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Ecdisis - Versión para impresión

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Ecdisis - Sasagani Yota - 17/08/2020

Desde que la expedición de Kusagakure volvió de los dojos y, más concretamente de la batalla campal que se vivió allí tras la gran final mi madre estaba a la espera de una sola cosa, de que recibiera la dichosa llamada de la Morikage tal y como había dicho shiten que iba a recibir. cada día que alguien llamaba a la puerta de casa salía disparada en dirección a la puerta, esperando la susodicha llamada de Aburame Kintsugi. Aquel día, alguien llamó a la puerta durante las primeras horas de la mañana.

— ¡Es Kintsugi-sama! Quiere verte en su despacho, vamos, date prisa —[color] dijo mi madre entre emocionado y exaltada.

El gran día había llegado. La verdad es que todos habíamos pensado acerca de aquel día. Yo me incluía. Me sentía culpable, de no haber hecho lo que hice en la pelea con Etsu-kun habría podido ser de ayuda cuando todo se fue a la puta en el estadio del Valle de los Dojos, aunque entonces aquel General de Kurama habría campado a sus anchas. En fin, era hora de afrontar lo que sí había pasado.

[color=turquoise]— Intenta no enfadarla más, por favor, ¿vale?


Alcé mi mano izquierda con su reciente ausencia tras el encuentro con aquel tipo.

— Creo que debería darme las gracias por truncar los planes de ese cabrón. No te preocupes, todo irá bien

Sonreí, alcé el pulgar de la mano izquierda y salí de casa para afrontar aquel encuentro. Era uno de aquellos días en los que uno no tiene ni la más remota idea de qué diantres acabaría pasando. Probablemente del viaje más largo hasta el dojo del Morikage, pero finalmente llegué. Como era costumbre últimamente, me dirigí al mostrador de la recepción.

— Buenos días, Morikage-sama ha dicho que quería verme


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 18/08/2020


Ayame al habla, tomo esta trama con hueco de máster.



Aquel Mizuyōbi era un día especialmente caluroso, y ajetreado. Yota pudo darse cuenta de ello en cuanto ingresó en el enorme dojo que constituía el Edificio de la Morikage. Una ingente cantidad de personas se agolpaban allí: desde civiles que acudían a realizar cualquier trámite o, incluso, abrir una nueva misión para solicitar la ayuda de un shinobi; como de ninjas oficiales que iban de aquí para allá. Yota pudo ver por el rabillo del ojo a un sensei amonestando a un grupo de genin, seguramente recién iniciados, no muy lejos de allí. Pero su objetivo estaba en el mostrador, donde una mujer adulta atendiendo una enorme montaña de papeles que trataba de clasificar. Ni siquiera el apretado y llamativo moño que solía lucir sobre la cabeza había resistido el estrés, y algunos mechones de cabello verde esmeralda resbalaban sobre su frente perlada de sudor.

Oh, Yota —Kamisho Yuna apenas alzó la mirada de sus papeles. Tan apurada estaba, que simplemente le hizo una señal con la mano, hacia las escaleras del final de la recepción, mientras seguía mascando algo de forma casi desesperada—. Sí, sí. Morikage-sama me ha informado de ello esta mañana. Está esperándote en su despacho, ya sabes dónde encontrarla —Fue entonces cuando algo llamó su atención. No fue más que un siseo tan suave como una brisa de verano en alguna parte de la recepción, pero Yuna se levantó como un resorte y con los ojos encendidos como brasas y se dirigió entre largas zancadas a un grupo de jóvenes—. ¡EH! ¿QUÉ ES ESE PAPEL QUE HABÉIS TIRADO? ¡YA MISMO ESTÁIS RECOGIÉNDOLO!

Yota se había quedado completamente solo frente al mostrador.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 19/08/2020

Oh, Yota

Detrás de aquella montaña de papeles y burocracias, la mirada de aquella chica se cruzó con la mía.

—. Sí, sí. Morikage-sama me ha informado de ello esta mañana. Está esperándote en su despacho, ya sabes dónde encontrarla

— Oh, claro, como no

Pero de repente algo había captado la atención de la muchacha. Tanto que parecía omitir mi presencia allí.

—. ¡EH! ¿QUÉ ES ESE PAPEL QUE HABÉIS TIRADO? ¡YA MISMO ESTÁIS RECOGIÉNDOLO!

Aunque no iba por mí, me sobresalté de forma clara y tuve que llevarme una mano al pecho.

