Sin jueces no hay sentencia - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: Sin jueces no hay sentencia (/tema-sin-jueces-no-hay-sentencia) Páginas:
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Sin jueces no hay sentencia - Blame - 14/10/2015 Tras un buen viaje, el chico de cabellera albina terminó por alejarse del todo de aquél tétrico país de la tierra. Las areniscas superficies, la falta de agua, el constante sol... no era algo que realmente le agradase. Lejos de buscar venganza, buscaba informarse bien, y quizás algo de fuerza. Seguramente de lo segundo era de lo que más requería, pues vencer en combate a un shinobi del rango Arashikage o a una bestia de cinco colas no sonaba realmente fácil. Fuere por una cosa o por otra, lo primero era buscar algo parecido a un hogar, un sitio mas que nada donde vivir y entrenar. Para nada buscaba una familia, o una amistad, eso eran cosas livianas y que solo le alejarían de sus propósitos. Andando y andando, llegó a mitad de todo y a la vez de nada. Se hallaba en el Valle del Fin. Lugar donde antaño se combatió a las grandes bestias con cola. Ironías de la vida. «Vaya... esos son los grandes guerreros que lo consiguieron...» Era indudable, esas estatuas eran inconfundibles. Innumerables libros contaban sus hazañas, así como esquematizaban y relataban la belleza de aquél lago que quedaron protegiendo por la posteridad. El chico se acercó sin miedo hasta la orilla, donde quedó observando a éstos gigantes tallados en algún mineral. No lucían como una simple roca, eran algo mas... o simplemente los rayos del sol al ocaso daban esa sensación. Sin duda, era un paisaje digno de recordar, o dibujar. Ésto le recordó algo... sus dibujos. —Tendré que hacerme con un bloc y unos pinceles nuevos... vaya...— Se recordó a si mismo. Entre tanto, el chico tomó asiento en la húmeda hierba que daba final a la tierra, y comienzo al agua. Agua que conformaba un enorme lago que brillaba casi tanto como un espejo, reflejando un firmamento que comenzaba a ser distinguible. RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 15/10/2015 Otro día simple en la vida de una kunoichi de vagos pensamientos. Nada que hacer por aquí, nada que hacer por allá, parecía que no tenía obligaciones y que tampoco le interesaba conseguirse alguna pero si que había un asuntito que le daba vueltas en la cabeza y que de vez en cuando su propia madre le 'recordaba', pese a tenerlo muy presente. - Queda poca comida... - Remarcaba la inexistente mujer cada vez que Ritsuko pensaba en comida y recordaba que sus reservas eran escasas. - Ya sé... Luego compro... - Respondía algo fastidiada la pelirroja para luego recordar otro asuntito importante. Llevar una vida como una kunoichi 'libre', o mejor dicho irresponsable, la había llevado a quedarse sin dinero suficiente como para comprar comida, podía pagar los servicios básicos y demás pero con eso se le iría el poco dinero que le quedaba. - No queda otra Ritsu... - Acotaba la mujer mientras la joven se revolcaba por el piso de su habitación en pleno berrinche. Sin dinero no hay comida, y sin comida Ritsuko no es feliz. Por ende, ¿qué podía hacer? Herramientas no tenía y ya había salido de la aldea sin motivo aparente. * ¿De dónde sacaban la comida antes de que hubiese dinero...? * Se cuestionaba la kunoichi mientras vagaba por los diferentes paisajes del país. - ¡Cazaban! - Gritaron ambas féminas al unísono justo cuando pasaban por lo que parecía ser un río. - Bueno, pescar, cazar, es lo mismo... - Se dijo a si misma con una alegre sonrisa mientras se acercaba a la orilla con un baikunai en mano. No, no iba a arrojar uno al agua a sabiendas que luego no podría recolectar (en el caso de que hiciera blanco) lo que matara. Directamente se arrojaría ella misma al agua ignorando el caudal de río. En pocas palabras, Ritsuko se fue río abajo hasta que finalmente logró atrapar un pescado casi que por milagro. Al instante en que tuvo su pescado en boca, saltó finalmente para salir del agua y aterrizar de panzazo sobre algo no muy suave a decir verdad y que se