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Todo en su medida justa - Inuzuka Nabi - 16/12/2018
Ahí estaba yo, sentado en un banco a la puerta del hospital esperando a ver si salía mi victima, a la que casi partí en dos el día anterior. Todo dentro de una serena normalidad shinobi.
Había preguntado y me habían dicho que le estaban dando el alta, así que no tenía sentido ir hasta la habitación con un perro babeando y cagandolo todo. Además de las múltiples enfermedades que tiene que tener, a la espera de saltar a un huésped desprotegido para hacerle enfermar y que se contagiase todo el hospital. Lo que le faltaba a Uzushiogakure era una epidemia fruto de un perro paseándose por donde hay enfermitos.
Así que decidí quedarme en la puerta, como buen ninja maduro y cauto que era.
RE: Todo en su medida justa - Aburame Mei - 18/12/2018
—¿Cómo es que fue un simple entrenamiento?— comentó por enésima vez con tono irritado, sí hubiera sido un simple Akito no se encontrase en el hospital en la habitación de su hija mientras esperaba a que terminasen de darle el resultados de los análisis.
—Ya te lo he dicho...— no tenía porque repetir toda la explicación de nuevo —Además ya me pusieron un analgésico, no me duele nada— salté de la cama y quedé de pie, demostrando que estaba en perfectas condiciones.
—Que terca eres, la médica ha dicho que debes guardar reposo, así que acuéstate y levántate cuando sea estrictamente necesario— regañó mientras retiraba sus lentes negros y me lanzaba una mirada de pocos amigos. Con eso bastó para que me devolviese a la comodidad de la cama y me resignase a pasar el resto de las horas hasta mi alta.
—Tu mamá no podrá venir a buscarte y yo estaré ocupado mañana— comentó mientras abría la ventana para que corriera el aire —Y como al parecer te sientes tan bien imagino que no tendrás ningún problema en volver sola a casa.
—Estoy bien, no tienen porque preocuparse, llegaré sin ningún problema— respondí con una sonrisa en mi rostro.
—Cuídate, por favor— pidió para luego acercarse a mi y besar mi frente —Nos vemos mañana.
—
Temprano por la mañana ya me encontraba con mi vestimenta habitual, la enfermera me había puesto la última dosis del analgésico y alivió las pocas molestias que pudieron haber surgido, agradecí por los servicios y tomé rumbo a la salida.
«Espero no volver pronto al hospital.» Me dije mientras acariciaba mi glúteo, aquella última inyección me había dolido más que las anteriores. Atravesé el portal del hospital y tras dar unos cuantos pasos noté que en uno de los bancos aledaños se encontraba Nabi y su perro.
—Buenos días, ¿qué hacen tan temprano por aquí?
RE: Todo en su medida justa - Inuzuka Nabi - 21/12/2018
—Buenos días, ¿qué hacen tan temprano por aquí?
Al verla me levanté de inmediato.
— Ayer me dijeron que te darían el alta por la mañana si todo iba bien y aquí estamos. A ver si estabas viva y tal.
Bajé la cabeza levemente.
— Lo siento, la verdad es que me pasé un poco. No sé, parecías tan segura que no pensé que te desmontases por una de las técnicas más poderosas que puedo usar. Aunque ahora que lo digo en voz alta igual soy un poco inconsciente.
Stuffy se plantó y también agachó la cabeza, más por imitación que porque supiese lo que estaba pasando.
RE: Todo en su medida justa - Aburame Mei - 21/12/2018
Nabi se levantó ipso facto al verme, lo notaba tenso, bastante tenso...
— Ayer me dijeron que te darían el alta por la mañana si todo iba bien y aquí estamos. A ver si estabas viva y tal.
—Y entonces has venido a ver cómo estoy, ¿eh?— comenté con un tono entre alegre y sorprendida —. Nadie ha hecho eso por mi, que recuerde— dije primeramente, pero había un dicho que decía no hay bien que por mal no venga—. Ahora que lo pienso, nadie tampoco me había enviado al hospital— aquello lo dije sin pensarlo, por lo que en cuanto caí en cuenta mi voz parecía ir disminuyendo de tono, con la esperanza de no herir sus sentimientos, pero estaba segura de que él había escuchado todo.
«Debes cuidar esa lengua.» Me sentí culpable al ver a Nabi cabizbajo.
— Lo siento, la verdad es que me pasé un poco. No sé, parecías tan segura que no pensé que te desmontases por una de las técnicas más poderosas que puedo usar. Aunque ahora que lo digo en voz alta igual soy un poco inconsciente.
Y como acto reflejo el can de pelaje negro imitó a su dueño, bajando la cabeza, disculpandose.