— Hostia puta, vale, esto... que tengas un buen dia y eso — dije, aunque obviamente la muchacha ya se había ido y estaba pendiente de que aquellos ¿gennins? devolviesen aquellos papeles a sus montañas de papeles respectivas. — Joder, como están los ánimos hoy por aquí...

Quizás fuese un preludio de lo que me esperaba a mí. Quizás no. Puede, incluso, que fuese un punto intermedio. Pero solo había un modo de saberlo, así que enfilé un camino que ya conocía desde cuando Moyashi Kenzou era el padre de Kusagakure. Tragué saliva un par de veces antes de empezar a subir las escaleras, suspiré y empecé a escalar los escalones, cada cual era más pesado que el anterior, como si una losa sobre mis hombros hiciese más ardua aquella simple tarea. Tras ellos, enfile´un pasillo que se antojaba más silencioso que de costumbre, ¿o era una falsa apreciación mía? Finalmente llegué a la puerta que daba acceso a la oficina donde tendría que estar esperando Aburame Kintsugi, la sucesora de Moyashi Kenzou como Morikage. fui a poner la mano en el pomo pero me detuve. cerré los ojos, volví a tragar saliva y mi puño derecho dio un par de toques con los nudillos sobre la madera de la puerta, esperando respuesta del interior.


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 20/08/2020

Lo que pasó entre Kamisho Yuna y el grupo de jóvenes, era algo que Yota no llegaría a ver. Después de atravesar la recepción, subió las escaleras durante varios largos pisos. Los escalones crujían con pesadez por debajo de sus pies, pero él los ignoró y siguió ascendiendo hasta el último piso, antes de llegar a la azotea. Recorrió un último pasillo, iluminado por pequeños farolillos de papel, y terminó plantándose frente al portón que daba acceso al despacho de la Morikage. Yota alzó la mano y, tras tragar saliva, dio un par de toques a la puerta. La madera resonó con gravedad, y apenas pasaron un par de segundos cuando una voz femenina respondió desde el interior.

Adelante.

Si Yota accedía al interior se encontraría con un panorama familiar. El despacho se abría ante él, amplio y tan acogedor como siempre. Los enormes ventanales que daban la vista al resto de Kusagakure estaban abiertos de par en par, seguramente en un desesperado intento por captar algo de aire fresco del exterior. A su alrededor, y cubriendo las paredes, una gran cantidad de estanterías lucían desde vetustos libros y pergaminos hasta otros objetos más curiosos y exóticos como eran aquellas macetas de flores extrañas y exuberantes entre las que danzaban varias mariposas de vistosos colores. Aburame Kintsugi le esperaba en el centro del despacho; y, como siempre, la mitad superior de su rostro estaba oculto tras un antifaz de mariposa: en aquella ocasión, de una colias blanca. En aquellos instantes parecía sumida en la lectura de unos papeles que sostenía entre las manos, pero no tardó en percibir la presencia de Yota.

Ah, Yota, pasa, toma asiento —le invitó, con suavidad, señalando una de las dos sillas que se encontraban frente a ella. Pese al antifaz, Yota fue capaz de percibir que la Morikage le estaba estudiando cuidadosamente, y sus ojos terminaron deteniéndose durante una fracción de segundo en su mano izquierda—. ¿Dónde está Kumopansa? ¿Hoy no viene contigo? —le preguntó.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 21/08/2020

Adelante.

Dicho y hecho. Tras aquella orden, mi mano se dirigió hasta el pomo de la puerta, acariciándolo.

— Joder, vale

«No seas paranoico, todo va a ir bien»

Tan solo tenía que terminar de rendir cuentas por lo que sucedió en la pelea con Etsu. Nada más, ¿verdad? Accioné el mecanismo del cerrojo y la puerta se abrió, desvelando el interior del lugar de trabajo de Kintsugi-sama. Tenía un aire distinto que el de la última vez. Quizás fuese por las macetas. Pero que la esencia de Kusagakure se colase por las ventanas que estaban abiertas me ayudaba a respirar. Di unos pasos adelante y realicé una reverencia, clavando mi rodilla diestra en el suelo y dejando caer mis brazos hasta que las manos tocaron el suelo, agachando la cabeza.

Ah, Yota, pasa, toma asiento

— Como desee, Morikage-sama

Me levanté y, tal y como había indicado tomé asiento en una de esas sillas que estaban frente al escritorio mientras trataba de calmarme. Podía parecer que todo iba bien, pero aquel minucioso examen visual al que había sido sometido activó el torrente de sangre y la adrenalina empezaba a actuar.