movía bastante a decir verdad. - ¿Azul y verde...? - Preguntó con cierta inocencia viendo que debajo suyo había una persona. Primera vez en la vida de la kunoichi que veía una persona con ojos de dos colores distintos, un rasgo que sin lugar a dudas le serviría de excusa para incordiar por buen rato a este peculiar individuo. Una lástima que el maquillaje de Ritsuko se haya ido con el agua. - Ey... ¿Cómo te hiciste eso en los ojos? - Preguntó la chica sin mostrarse muy dispuesta a 'liberar' al albino que estaba debajo suyo. RE: Sin jueces no hay sentencia - Riko - 16/10/2015 Otro nuevo día, y, para variar, otro día lluvioso en aquella su querida aldea, no es que le molestara, todo lo contrario, simplemente echaba de menos la nieve, el intenso frío de su pueblo natal, las casi diarias tormentas nocturnas que azotaban el lugar, pero su vida había cambiado demasiado en muy poco tiempo, ahora era un ninja de Amegakure, tenía que estar en la villa gran parte del tiempo, y ese tiempo casi siempre era aburrido, aun no había hecho amistades en la villa, por lo que siempre estaba en su casa, con sus tíos, entrenando, aunque no era tan divertido como cuando lo hacía con su padre. Aquel día no era distinto, su tío se había ido a trabajar, y su tía había salido a hacer unos recados, que, como de costumbre se alargarían más de lo normal, por lo que el pelinegro decidió salir a entrenar, pero esta vez se alejaría un poco de la aldea, quería buscar un sitio tranquilo donde poder hacer lo que quisiera sin molestar a nadie, así que preparó una mochila con todo lo necesario y partió en busca del lugar donde entrenar. Llevaba ya un buen rato de viaje, y aún no había encontrado ningún sitio que le convenciera, hasta que, finalmente, se encontró en un lugar digno de admirar, una explanada en que había un lago, y donde se podían ver tres estatuas de un tamaño descomunal, aquello era algo nuevo para él por lo que comenzó a avanzar hacia la orilla del lago, pero se frenó en seco al descubrir que alguien había pensado lo mismo que él con anterioridad y estaba sentado a orillas del lago. No quería aventurarse y acercarse al muchacho sin observarle al menos un poco, por lo que, intuyendo que no lo había visto, se volvió a una zona más cubierta, y quedó allí agazapado en la rama de un árbol, desde donde poder observar casi toda la zona. Tras poco tiempo, algo muy extraño sucedió, una persona más llegó al lugar, pero llegó de una manera bastante cómica, con un pescado en la boca, saltó y sin darse cuenta cayó encima del muchacho que estaba sentado en la orilla del lago. — Vaya, esto tiene buena pinta — Dijo Riko mientras reía, suficientemente fuerte como para delatar su posición, al ver la escena. RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 17/10/2015 Contemplado el cielo a través del agua, concretamente del reflejo que su superficie proporcionaba, el chico apenas fue consciente de lo que se avecinaba. A otro lado del lago, una chica se atrevió a actuar cual cazadora, adentrándose en las aguas en busca de alimento... o a saber qué pretendía. Fuere como fuere, el resultado fue el mismo. De pronto, el agua se disturbó, y de ésta salió una chica con un pez en la boca. No tuvo otro lugar donde caer salvo sobre el albino, el cuál apenas tuvo opción a reaccionar. Ni en sueños se hubiese imaginado una situación así. Lo único que pudo llegar a hacer es anteponer los brazos ante la aparatosa caída que se le venía encima. El agua le llegó hasta el culo, no literalmente, aunque bien cierto era que se había sentado en hierba mojada... En fin, la chica le puso chorreando. Y no solo eso, si no que con esa abatida le tumbó ipso facto, quedando ella sobre él. —Ostra!— Se quejó instintivamente. Lejos de apartarse, la chica se limitó a extrañarse de los rasgos que tanto caracterizaban al albino. No solo se quedó extrañada por el bicolor de iris, si no que le preguntó como se había hecho eso en los ojos. Extraña pregunta para una chica que se abalanzaba desde el agua, con un pez en la boca. Que por cierto, a saber dónde había terminado el pez... —¿Podrías... quitarte... de encima...?