¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? (/tema-esta-cosa-de-madera-que-hace-aqui) Páginas:
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¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 18/08/2015 Visto lo visto, no le darían una buena misión al peliblanco hasta que su equipo estuviese bien confirmado, y hasta que no se proviesen de algo de experiencia. Tenía algo de lógica, a nadie en su sano juicio le daría por enviar a chicos de que apenas cumplían la mayoría de edad a una misión en que podían morir. Si hay algo mas feo que poner el cuerpo de una chica en una caja de pino, es poner a un crío en la misma caja. A menos que lo disfraces de payaso, al menos así sería gracioso, aunque estaría mal igualmente... Entre que se conformaba o no, el chico se decidió por ir a la aventura por sí mismo. A saber cuanto tardarían con tanta burocracia y tanto papeleo. Así al menos aprovechaba el tiempo, y ganaba lo que tanto les faltaba, experiencia. El albino se atavió con sus ropas acostumbradas, así como con esa capa de viaje negra que tanto adoraba. Además de lo habitual, tomó también sus útiles ninja, su bandana, y una mochila que cargó con un bloc, pinturas, un táper lleno de pizza, y una lata de té verde. Quizás llevaba consigo las mejores cosas que el humano ha llegado a diseñar... lástima que merezcan morir todos. Bueno, mas que morir, la salvación, el huir lejos de una realidad que solo martiriza a los que aguantan en pié. Decidido, y equipado, el chico salió de la aldea. Evidentemente cumplió con todos los trámites necesario, y avisó de su ausencia no prolongada. Lo dejó mas que nada como un pequeño viaje para inspirarse y dibujar, tampoco mentía demasiado, ese propósito no iba a caer en vano. "Bueno... ¿A donde voy? ¿Sur? ¿Oeste? ... Quizás debería dejarme guiar por el instinto, así es como se hacen los guerreros, ¿no?" Sin pausa, pero sin prisa, el chico comenzó a andar guiado por lo que él quiso llamar "instinto". Lejos de la realidad, eso no era instinto, simplemente ando por andar. El instinto del guerrero no le lleva a los sitios, les hace moverse en momentos críticos, pero no los mueve en las marañas de lo que es llamado destino. Fuere como fuere, el chico terminó dirigiéndose hacia el oeste. Al cabo de un buen tiempo, su alrededor terminó cambiando drásticamente, el paisaje que lo rodeaba era arenisco y rocoso. Como si nada, el chico continuó andando. Ese sitio no le llamaba la atención, y no encontraba nada que le hiciese quedarse allí tan siquiera por un ratejo. Así pues, ando y ando. Algo sí que consiguió llamar su atención al cabo de un rato. Pese a la escasa vegetación del alrededor, frente a él se erguía una enorme estructura de madera. La construcción no parecía demasiado estable, y apenas llegaba a ver qué había sobre ella. En la cima de la estructura se presentaba una enorme plataforma, algo realmente grotesco... ¿qué pasaría si a alguien le daba por subir y se caía todo? Diablos, el ingeniero de ésta especie de torre era un auténtico génio. Había hecho una estructura con la cuál podía matar a aquellos que se arriesgasen a subir, o jugasen a su alrededor. —Jejejeje....— Se regocijó pensando en qué fin podría tener esa estructura. El Senju se mantuvo alejado de la estructura, en el suelo, y buscó un sitio medio agradable para sentarse. No tardó en toparse con una enorme roca, la cual era perfecta. Sin mas, se quitó la mochila de la espalda, y tomó de ésta el bloc y un par de lápices antes de dejarla caer al lado de la roca. De un salto, se impulsó hasta la cima del mineral, y se sentó en éste enfocando la estructura de madera. Sin mas, empezó a dibujar lo que podía sentir al ver aquella torre de madera. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 18/08/2015 En una de sus fugaces visitas, Seremaru le había confesado que la mejor forma de crecer y dejar de ser un cachorro, como el guerrero lupino le llamaba cariñosamente dando a entender su falta de instrucción, era viajar y ver mundo, meter el hocico en lugares desconocidos, hacerse a la aventura y volverse experto en la inexperiencia. Esto venía a significar, simplemente, que uno debe estar preparado para afrontar un peligro en un terreno en el que se es inexperto, que no se conoce. De modo que eso había hecho, había cargado una mochila con provisiones y se había dirigido dirección País de la Tierra, quizás guiado por la nostalgia y los recuerdos de su padre y el Valle Aodori, donde había despertado por primera vez el poder de su Kekkei Genkai. Pero escoger el mismo camino que el que tomaba con papá habría sido improductivo, pues al fin y al cabo se trataba de explorar lugares diferentes. De modo que, tratando de llevar una cuenta de por dónde había pasado para volver y no perderse, decidió vagabundear entre los árboles del bosque, a ver a dónde le llevaba el destino. Pronto el destino le hizo abandonar terreno seguro, y los árboles y la hierba fresca fueron sustituídos por una superficie más yerma que otra cosa, pequeñas rocas y gigantescos riscos. Observó un curioso objeto en la lejanía. Parecía una torre de madera enorme, hecha con planchas, bloques de roble, pino y otros árboles, amontonada de mala manera y con una plataforma arriba del todo. Curioso, avanzó creyendo que estaba más cerca de lo que estaba, pero le costó llegar, sobretodo por lo accidentado del terreno. Caminaba entre las rocas porque no se fiaba y no quería quedar expuesto a otros ninjas. Aquél era un terreno que no estaba dentro de los bordes de los países que habían firmado el Pacto. De todo lo que le podría pasar, un encontronazo con unos bandidos expertos o un shinobi exiliado eran las situaciones más peligrosas. Pero aparentemente no hubo nada de eso, y pronto, Daruu se encontraba acariciando la superficie de aquella figura de madera. Emitía una extraña energía, como si... no fuese simplemente una torre. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 18/08/2015 El albino sucumbía ante su afán a la pintura. Ensimismado, ni tan siquiera se percató de que un chico se había hecho con su panorama. El Senju seguía dibujando plácidamente, dando trazados a diestro y siniestro, datando una pieza de madera que casi sin duda estaba fuera de lugar. Poco a poco el dibujo fue tomando forma, era algo sencillo, mas aún para un experto dibujante. El dibujo del Senju no reflejaba una simple realidad visual. Lejos de mostrar lo que los ojos de cualquiera verían, en el dibujo del peliblanco se podían observar unas aterradores fauces saliendo de cada uno de los doblones de madera. Casi toda plancha de roble tenía dientes, hasta la misma cima mostraba una despiadada boca filosa y dentada. Sin embargo, el comienzo de la torre tenía algo raro, un manchurrón sin forma. Algo se le debía haber pasado... Alzó de nuevo su vista sobre el bloc, y fue entonces que cayó en cuenta. No había visto bien toda la estructura a causa de que había una persona entre medio. Dejó caer un suspiro, y con parsimonia volvió a echar un vistazo a su dibujo. "Bueno... no es algo que no se pueda arreglar..." El albino dejó caer con suavidad el bloc sobre la mochila, y no tardó en apartar también el lápiz. Se levantó, y tomó de la mochila la lata de té. Era hora de tomarse un descanso, aunque hacía relativamente poco que había comenzado a dibujar. También contaba el buen rato caminando que llevaba, que casi se podía cuantificar en horas. Tras tomar el refresco, lo abrió con descaro. El chasquido del metal quizás llamase la atención de su obstáculo visual, aunque tampoco quería molestarle... parecía estar observando también aquella torre de madera. Aunque no había querido darle demasiada importancia, el chico que había obstruido su visión del torreón de madera parecía demasiado ensimismado y abrumado con la madera, hasta el punto que se había acercado para acariciarla o algo parecido. Con parsimonia, el peliblanco se acercó hacia éste, aunque guardando las distancias. En el camino, le propinó un buen buche a la lata. —No creo que sea agradable ser sepultado por ese torreón de madera... parece bastante inestable...— Le advirtió al chico. Entre tanto, volvió a darle un buche a su lata de té verde. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 20/08/2015 El chasquido de una lata de refrescos llamó la atención de Daruu, que hasta ahora mantenía la vista fija en la torre de madera, la tocaba y le daba sutiles empujoncitos con la palma de la mano. En lugar de sobresaltarse, de lo ensemismado que estaba, se limitó a mirar al desconocido de pelo blanco que acababa de aparecer en escena, y con toda la naturalidad del mundo, como si no se diera cuenta de la situación, propinó una fuerte patada a la estructura con la planta del pie. —¿Bromeas? —dijo—. Esto no tiene pinta de caerse. Fíjate en la estructura. Es perfecta, es estable. No se caerá. No se trataba de la base, ni de la colocación de las piezas, ni de la calidad o el estado de aquella madera tan extraña, sino de la energía que desprendía. Algo se lo decía. Se fijó entonces en los demás detalles. Pálido, tan pálido... un albino, como Kori, su vecino de arriba. Pero al contrario que él, iba vestido de un negro abrumador. Tenía un ojo de cada color, uno azul y otro verde. Y tenía en la cintura una placa de Kusagakure. —¿Quién eres? —inquirió, de pronto. Lo único que se le ocurría decir. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 27/08/2015 Al ver la reacción del chico, una pequeña gota de sudor glacial cayó lentamente por la sien del albino. No daba crédito a lo que el chico acababa de hacer. Por mucho que pensase que la estructura era "solida", ninguna madera se veía bien engarzada hacia la siguiente, y apenas se veían clavos o algo que las afianzase. ¿Acaso pretendía morir? "Este tío está como una cabra..." Curioso pensamiento proveniente por parte de alguien que pensaba matar en algún momento a toda la humanidad, o al menos a todos lo que pudiese llevarse por delante. Su antagonista confirmó con palabras que tenía confianza en la estructura, que no se caería pues era firme y estable. Lo decía con tanta seguridad, que casi parecía ser el arquitecto de semejante escultura de madera. Aunque era bastante joven, no tendría demasiado sentido. Entre una cosa y otra, el albino volvió a propinarle a la lata un buche, a lo que el chico que tanto entendía de la torre de madera preguntó quien era al listillo del refresco. —Puedes llamarme Blame.— Respondió de manera concisa. —¿Tú tienes nombre, arquitecto?— El Senju atacó con una pregunta, intentando indagar un poco en el porqué de su confianza acerca de la estructura. Cualquiera que hubiese visto esa torre de madera, a simple vista hubiese pensado igual que el peliblanco. No se veía segura, ni desde lejos ni desde cerca. Por otro lado, no podía obviarse el hecho de que en su frente relucía una banda metálica. Su procedencia era obvia, y raramente fuese arquitecto. Aunque en éstos días de tanta paz, los shinobis se llegaban a dedicar a cosas realmente raras... a lo mejor éste shinobi tenía el cometido de hacer torres de vigilancia... RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 27/08/2015 Puedes llamarme Blame. Esa fue la respuesta, no me llamo Blame o mi nombre es Blame, sino una máscara que ocultaba un pedacito de verdad. Hay tres tipos de personas que hacen esto. Las primeras no se sienten cómodas dándole su nombre a un extraño de otro país, y para evitar problemas solían utilizar un seudónimo. Ese caso era bueno. Las segundas, no entendían de privaciones por nacimiento, y se inventaban un mote o adoptaban uno que había robado de unos buenos amigos. Ese caso también era deseable. Las terceras ocultaban algo, porque tramaban algo o tenían algo sucio o indeseable que hacer. Ese caso no era bueno, desde luego. Pero no le dio vueltas a ese pensamiento, porque el tal Blame le llamó arquitecto al preguntarle su propio nombre, y no estuvo muy seguro si de ofenderse o no. Afortunadamente captó el chiste apenas un segundo después, y sonrió. —Puedes llamarme Pino —Le devolvió la jugarreta—, y no soy arquitecto. Pero en serio, acércate y compruébalo. Esta cosa tiene algo raro, un nosequé. No se va a caer. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 27/08/2015 El nombre de Blame fue dado con toda naturalidad, en cualquier otro caso, y bajo cualquier otra situación, el nombre no habría cambiado en absoluto. Era su reseña, su firma. Al igual que el se había puesto un nombre algo extraño, su antagonista no fue menos. Se dio a conocer como "Pino", curioso nombre. Éste, con una sonrisa entre diente, le ofreció al albino que observase la estructura, y descartó el pensamiento de que fuese arquitecto. El albino pegó otro pequeño buche a su lata de té verde, y con parsimonia se acercó hasta la estructura. Eso sí, antes de llegar a tocarla siquiera, devolvió la sonrisa al chico. —Todo un placer, señor Pino.