—. ¿Dónde está Kumopansa? ¿Hoy no viene contigo?

— Oh, está de vacaciones. Desde la misión de la estación de tren que me dijeron que esperase su llamada


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 24/08/2020

Yota afirmó que su araña se encontraba de vacaciones, y la Morikage no pudo evitar alzar una ceja con escepticismo. ¿De vacaciones? ¿Existía siquiera ese concepto para los animales shinobi? Decidió no darle demasiadas vueltas al asunto; después de todo, Kumopansa no entraba dentro de los temas importantes de aquel día.

Sí, la misión de la estación... —repitió Kintsugi en voz baja, reordenando y amontonando los papeles que había estado estudiando. Volvió a alzar la mirada hacia Yota, seria, sombría—. Cuéntamelo todo Yota, ¿es cierto? ¿Es cierto que te atacó uno de los siervos de esos monstruos? ¿Que perdiste un dedo luchando contra él?

En realidad, ella ya conocía todos los detalles. Todo estaba debidamente documentado en el reporte que había estado leyendo, una y otra vez, hasta la llegada de Yota. Pero prefería escucharlo de sus labios. Necesitaba escucharlo de sus labios.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 24/08/2020

Sí, la misión de la estación...

Seguramente aquella misión tardaría bastante en olvidarla. Y en su defecto, la ausencia del dedo corazón de mi mano izquierda ya se encargaría de recordarmelo.

—. Cuéntamelo todo Yota

«cuando dice todo.. se refiere a todo de ¿todo?»

¿es cierto? ¿Es cierto que te atacó uno de los siervos de esos monstruos? ¿Que perdiste un dedo luchando contra él?

Tuve que apartar la mirada. Hasta cierto punto me avergonzaban las secuelas de aquel día. Pero bien es cierto que más vale una imagen que mil palabras.

— Eso me temo, Morikage-sama — dije alzando mi mano izquierda, mostrandole el dorso a ella y la palma a mi mismo, con mis 4 dedos supervivientes extendidos — Pero preferiría empezar por el principio y no por el final, si le parece bien

Entonces mi mano se deslizó hasta mi rodilla, cubriendola y apretando con rabia mi articulación. Hice lo propio con la otra mano.


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 28/08/2020

Yota apartó la mirada, incómodo. Pero Kintsugi no lo hizo en ningún momento. Sus ojos, ocultos tras aquel curioso antifaz, seguían clavados en el muchacho, y ella aguardaba expectante.

Eso me temo, Morikage-sama —terminó afirmando, mostrándole la mano izquierda. El rostro de Kintsugi se ensombreció al ver aquel hueco antinatural entre sus dedos, aquel hueco que no debía estar allí—. Pero preferiría empezar por el principio y no por el final, si le parece bien.

La Morikage asintió.

Te escucho, Yota. Desde el principio. Pero intenta no dejarte nada.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 29/08/2020

Te escucho, Yota. Desde el principio. Pero intenta no dejarte nada.

Y bajo aquel antifaz, esperaría, expectante, con mi versión de los hechos y de lo ocurrido. Una gran oportunidad de explicar la verdad y nada más que la verdad. Incluso de hacerle entender las decisiones que aquel día acabe tomando.

«Solo intenta no cagarla, ¿podrás hacerlo?»

Suspiré mientras tomaba fuerzas.

— Pues como he hecho cada día desde que regresé a Kusagakure, me presenté en este mismo dojo para que se me asignase mi tarea diaria. Fue aquí donde se me dijo que tenía que ir a realizar las tareas de limpieza de los convoyes de la estación. Eso fue lo que hice y allí me encontré con Shiten-san, quién a su vez me presentó al encargado de la estación, Kon-dono. Kon-dono quiso que antes de ponerme a trabajar hablasemos de todo un poco... del torneo, de min combate con Etsu-san, de Kenzou-sama, en definitiva, de Kusagakure y de mi implicación con la aldea.

Bajé la mirada al suelo, con clara decepción. Puede que mi vista se apagase por unos instantes.

— Lamento lo ocurrido en el Valle de los Dojos, Morikage-sama, de verdad. Me dejé llevar por el calentón de la pelea y... bueno, supongo que perdí la percepción de las cosas

Kintsugi podría sentir que lo que le estaba diciendo era sincero, no habían patrañas ni falsas palabras. Había tenido el tiempo para recapacitar y ver que aquello y la conversación con Kon me había servido para recapacitar y reflexionar.