— Dio como contestación, a la par que hacía por zafase de ella. —Necesito respirar y tal... no es nada personal...— Pese a que ésta parecía una persona "curiosa", no era la única del lugar. Por los alrededores, una carcajada se hizo audible. ¿Donde diablos se había metido? No había comprado ninguna entrada a éste circo. Lo único en que podía pensar era en quitarse a la chica de encima, así como en buscar quizás un lugar algo mas tranquilo. —Lo de los ojos no me lo hice yo... mis padres me pintaron cada ojo a su gusto, y no se pusieron de acuerdo... así que me tocó conservar ambos colores.— Quizás con una respuesta absurda se conformase, y le dejase en paz. RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 18/10/2015 ¿Que tener a una persona echándote todo el peso encima es molesto? No, que va, a Ritsuko le importa un bledo que así sea siempre y cuando no sea ella la víctima. - ¡No! ¡Pescado! - Atinó a chillar la kunoichi al instante de escuchar aquél primer quejido del albino. Dicho sea de paso el pobre pescado (aunque ya estaba muerto) salió volando de la boca de la pelirroja ni bien hizo su aterrizaje. Ni siquiera se molestó en levantarse que empezó con sus tan normales interrogatorios, tampoco se fijó que había dejado completamente empapado al pobre chico ni que aquella posición podría ser muy... Mal interpretada por cualquiera que los viera, como el dueño de aquella risa que interrumpió ese momento. Y no, no iba a hacerle caso, no como seguramente él se esperaría. En lugar de levantarse, Ritsuko simplemente se sentó quedando encima de la cadera del shinobi de modo que ya pudiera respirar perfectamente. - Ah... A mi me tocó un solo color... - Respondió un tanto desilusionada al escuchar la respuesta del albino. De cualquier manera, la atención de la pelirroja se desvió hacia el horizonte, donde estaban los árboles y de donde teóricamente provenía la risa que se escuchó. - ¿Mamá...? - Preguntó con una expresión llena de inocencia a la vez que ladeaba un poco la cabeza. A sabiendas que su madre se habría ocultado al encontrarse con el chico de los ojos bicolor, supuso que tal vez se estaría riendo de la situación estando escondida en algún árbol. Luego de unos breves instantes, la atención de la kunoichi volvió nuevamente a la persona que estaba debajo suyo, teóricamente atrapada por su escaso peso, siendo más específica, a aquella cosa extraña que se estaba clavando en una de sus piernas. Así como se encontraba en ese mismo instante no podía ver absolutamente nada, por lo que simplemente estiró un poco una de sus piernas para encontrarse con... Nada, simple tela de lo que parecía ser una capa que estaba cubriendo lo que realmente le interesaba a Ritsuko. - Ey... ¿Qué traes ahí...? - Preguntó con cierta inocencia a la vez que llevaba una mano a la pierna del albino para comenzar a tantear un poco en un intento por descifrar qué era lo que tenía ahí pero sin éxito. Todo esto, sin dar importancia alguna a la posición en la que se encontraban o si a él le molestaba o lo que sea, lo único en la mente de la kunoichi era conseguir algún tipo de respuesta ante aquello que le molestaba mínimamente. RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 2/11/2015 El pez había salido volando, y no fue de extrañar que la chica vociferase por su sustento, o lo que parecía ser su proxima comida. Pero su atención no se centró para nada en su caza, ni por asomo, se había centrado en el chico que tenía bajo ella. Sin importar lo mucho que el chico intentaba zafarse de manera cordial, la chica hacía lo posible por mantenerse en esa posición dominante. Parecía dispuesta a molestar al albino bajo cualquier coste. Realmente el Senju había intentado ser cordial, pero si había algo que le pusiese de los nervios era un situación tan cercana a una chica... por no mencionar que además de chica, era humana. Ese toque distintivo la hacía odiosa ya de por sí, mezclado con su actitud, su posición y su cercanía... A simples rasgos, estaba jugando con un cartucho de dinamita con la mecha encendida. La respuesta del chico ni tan siquiera había sido suficiente como para disuadirla de su intención, lo único que la distrajo fue una risa de algún espectador escondido. ¿Qué clase de broma era esta? ¿Acaso lo estaban grabando o algo por el estilo? Para rematar, la chica tanteó por la pierna del Senju, a la pregunta de qué se traía por ahí. —Déjame en paz!