—Disculpa aceptada, tranquilo— sonreí amable —Anda levanten la cabeza, que no ha pasado nada irremediable— dije quitandole importancia al asunto, solo esperaba que no se pusiera igual que mi padre —Además, creo que no has tenido malas intenciones ayer, ¿no?
Me acerqué a Stuffy y sí este me lo permitía mi mano acariciaría justo por detrás de la oreja, aquella imagen del perro disculpandose sí que me había llegado, había sido una buena jugada —¿Qué harán ahora?
RE: Todo en su medida justa - Inuzuka Nabi - 7/01/2019
— Para mi también es una experiencia nueva, si te sirve de consuelo. Nunca había mandado a nadie al hospital. Así es especial para los dos.
Nada más bonito podía salir de mis labios, la verdad.
— Bueno, no tenía nada más pensado aparte de venir y disculparme, habrás comprobado que no suelo pensar demasiado las cosas. Ni poco, la verdad. Me limito a no morirme ahogado en mis propios fluidos.
Igual no estaba siendo la conversación más agradable que se podía tener en la villa más hermosa de todo Onindo, pero así era mi vida. Un vaiven de emociones y cosas que no debería haber dicho, todo entremezclado hasta no saber ni vives en una montaña rusa o una montaña uzunesa.
RE: Todo en su medida justa - Aburame Mei - 8/01/2019
— Para mi también es una experiencia nueva, si te sirve de consuelo. Nunca había mandado a nadie al hospital. Así es especial para los dos.
Reí con un poco de pena, no sabía bien como tomar toda esta situación, no quería decir más, así que preferí callar.
— Bueno, no tenía nada más pensado aparte de venir y disculparme, habrás comprobado que no suelo pensar demasiado las cosas. Ni poco, la verdad. Me limito a no morirme ahogado en mis propios fluidos.
Sí antes sentía pena, después de este extraño comentario me sentía un tanto incómoda, ahora no sabía que pensar... ¿Tenía el autoestima baja o era muy sincero?
Rasqué mi nuca manteniendo una sonrisa nerviosa. «¿Qué hago?»
Aclaré mi garganta —Por cierto, me dirigía a desayunar, es que no quise comer en el hospital y ya va siendo hora, ¿gustan acompañarme?— La invitación era para ambos, esperé su respuesta para saber si comería acompañada o no.
RE: Todo en su medida justa - Inuzuka Nabi - 11/01/2019
—Por cierto, me dirigía a desayunar, es que no quise comer en el hospital y ya va siendo hora, ¿gustan acompañarme?—
A pesar de su invitación, mi sexto sentido me dijo que empezaba a notar alguna de mis cientos de rarezas sociales. Tarde o temprano acabaría huyendo despavorida como todas las personas con las que intentaba llevarme bien o mal, no importaba realmente si mi intención era buena o mala, todas huían.
Pero ¿como decirle que no a la comida?
— Bueno, va. ¿Donde tenías pensado ir a desayunar?
Por educación, tendría que ir a donde quisiera ella. Que con lo delgada que estaba sería algún sitio para gente delgada, como los odiaba, los sitios buenos eran para gente gorda, ellos sí que saben disfrutar de la vida. Como los envidio.
RE: Todo en su medida justa - Aburame Mei - 16/01/2019
—Genial! Vamos entonces— caminé adelante, no me gustaba comer sola —. No salí con nada en mente, déjame pensar...— seguí dando pasos más lentos mientras decidía—. Yo diría que algo simple, ya sabes, una sopa de miso, arroz y pescado— volteé a ver a Nabi —. ¿A ti que te gustaría comer?
—Por cierto... Cuéntame más de ti, seguramente haz hecho cosas muy interesantes— indagué para afianzar lo lazos y para tener temas de conversación, sobre todo ello—. Yo apenas y he salido de la villa y poco más del país, no he visto nada muy extraordinario.
RE: Todo en su medida justa - Inuzuka Nabi - 19/01/2019
La seguí cuando empezó a andar, aunque no parecía ir a ningún sito en especial.
— Para no tener nada en mente, me acabas de soltar un menú de tres platos. Yo mientras haya algo de carne me conformo, con un bol de arroz para acompañar, que nunca está de más.
Entonces me preguntó por mi, asegurando que seguramente había hecho un montón de cosas interesantes. No me apetecía decirle que probablemente la más interesante de todas era aquella que no recordaba.
— Bueno, la verdad es que tampoco he llevado una vida muy alocada. Estuve bastante tiempo fuera de la villa para entrenar con Stuffy, mi perro ninja. Fuimos y venimos sin parar mucho en ninguna parte. Así que no hay mucho que contar. ¿Y tú qué? Seguro que puedes hacer cosas espectaculares con tus bichos.
Esperé a que fuera ella la que eligiese el lugar, así no podía quejarse. Estaba todo pensado.