(D) Romance a la antigua - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Uzushiogakure (https://ninjaworld.es/foro-uzushiogakure) +--- Foro: Calles de la Aldea (https://ninjaworld.es/foro-calles-de-la-aldea) +--- Tema: (D) Romance a la antigua (/tema-d-romance-a-la-antigua) |
(D) Romance a la antigua - Hachi - 30/08/2021 Mis ojos miraban al frente, pero tan solo reaccionaban a los movimientos del entorno. Personas sin rostro deambulaban, al igual que yo, para atender sus deberes o, al menos, sus necesidades. Mi conciencia tan solo estaba presente para evitar los obstáculos, mas mi mente, encimismada, enlistaba las cosas del refrigerador, buscaba si había alguna bombilla fundida en la casa que no hubiera atendido o había algo que había dejado pasar. En mi mejilla siento aun fresca la caricia de despedida de mi madre, la veo sonriéndome con cariño, pero no puedo evitar sentir su ahogo por la vida, la oscuridad en sus ojos es cada vez más profunda, más extensa y la va tirando a una muerte en vida. Me detengo en seco cuando al mirar hacia arriba leo la calle de la intesección, me había pasado, estaba tan absorto que se me había olvidado revisar las calles para no perderme. Vuelvo unos cuantos pasos para atrás, ahí estaba el nombre de la intersección donde esperaría a mi compañero. Mi mente viaja medio día en el pasado al momento en el que entregaba el reporte de mi anterior asignación y me entregaban los parámetros de la nueva. "Hachi, el día de mañana te unirás a Kagetora Rengoku en ayudar al señor Samidare en los preparativos de su cincuenta y dos aniversario de bodas. Ya ha mandado a hacer la comida, el pastel y los regalos, solo falta que pasen por ellos y los lleven a su hogar, donde serán sus meseros durante la tarde. El señor Samidare es un ejemplar hombre de sociedad, honorable y honesto; su esposa también y son importantes personas tanto por su honorabilidad como por su edad, deben tratarlos como lo que son. Encuéntrate con Kagetora en..." ─Central y Tercera. Digo en voz alta mientras leo los señalamientos perpendiculares en un poste. Una gruesa nube cubre el sol, el manchado móvil del cielo proyecta sus sombras viajeras a través de la urbe, dejando que un frío aire corra a través del lugar, el aire no tiene ese peculiar aroma a preticor que delata la lluvia por venir, me siento aliviado. Aspiro profundo comienzo a buscar en los alrededores a alguna persona con una placa como la que llevo en la frente, algún indicio de mi posible compañero cuyo rostro aun no conozco. |