— Vociferó mientras la empujaba bruscamente hacia detrás. Tras empujarla, buscaría ponerse en pié rápidamente y alejarse un par de pasos hacia detrás, quizás con el empujón lograse que la chica cayese de culo. Sin embargo, eso no le importaba lo mas mínimo. Algo confundido y malhumorado, casi de manera inconsciente comenzó a crear una capa de chakra sobre su piel, la cual poco a poco gobernaría toda la superficie de la misma. Surgiendo a borbotones de chakra, ilustradas en burbujas, era el principio del fin. A la chica se le habían acabado los juegos, al menos con ese chico. No había tenido mucha suerte topando con Blame. —Además de humana, testaruda... ¿Que parte de "que te apartes" no entiendes?— Obviamente, su tono no desprendía demasiada calma, mas bien enfado. RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 2/11/2015 Al final de cuentas, el albino no tenía la paciencia que aparentaba tener, o Ritsuko se la había reventado en cuestiones de segundos rompiendo así su marca personal. El chico gritó a todo pulmón para luego darle un empujón a la pelirroja logrando así liberarse y que ella quedase sentada en el piso, se quejaría de que la hierba estaba húmeda pero ella acababa de salir del agua por lo que mucha diferencia no hubo. ~ Y... ¿Esa cosa...? ~ Se preguntó la chica mientras veía como una especie de masa gelatinosa comenzaba a brotar de la piel ajena. La pelirroja como primera medida se levantó del suelo y se quedó observando con suma curiosidad aquellas burbujas que comenzaron a formarse. Pero al escucharle hablar y sentir la ira a través de las palabras, no pudo evitar ladear la cabeza y soltar una risilla algo burlona. - Pero si eso no fue lo que dijiste. - Dijo sonriente mientras que con su mano derecha sacaba un baikunai de su portaobjetos. - Soy muchas cosas, entre ellas estúpida, pero lo que no soy es sorda. Lo que si dijiste fue '¿Podrías quitarte de encima?' y 'Déjame en paz' pero nada más. - Decía la chica mientras se alejaba unos pasos con tal de tener la distancia suficiente para poder ver venir cualquier tipo de técnica y tomar medidas al respecto. No hacía falta analizar nada, era sabido que Ritsuko estaba en completa desventaja ya que no conocía ningún tipo de técnica que pudiese ayudarla a luchar ni tampoco tenía más armamento que un par de baikunais que ni siquiera sirven para ser arrojados, en pocas palabras, la única manera que tenía la pelirroja de lograr algo era acercándose y esa masa oscura probablemente será algo un tanto peligroso de tocar. ~ O podría... Irme con la corriente... ~ Pensaba sin despegar la mirada del albino a la espera de cualquier posible ataque. RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 2/11/2015 En una faceta que pocas veces dejaba ver, el chico incluso comenzó a exteriorizar ese chakra que tanto le caracterizaba. No había conseguido algo fácil aquella chica, hasta esa renacuaja de Sayaka lo había intentado sin éxito... quizás solo le faltó éste detalle, la proximidad. Mas que cualquiera de las cosas que odiaba, había quizás algo que temía. Contagiarse de esa enfermedad, y padecer de verdadera modestia o felicidad... no quería sufrir en silencio como el resto de humanos... su verdad, su esencia... todo en peligro por una chica. JAMAS. Por otro lado, la chica no era la única en el lugar, eso era algo seguro. Al menos había otra persona mas, el propietario de esa carcajada aislada. Matarla era una opción bien compensada, pero... ¿y si el que se escondía en algún lugar traía refuerzos? Aún era débil para poder matar a varios, mucho mas cuando ni tan siquiera sabía la cantidad de acompañantes que ésta chica pudiese tener. Tensó el puño, apretándolo con todas su fuerzas, y sin mas dejó de ejercer esa fuerza. Poco a poco el chakra que comenzaba a recubrir su cuerpo terminó por desvanecerse de la misma manera, en numerosas burbujas de color negro mate. Ese acto fue acompañado por una sonrisa por parte del chico. —Soy alérgico a las personas... el contacto físico me produce esa reacción, por favor, mantente alejada de mi.