saltó ningún rostro familiar —estando tan lejos de casa, eso habría sido extraño—, pero sí que se sintió enormemente atraído por una de las parejas que conversaban en una de las mesas contiguas. Casi que susurraban, pero estando él lo suficientemente cerca, podía oír algo.

—Sí, sí, ¡me enteré ayer, tío! dicen que la expedición que partió durante Aliento Nevado no regresó nunca. Joder, ¿qué cosas, no?


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Sasagani Yota - 21/12/2017

—No se preocupe, joven, yo le avisaré. Y sí, mire, allaaaaaá en el fondo está la estancia de espera. No es un bar per se, pero seguro que lo encuentra agradable. Pero por favor, mantenga a esa araña en donde está, no quiero que me espante a los demás huéspedes...

— Muchas gracias, estaré esperando allí entonces

Ante la referencia a la araña, Kumopansa ya no pudo reprimirse más y emitió un bufido del interior de sus fauces que sería capaz de poner de punta el bello de la mujer.

— De verdad, tío, los de tu especie son muy raritos. No sé que debió ver Kuromibojin-sama en ti y en Ryu-kun

— Vamos, vamos, tengamos la fiesta en paz, ¿quieres? — pregunté, aunque realmente no era una pregunta, sino algo que simplemente quería que hiciese — Será mejor que esperes fuera hasta que vuelva Hibana-san

— Pffffffffffff... ¿Es en serio?

— Eso me temo, ya la has oído, nos e aceptan animales aquí dentro

El arácnido se limitó a hacer rechinar sus quelíceros y de un salto bajo hasta el suelo y empezó a moverse en dirección a la calle, donde esperaría hasta que nuestro cliente volviese y recibiéramos nuevas instrucciones. Yo por mi parte, seguí las instrucciones de la recepcionista y fui a la zona de bar o como fuera que se llamase, donde no tardaron en servirme un té calentito.

Había gente por los alrededores pero sin razón aparente me llamó la atención una pareja que murmuraba algo. Di un sorbo del té mientras atendía a lo que hablaban entre ellos.


—Sí, sí, ¡me enteré ayer, tío! dicen que la expedición que partió durante Aliento Nevado no regresó nunca. Joder, ¿qué cosas, no?

«Hostias, curioso...»

Entonces mi oídos se agudizaron todavía más, prestando suma atención a lo que hablaban ese par mientras al mismo tiempo trataba de disimular para que no se diesen cuenta de que les estaba escuchando. ¿De qué expedición se trataría? ¿Sería en Unraikyo?



RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Umikiba Kaido - 30/12/2017

Y qué cosas, sí.

Yota agudizó su oído, y logró escuchar un poco del resto de la conversación. Lo cierto es que aquel par de lugareños conversaban acerca de una supuesta expedición que nunca volvió. Para el kusajin continuó siendo un misterio el hacia dónde habían partido, y también el por qué de que no hubiesen regresado.

Aunque, entre dimes y diretes, hubo algo que, quizás, pudo llamar su atención. Aún más.

—Mira tú, que está bien adentrarse hasta los caminos asegurados del valle, pero ir más allá... a las llamadas tierras de nadie. ¿Tienes que estar un poco loco, no?


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Sasagani Yota - 7/01/2018

Seguí escuchando con la atención con la que un niño escucha las historias de los ancianos en los campamentos de verano familiares alrededor de una hoguera. No pasó mucho más hasta que mis oídos captaron algo que activó todas las alarmas que aún yacían calmadas.

—Mira tú, que está bien adentrarse hasta los caminos asegurados del valle, pero ir más allá... a las llamadas tierras de nadie. ¿Tienes que estar un poco loco, no?

— Joder... — susurré por lo bajo, como si pensase en voz alta

«El Valle... ¡¿De Unraikyo?!»

Resoplé con cierto nerviosismo.

Y me terminé el té de un simple sorbo, corto pero profundo. Luego me levanté y me acerqué a aquel par.


— Disculpadme pero no he podido evitar escucharos... — dije una vez estuve lo suficientemente cerca como para que únicamente me escuchasen ellos — Sería mucha intromisión que me pudiesen explicar sobre esa expedición? ¿Fue en el Valle de Unraikyo?

Directo y sin rodeos. Aún así, tenía esperanzas en que pudiesen disculpar mi indiscreta intromisión en su secreta conversación.


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Umikiba Kaido - 10/01/2018

Loco también tenía que estar Yota, o al menos un poco; para acercarse así de esa manera a un par de extraños. A un par de extraños, además, que conversaban a hurtadillas acerca de algo. Ese algo, no obstante pareció serle lo suficientemente interesante al kusajin como para tener que increparles a este par de extranjeros acerca de la supuesta expedición al Valle, de la que sólo revelaba un mal destino para los exploradores.

—Disculpadme pero no he podido evitar escucharos... —espetó sin ningún tipo de tapujo, a lo que la pareja respondió con rostro afligido y ceño fruncido. Se miraron el uno al otro, con evidente y despampanante desconfianza. De la más evidente, desde luego—. sería mucha intromisión que me pudiesen explicar sobre esa expedición? ¿Fue en el Valle de Unraikyo?

—¿Intromisión? —se rió por lo bajo—. lo es, lo es. A menos que decidas ser un buen visitante y le brindes a este par de lugareños una cerveza. Quizás, la cebada nos aligere la lengua y se nos antoje contarte eso que tanto quieres saber.


RE: (C) Catatumbo en Unraikyo - Sasagani Yota - 10/01/2018

—¿Intromisión?

Tras la respuesta de uno de los dos, me percaté de que quizás debería haber sido menos cortés. La risa me lo evidenció, pero no estaba todo perdido. No todavía.

lo es, lo es. A menos que decidas ser un buen visitante y le brindes a este par de lugareños una cerveza. Quizás, la cebada nos aligere la lengua y se nos antoje contarte eso que tanto quieres saber.

O quizás solo querían divertirse a mi costa. Vacilar a alguien versado en la lucha y las artes ninja es algo que alguien con dedos de frente no haría. Y eso que no habían visto a mi fiel compañera. Seguramente aquel era el momento de presentársela a los chulitos que tenía en frente.

— Podríamos llegar a un trato seguramente, pero en ese caso, seguramente a compañera también le apetezca un buen trago

Me metí los dedos en la boca y silbé con fuerza.

— En seguida llegará

Como si fuera un rayo, Kumopansa llegó al lugar desde la misma calle emitiendo algún que otro bufido por el sprint.

— Joder, tronco, para qué mierdas avisas si no pasa nada — la araña, azabache como un pozo negro, hizo aparición, hablando el idioma de los humanos para la más que probable sorpresa del par que había interrumpido — Y este par, ¿Son nuestro contacto?

— Shht, cállate y toma asiento, supuse que te apetecería un trago, esta buena gente quería un poco de cerveza, ¿No es así, chicos?

Les miré, con cierta picardia, como el que esconde un as bajo la manga, esperando por su reacción mientras pensaba como debía proceder sin meter la pata, aunque quizás ya la había metido.


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