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 29/08/2020

Yota suspiró, como si estuviese tomando carrerilla antes de lanzarse de cabeza al abismo. Comenzó a relatar cómo había estado haciendo encargos sencillos desde su regreso desde el Valle de los Dojos, y que aquella mañana había sido encargado a limpiar los trenes de la estación de ferrocarriles. Y que al llegar allí había estado hablando con Kon, el encargado del lugar.

Fue en ese momento cuando Yota decidió desviarse un momento del asunto para hacer referencia a lo sucedido durante el torneo, a lo que había ocasionado la pérdida de su bandana. Las palabras de Yota eran sinceras, podía notarlo, pero Kintsugi negó con la cabeza, inflexible.

Lo hecho, hecho está. Pero debes ser consciente de las consecuencias de tus actos, Yota. Mancillaste la imagen de Sandaime-dono, que Izanami lo tenga en su gloria, frente a todo Ōnindo, Yota. Frente a todo el mundo, incluido el resto de Kage y los Señores Feudales.

»Continúa.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 29/08/2020

Lo hecho, hecho está. Pero debes ser consciente de las consecuencias de tus actos, Yota. Mancillaste la imagen de Sandaime-dono, que Izanami lo tenga en su gloria, frente a todo Ōnindo, Yota. Frente a todo el mundo, incluido el resto de Kage y los Señores Feudales.

Las palabras de la Morikage caían como una losa sobre mi cabeza. Cada sílaba, cada palabra, cada frase... no podía rebatirlas. Pero no porque no quisiese, sino porque no podía. Tenía la maldita razón, me equivoqué y actúe de la peor forma posible, ignorando que estábamos bajo la atenta mirada del mundo, de Ōnindo. Seguía con la mirada en el suelo, perdida en las patas del escritorio que tenía enfrente, incapaz siquiera de intentar mirar al rostro de Kintsugi.

»Continúa.

— Y-yo... está bien, veamos... — por un momento quise aclarar que algo sobre la plea y el henge, pero no pude. — El asistente de Kon-dono me acompañó hasta el hangar de los convoyes, me dejó algunos utensilios para llevar a cabo la limpieza y me dejó solo en aquel lugar

Brevemente recordé la chulería de aquel tipo, pero aquel era un detalles insignificante que no le importaría a la Morikage. Además, no afectaba a lo que vino después.

— Entonces escuché un sonido raro. Fue un sonido seco y metálico. Mire, si le soy sincero, necesitaba descubrir que todo iba bien y que simplemente se había caído algo y todo estaba bien, ¿quién iba a imaginarse que un puto general de esos andaba por ahí? Así que fui a comprobar qué pasaba


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 31/08/2020

Y Yota continuó su relato. Al parecer, el antiguo shinobi de Kusagakure había llegado hasta el lugar de reposo de los ferrocarriles con ayuda de uno de los asistentes de Kon. Pero todo se había puesto patas arriba, antes de empezar a limpiar siquiera. Yota había escuchado un sonido en el exterior, un sonido seco y metálico, y fue a comprobar qué era lo que estaba pasando.

¿Y todo iba bien? ¿Pasaba algo? —le empujó Kintsugi, aunque ella ya conocía la respuesta a aquella pregunta.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 1/09/2020

¿Y todo iba bien? ¿Pasaba algo?

Oh, claro que pasaba algo. Lo que vino después fue lo último que alguien que va a limpiar trenes podría haberse esperado.

— La verdad es que si. Detrás de aquella maldita puerta estaba aquel sádico. Se había cargado a uno de los trabajadores y estaba jugando con uno de sus dedos. Creo que fue el tipo que me había acompañado hasta el hangar. Mire, no sé qué esperaba que hiciese, pero dentro de mí despertó algo que me empujó a tratar de detenerlo. Hice un kage bunshin para que viniese hasta Kusagakure y alertase a als autoridades, pero yo traté de reducir al General

Suspiré. Al principio creí que le tenía, lo creía de verdad.