— Alegó ante su reacción anterior. Si supiese lo afortunada que era... lástima que el albino no era aún un experto en el combate, pues aquí habría perdido la vida. Quizás, sobre todo con su actitud, no todo habría acabado aquí. Tan solo le consolaba la idea de encontrar respuesta a su duda... ¿Cuantos la acompañaban? —Bueno... y tu amigo... ¿es tímido o qué?— Con esas palabras, volvió su mirada a ver si encontraba al tercero, cuarto, o quinto de sus posibles amigos. ¿Estaría ante la posibilidad de una emboscada? Por suerte no mostraba su bandana metálica... eso si que podría haberle ocasionado problemas. RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 2/11/2015 Podría decirse que Ritsuko se estaba jugando la vida en esto, en solo molestar un poco más al albino que ya estaba lo suficientemente preparado para atacarla con todo su poder. El único inconveniente para él parecía ser la posibilidad de que ella no estuviese completamente y sola, algo bastante lógico si recordamos aquella risa por la que Ritsuko podría haber mentido para esconder a su compañero. De cualquier manera, el chico de la heterocromía hizo desaparecer su chakra convirtiéndolo en una buena cantidad de burbujas oscuras que Ritsuko tenía ganas de probar a reventar pero se contendría por lo que le acababa de decir. Lo que es una alergia ella lo sabía muy bien, había padecido varias veces aquello y no le gustaba para nada, para empeorar estaba ese día que se tragó el pelo de un gato y casi muere asfixiada debido a una hinchazón en su garganta que no le permitía ni respirar. Luego de tener un escalofrío, la pelirroja se guardó el baikunai y le hizo una reverencia algo exagerada al mismo tiempo que decía. - ¡Disculpa! ¡Nosabíadeesaalergiaasíquenovolveráapasar! - Le habrá tomado tal vez un segundo decir todo eso y sin siquiera rozarse la lengua con los dientes. Tal y como había dicho, independientemente de si él la entendía o no, dejaría de lado la idea de acercársele por respeto a las alergias y para demostrarlo se sentó en el lugar con las piernas cruzadas. Ahora, respecto a la pregunta, la kunoichi dedujo que se refería a su madre la cual buscó con la mirada por los alrededores pero sin éxito. - Algo así... Selapasadesapareciendo... - Respondió la pelirroja mientras se llevaba una mano al vientre para rascarse con suma tranquilidad como si nada hubiese pasado. RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 3/11/2015 Blame comenzó a tranquilizarse, al menos ahora que mantenía las distancias con la chica, y ésta no parecía predispuesta a continuar molestandole. Fuere como fuere, terminó haciendo una reverencia y pidiendo disculpa. Al menos eso fue lo primero que entendió el albino, pues las palabras que precedieron al "Disculpa" fueron casi ininteligibles. Ni flash habría de hablar tan rápido, menuda chica... —No pasa nada...— Tras ello, la chica tomó asiento en la húmeda hierba. Quizás ni le importaba que estuviese mojada la hierba, a fin de cuentas había salido del mismo agua. Al albino le terminaba cayendo en la misma, había sido empapado por la chica... ya de putas al río. Sin mas, tomó asiento también en la húmeda hierba, evidentemente con las distancias aún guardadas. Ante la pregunta del Senju, la chica contestó de nuevo con esa velocidad en el habla tan asombrosa. Al menos le pareció entender que si había alguien, pero que siempre se escondía. El albino no pudo esconder su asombro ante esa manera de hablar. Realmente era difícil llevarle el ritmo en una conversación. —Entiendo...— Contestó, aunque realmente no entendía una mierda. —Sí que hablas rápido...