— Sin mas, con su zurda alcanzó a palpar la rugosa superficie de una de las planchas de madera mas bajas. Hizo por desestabilizarla un poco, mas esa madera parecía inamovible. Por alguna razón, pese a no tener un solo clavo, estaba aferrada a la estructura con un ahínco sobrehumano. —Mmmm... ya veo a que te refieres.— Comentó mientras buscaba los orbes de Pino. —Es como si estuviese pegado, y eso que no tiene apenas clavos... como si alguien la hubiese hecho con alguna técnica o algo... mola. Aunque es curioso... alguien debe estar manteniendo la técnica. ¿No?— No estaba afirmando con ésto que fuese el chico, de hecho, él había aparecido tras que el albino llegase, lo cual le descartaba. Tampoco era algo que hubiese hecho él, así que eso los descartaba a ambos. "¿Será... que ha otra persona mas por aquí?" Carente de demasiado conocimiento sobre el ninjutsu, la idea de que alguien debía mantener el gasto de chakra le inundó la mente. Sin demasiado preámbulo, echó un vistazo a su alrededor. Lamentablemente, por el lugar no parecía haber nadie mas salvo ellos. —Jumph....— El chico llevó su zurda hacia la barbilla, y acarició pensativo ésta con su índice y pulgar. —¿Debe haber alguien por aquí escondido, no?— Preguntó a Pino. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 1/09/2015 Blame extendió la siniestra hacia la gigantesca estructura de madera y la posó sobre su superficie. Una ligera presión. Otra más fuerte. Nada. La torre no se movió. Como ambos estaban extrañados con el funcionamiento de aquél improvisado y deformado edificio, no es de extrañar que pronto se iniciase una conversación sobre su naturaleza. El primero en intervenir fue Blame, que sugirió que quizás hubiera alguien manteniendo una técnica en aquél preciso instante. A Daruu se le erizaron todos los vellos del cuerpo, y dio un paso atrás inconscientemente. —Oh, no —indicó—. Si eso fuera así, podría tratarse de una trampa. Si la deja de mantener, estas maderas nos aplastarían. Y lo peor es que como trampa tiene sentido. Se alejó otro paso más, miró alrededor y pensó durante unos instantes. Finalmente, volvió a acercarse a la torre y empezó a dar vueltas en torno a ella. —Pensándolo bien, podría tratarse de algún extraño Fuuinjutsu. ¿Has oído hablar de ellos? Sin esperar una respuesta afirmativa o negativa, Daruu continuó su coliloquio: —No sólo sirven para sellar cosas. Bueno, sí, pero si sellas chakra puedes hacer que un efecto como este... Bueno, supongo que podría mantenerse. Se encogió de hombros y miró a Blame. —O eso decía papá. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 7/09/2015 El argumento de Blame hizo estremecer a Pino. Casi al instante, cayó en cuenta y confirmó lo que el albino había idealizado, una evidente y posiblemente mortal trampa. Ambos terminaron por alejarse un poco, un par de pasos quizás. Pero al hacerlo, Pino volvió a acercarse sin miramientos. Decidido, se aproximó y tocó de nuevo la torre de madera. «Vaya tela... como una cabra...» Pensó el albino al verlo acercarse. Lejos de quedarse en eso, el chico tocó de nuevo la estructura, y no tardó en comenzar a bordear la misma. Con paso parsimonioso, comenzó a andar en torno a la estructura de madera. De pronto, comenzó argumentar otra opción. Comentó que también podía tratarse de algún fuinjutsu, así como también le preguntó a Blame si sabía de éste tipo de jutsus. Sin esperar a la respuesta del peliblanco, el chico de cabellera color ébano prosiguió con su teoría. Según dijo, los jutsus de sellado no solo servían para sellar cosas en sí, si no que podían sellar el chakra del ejecutor para hacer que una técnica fuese permanente. Terminó dando una referencia de su informador, su padre. «¿Un fuinjutsu es capaz de hacer eso...?» El Senju se quedó plantado por un instante, perplejo ante la posibilidad de un posible jutsu eterno. Si era verdad lo que su antagonista decía, había de echarle un ojo a ese tipo de jutsus, no eran para nada como los había imaginado. —¿De verdad un fuinjutsu es capaz de hacer eso? La verdad es que no sé nada de las técnicas de sellado, nunca había sentido interés en ellas. Pero creo que me equivocaba al ignorarlas... parecen "interesantes".