— Lo logré, pero solo temporalmente. Desafortunadamente, mi Nenkin no Yodare no es infinito y con el paso del tiempo pudo librarse de la atadura, debilitó a Kumopansa que luchó con una gran valentía. Las cosas se torcieron hasta que sacó al bijū o algo así. Le cubría una capa de chakra violenta. Llegó a tocarme y aquella cosa quemaba. Me asusté y entonces dos huesos salieron de su mano y se clavaron en mi dedo. Vi la muerte en mis jodidas narices, Morikage-sama. Y-Yo... lo siento, tuve que tomar una decisión drástica y tiré hasta que mi dedo se desprendió para poder huir y salir vivo

Tuve que contener la respiración. Era débil y se demostró aquel día. Tenía mucho que mejorar. De nuevo, mi mirada seguía clavado en lo bajo, incapaz de alzarla.

— Luego me encontré de nuevo con Shiten que terminó de ahuyentar a ese cabrón al mismo tiempo que me defendía. Tras la pelea los médicos me atendieron. No sé cuál era su plan inicial, Kintsugi-sama, pero estaba buscando algo allí. Le ahuyentamos ese día, pero es posible que vuelvan para completar aquella misión. Trataron de aprovecharse de que todos estaban en el Valle de los Dojos...


RE: Ecdisis - Aburame Kintsugi - 5/09/2020

Yota tomó carrerilla de verdad. Si hasta el momento había estado soltando la información prácticamente con cuentagotas, en aquel instante prácticamente se desbordó.

Aquel Monstruo (no podía llamarlo de otra manera) había asesinado a uno de los trabajadores del hángar. Yota había saltado para detenerle, y en el proceso había creado un clon para advertir a la aldea de lo que estaba ocurriendo mientras él se enfrentaba con el susodicho General. Sin embargo, aquel tipo parecía ser un hueso duro de roer, y las cosas se pusieron aún más feas cuando decidió utilizar aquel monstruoso poder que llevaba en su interior. Yota se había visto acorralado, y tuvo que hacer la probablemente sería una de las decisiones más difíciles: salvar su vida sacrificando su dedo, o perder ambos.

No tienes que disculparte, Yota. Te viste obligado a tomar una decisión muy valiente ese día. Sigues vivo, que es lo importante, y algún día ese Monstruo pagará con sangre todos sus crímenes —sentenció Kintsugi, férrea. La mujer dejó escapar un largo suspiro, se reincorporó y se acercó con pasos lentos al ventanal que había tras su escritorio—. Pero no termino de entenderlo. ¿Qué hacía un General de esos en nuestro país? Según las otras dos aldeas, ese Nueve Colas está buscando al resto de Bijū para que le juren lealtad en su estúpida utopía de Imperio, o algo así. Pero nosotros ya no tenemos a ninguno de esos monstruos, ni de esos jarrones.

El único que habían tenido, Eikyuu Juro, había salido huyendo después de intentar arrasar la aldea con uno de aquellos terroríficos láseres y después de llevarse la vida del anterior Morikage en el proceso.

Entonces, ¿por qué? ¿Qué ha venido a buscar aquí...? —Meditaba en voz alta, con la mirada perdida en la villa que se extendía en toda su plenitud bajo sus pies, entremezclada en aquel océano de árboles que la conformaban.


RE: Ecdisis - Sasagani Yota - 7/09/2020

No tienes que disculparte, Yota. Te viste obligado a tomar una decisión muy valiente ese día. Sigues vivo, que es lo importante, y algún día ese Monstruo pagará con sangre todos sus crímenes

«Lo volvería a hacer, no me arrepiento de nada» me dije para mis adentros.

No obstante, ese tipo estaba allí por alguna razón. Él mismo fue el que dijo que no era a mi a quien buscaba, sino que el objetivo de su misión era más importante.


Pero no termino de entenderlo. ¿Qué hacía un General de esos en nuestro país? Según las otras dos aldeas, ese Nueve Colas está buscando al resto de Bijū para que le juren lealtad en su estúpida utopía de Imperio, o algo así. Pero nosotros ya no tenemos a ninguno de esos monstruos, ni de esos jarrones.

Kintsugi observaba la aldea desde el ventanal de aquel despacho, intentando buscar que tuviese sentido.

Entonces, ¿por qué? ¿Qué ha venido a buscar aquí...?

— La verdad es que no lo sé, por suerte logramos ahuyentarlo — dije encogiendome de hombros — Traté de sacarle información pero no hacía más que insistir en que sirve al orden y que yo no era nadie para él. Le pregunté a Shiten, por si se le ocurría algo, pero contestó que allí en la estación no había nada

«Mierda, tiene que haber algo»

De todos modos, no debemos descartar que regresen. Y esta vez con un General más poderoso para asegurar el éxito de su misión...


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