— De nuevo, miró hacia el lateral, buscando encontrar a aquella persona que se las traía escondiéndose a todo momento. Pero el resultado fue obvio, si tanto le gustaba esconderse... al menos bueno era, o la práctica le hacía bien, pues era un completo fantasma. Cuando volvió la vista a la chica, cayó en cuenta. Llevaba una mascara, de arcilla o algo parecido, y tenía la forma de una calavera... Ésta chica era de lo más singular. RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 3/11/2015 El chico al final se había logrado tranquilizar y Ritsuko hasta cierto punto sentía algo de culpa, después de todo, su experiencia con las alergias habían sido de lo más traumáticas por lo que para ella eran algo más que un tabú. ~ Al menos... No parece estarse muriendo ni nada... ~ Pensaba mientras observaba atentamente esperando desde lo más profundo de su ser que no presentase algún tipo de reacción exagerada por haber estado sentada encima de él. Ahora que tenía que mantenerse lejos de él no tenía muchas opciones para molestarle más que seguir hablando, cosa que terminaría por aburrirla en poco tiempo así que este chico tenía bastante suerte en ese aspecto. - Supongo - Respondió en menos de una milésima de segundo haciendo que esa palabra pudiese interpretarse como si la chica hubiese dicho tan solo una sola sílaba de la misma. Ahora que el albino comenzaba a tomar algo más de confianza o al menos tranquilizarse, Ritsuko juntó la planta de cada pie y los tomó con ambas manos, luego se inclinó un poco hacia adelante como si intentase ver mejor al chico que estaba sentado a unos cuantos pasos de distancia respecto de ella. - ¿Ycómote...? - Hablaba demasiado rápido, o mejor dicho, movía la lengua tan rápido que la mandíbula se le quedaba atrás y a la larga siempre terminaba pasando. Tras morderse la lengua la pelirroja se 'hizo bolita' mientras se tapaba la boca con ambas manos. - ¡Duede! - Chilló mientras se retorcía en su posición a causa del dolor. No sería sorpresa si un día de estos se termina matando tras arrancarse la lengua. Luego de tal vez un minuto así, volvió a sentarse a como estaba pero con ojos llorosos y mostrando en su mirada que en serio le había dolido. - ¿Cómo de amas...? Yo Disuko- Preguntó como pudo al no sentir la punta de su lengua viéndose incapaz de pronunciar algunas letras como la 'L', 'T' o 'R'. RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 5/11/2015 El albino quedó observando a su interlocutora, aunque no cesaba su alerta, imaginaba que un segundo objetivo podía estar a su flanco o espalda. Alerta como un didelfimorfos, el Senju intentó parecer de lo mas tranquilo, cosa que normalmente solía conseguir sin problema alguno. El chico sin embargo quedó helado. La pelirroja volvió a hablar con esa velocidad que tanto parecía caracterizarla, pero al hacerlo, terminó por morderse la lengua. Al menos eso fue lo que pareció. La chica, casi al instante, se echó a rodar como una pelota. Sus manos se afianzaban a la boca, dando una señal clara de lo ocurrido. Poco tardó en quejarse, afirmando que "dodía". Habría de suponerse que quería decir que le dolía. «Ésta chica está mal de la cabeza...» Era obvio lo primero que se le vino a la mente al chico ante esa situación. Si hubiese posibilidad hasta su tono de piel sería hasta mas blanco. Se había quedado de piedra. Lejos de ser todo, y ante un sepulcral silencio por parte del albino, la chica procedió a hablar... o al menos lo intentó, pues sus palabras estaban algo tergiversadas. Bastante difícil de entender, aunque algo intuíbles. - ¿Cómo de amas...? Yo Disuko - Blame tardó en reaccionar ante la pregunta. —Tranquila... yo te ayudo a calmar ese dolor...— Por su cabeza ni pasó la posibilidad de que la persona que se escondía pudiese actuar ahora. Tan solo le vino una idea, salvar a la chica. Evidentemente el dolor de la lengua era lo de menos... siendo realista, ¿Donde aceptarían a esa chica? Era mas rara que un perro verde, y eso le daba una única directriz... ser repudiada por el resto. ¿Acaso eso no era motivo de sufrimiento? Estar retirada, ajena, cazando para comer... Todo tenía una interconexión. Mostró de nuevo su sonrisa, y ladeó un tanto el rostro, buscando una nueva perspectiva. Con parsimonia, llevó su mano hasta la kodachi que llevaba atrás. No buscaba disimularlo de hecho, le importaba poco que la chica supiese de sus intenciones. —Has tenido suerte, hoy es el día en que vas a ser salvada de una vida de sufrimiento. Ya no sentirás mas ese dolor...