— Tras un pequeño lapso, cayó en cuenta de algo interesante. Ese chico había hablado de su padre como si de un mentor se tratase... el suya jamás había hablado con algo de sentido en alguna ocasión. Era curioso como algunas personas eran capaces de engañar por mas tiempo del habitual a sus cercanos. —Que bueno debe ser tener a un padre capaz de enseñar...— Comentó con una sonrisa. Dicho ésto, él también procedió a acercarse a las maderas. Aunque éste no se llegó a disponer a tocarlas. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 9/09/2015 Blame pareció muy interesado en la idea de una técnica que pudiese mantenerse en el tiempo a través de una fórmula de sellado. Daruu le observó durante unos instantes, y luego se limitó a encogerse de brazos dando un suspiro. —Lamentablemente, no tengo mucho más conocimiento sobre el tema —explicó—. No sé hasta qué punto puede actuar un fuuinjutsu, pero lo que se es que se necesita tener un control del chakra muy muy preciso. Como con el genjutsu, o como con el ninjutsu médico. Y no es algo de lo que sea capaz todo el mundo. Dicho esto, Blame dijo que qué bueno era tener un padre capaz de enseñar. Daruu le devolvió la sonrisa, pero sus ojos estaban vacíos de brillo, como si miraran más allá, detrás de él. —Sí, debe ser bueno tener un padre capaz de enseñar. —Se dio la vuelta, caminó unos cuantos pasos y se echó sobre la hierba de cara a la estructura de nuevo. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 9/09/2015 Aunque parecía bastante informado, Pino terminó concluyendo que tampoco era un experto. Sabía lo básico, y que aquel o aquella que lo hubiese hecho era capaz de manipular el chakra de una manera muy fina y perfeccionada, vamos, un shinobi de habilidades muy destacadas. Para nada había sido obra de un genin, pareció entender el albino. —Mmmm... entiendo...— Para cuando se quiso dar cuenta, su comentario acerca de que tener a un padre capaz de enseñar algo había hecho mella en él. Pino mostró una sonrisa y una mirada mas que conocida por el Senju, si de algo sabía era de tapar sus verdaderos sentimientos. El joven parecía bastante decepcionado con ese tema, o quizás sufría por algo... ¿Quizás había hecho como el padre de Sendo? El chico tomó tierra, y quedó tumbado de cara al torreón de madera. Ensimismado, pareció demasiado afectado por las palabras del Senju. Si que son raras las personas, y malas... hacen daño hasta sin pretenderlo. El mundo sería mejor lugar sin personas, era algo obvio. Sin soltar prenda, Blame se dirigió hacia su anterior posición, donde antes había estado pintando. Sus pasos le acercaron rápidamente hacia la piedra donde reposaba su bloc, sin embargo, no tomó los papeles. Con su zurda, alcanzó a meter la mano en la mochila, de donde sacó un táper. En su diestra aun portaba el refresco de té verde. Sin demasiada prisa, volvió hacia donde estaba el Pino. Dejó la lata a un lado, se sentó, y abrió el susodicho táper. —Entonces... — Comentó mientras le ofrecía del contenido del táper. —¿Se fue? ¿O aún vive y le odias hasta el punto de desearle la muerte?— Se atrevió a preguntar. Soltada la pregunta, él también se lanzaría a pillar un trozo de pizza. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 14/09/2015 Blame se alejó unos instantes al sitio donde había estado al principio. Daruu agradeció la distancia y cerró los ojos, concentrándose por un momento en el maravilloso silencio de las cosas que se mueven despacio y sin malas intenciones. Los pasos de Blame sonaban parecido, y los dos ruidos sordos que escuchó a continuación también. El muchacho se sentó al lado de Daruu y abrió un recipiente de plástico. Sonaba a eso, a recipiente de plástico abriéndose. El olor de la pizza llegó a Daruu antes que la pregunta de Blame, y abrió los ojos. —Se fue —confirmó, y entonces cogió de buena gana un trozo del manjar que le ofrecía su acompañante de Kusa. Le dio un bocado—. Hace mucho tiempo de eso, pero a uno no terminan de dejarle de afectar esas cosas. Observó a Blame durante unos instantes. ¿Por qué la segunda parte de su pregunta? ¿Sería el caso del albino el del padre al que odiaba a muerte? —¿Y tu padre? ¿Le odias a muerte? Me ha parecido muy extraña esa pregunta. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 14/09/2015 Su antagonista tomó sin perder tiempo el trozo de pizza, y confirmó quizás lo mas esperado. Su padre se había ido hace algún tiempo, pero éste parecía aún estar afectado por eso. Inquirió que uno no termina de acostumbrarse a eso, pero... para el albino eso apenas habría de tener importancia. Aún no entendía el porqué afirmaba algo así, ¿Qué mas daba que estuviese lejos o cerca, o muerto? No lo necesitaba, ni él padre lo necesitaba a él. Ya había sido concebido, y estaba crecidito... ¿Para qué mas? ¿Amor? El chico casi se desternilla ante esa posibilidad, pero evidentemente, no mostró ni ápice de esa burlesca falta de sensibilidad. Obviamente para cualquier otra persona, para él no era falta de sensibilidad, si no realismo ante la vida. Su compañero parecía haber percibido la segunda parte de la pregunta con indirecta, u otro sentido. No falló al preguntar. —No le odiaba mas que a cualquier otra persona... él era como era. Al menos era sincero. Pero odiar a alguien que ya no está entre los vivos es absurdo, así que supongo que no, no le odio.— Respondió con una sonrisa entre dientes. —Terminó por suicidarse... por si te interesa.— Sin mas que decir sobre el asunto, el albino le propinó un bocado a su tajada de pizza. La saboreó un poco, y relució en su rostro de nuevo esa sonrisa. —Oye, pues ésta pizza sabe genial...— RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Amedama Daruu - 15/09/2015 La total indiferencia con la que Blame contestó hablando sobre su padre le dejó helado. No estaba tan preparado a la perspectiva de que alguien odiase a su padre, porque él nunca había tenido que vivir dicha situación. Pero que no le importase porque ya estaba muerto, que hablase de un suicidio como un mero suceso... De todas formas, volvió a darle un bocado a la pizza y se conformó con olvidar lo que acababa de escuchar. Era alguien a quien no conocía de nada, sólo habían coincidido bajo una extraña torre. Sólo compartían comida por camaradería, poco más. Su vida era su vida, no tenía por qué meterse en ella. Blame dijo que la pizza sabía bien. Daruu había notado el sabor a masa mal cocinada desde el primer bocado, y unas cuantas cosas más de las que no pensaba objetar en cocreto, pero... —Las mías le pegan doscientasmil patadas. —¿Vacilar de su comida? Por supuesto. RE: ¿Esta cosa de madera qué hace aquí? - Blame - 19/09/2015 Pino no quiso comentar sobre el tema. Quizás no le entrase en la cabeza una realidad tan fría y razonable como la de Blame, o simplemente no quería meterse en asuntos que ni le iban o venían. Fuere como fuere, tampoco molestó al albino esa decisión. Ya tenía todo asumido, un argumento en contra o en pos no iba a cambiar en nada su forma de pensar. Sin embargo, al comentar el Senju que la pizza estaba buena, Pino no pudo resistir regodearse de que a él las pizza le salían muchísimo mejor. El peliblanco alzó una ceja, incrédulo al comentario, pero no en el mal sentido. —¿En serio? ¿Sabes cocinarlas? Yo las compro hechas... no soy demasiado bueno en la cocina...— Lo dicho por Pino tampoco le quitó el hambre, sin dudarlo un segundo, le propinó otro bocado al trozo de pizza que tenía entre manos. A él le sabía bien, no entendía cómo iban a ser las de un shinobi mil veces mejor a las de alguien que solo se dedica a cocinar... ¿Se estaría tirando el moco? —No sé... la mujer que cocina éstas pizzas lleva mucho tiempo en el oficio. ¿Cómo puedes decir que las cocinas mecho mejor si no puedes haberle dedicado tanto tiempo a la cocina? ¿O acaso tu madre trabaja en un restaurante o algo similar? En ese caso tendría bastante sentido... mmm...— Sin esperar respuesta siquiera, volvió a atacar a su indefenso trozo de pizza. |