— Argumentó mientras se ponía de pie, con la misma parsimonia que había llevado su mano a la kodachi. Sin mas preámbulo, la sacó de su funda, y con un leve giro de muñeca la mostró a la chica. Su sonrisa se hizo aún mas acentuada, iba a disfrutar de éste momento. —¿Te resistirás? ¿O me dejas ayudarte de manera rápida?— La pregunta era un tanto absurda... los humanos tienden a aferrarse a la vida, incautos e inconscientes del dolor que eso les producirá a corto y largo plazo. Seguramente la pelirroja no era una excepción. RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 6/11/2015 Aquel que tenía delante Ritsuko estaba guardando silencio, posiblemente porque no había entendido absolutamente nada de lo que ella había dicho a causa de la gran velocidad que tenía a la hora de articular palabra. El lado positivo es que luego de morderse volvía a hablar con normalidad hasta que recuperaba la sensibilidad de su lengua. Luego de morderse la lengua y de haberle formulado una pregunta al chico, este prefirió desviarse hasta el comentario que soltó la pelirroja al momento de morderse. Ese "Duede" que salió de la boca de la kunoichi momentos atrás. —Tranquila... yo te ayudo a calmar ese dolor...— Dijo el albino para luego agregar más a lo previamente dicho al mismo tiempo que desenfundaba una kodachi y se ponía de pie. —Has tenido suerte, hoy es el día en que vas a ser salvada de una vida de sufrimiento. Ya no sentirás mas ese dolor...— Librarse de una pelea para meterse en otra, por solo haberse mordido. ~ ¿Buscaba una excusa para matarme...? ~ Pensaba la kunoichi que también se había puesto de pie para nuevamente tomar su baikunai con la diestra. Obviamente, la pelirroja no iba a aceptar la propuesta, no iba a dejar que la 'librasen de su dolor' puesto que el que se había dado era de los pasajeros y ya estaba bastante acostumbrada, por lo que simplemente se quedó a la espera de cualquier tipo de movimiento por parte del chico. —¿Te resistirás? ¿O me dejas ayudarte de manera rápida?— Preguntó el shinobi mientras esperaba probablemente a una respuesta la cual no tardó en llegarle. - Claro que me resistiré... Así como tu no te suicidaste cuando estuve encima tuyo causándote esa reacción... Quiero decir... Cuando hay algo que te molesta no puedes decir que te sientas bien... - Respondió con bastante seriedad mientras esperaba por cualquier tipo de movimiento, después de todo, la falta de conocimientos en artes ninja la ponían en clara desventaja puesto que no tenía ningún tipo de técnica que pudiese ayudarla en una batalla y tampoco podía dar buenos golpes físicos. En pocas palabras, Ritsuko dependía completamente de sus dos baikunai. RE: Sin jueces no hay sentencia - Blame - 7/11/2015 El chico estaba decidido. Salvarla era la mejor opción, y ya no había marcha atrás. Salvaría primero a la chica y tras ella salvaría a aquél que se escondía. Fuesen muchos o pocos, ya iría actuando conforme la situación cambiase. Adaptarse a la situación era parte de su oficio... o de su vida, pues su oficio ya había quedado en un mero trozo de metal sin significado. Ahora no tenía dueño. Pese a su argumento, la chica pareció no comprender lo favorable de su situación. Parecía haber entendido que su oferta era a causa del dolor físico... que inocente. El albino ladeó de nuevo el rostro al escuchar su respuesta, y dejó caer el brazo que portaba la espada a peso de plomo, hasta que ésta se hincó en el suelo. Con toda la tranquilidad del mundo, y ante una oponente que se ponía de inmediato en guardia, el chico se llevó la siniestra tras la nuca. Con un gesto de modestia, intentó reflexionar un poco. —No, no, no... no lo has entendido. No es cosa del dolor físico, o mental... Te voy a salvar de una vida de sufrimiento. Tarde o temprano tus padres te dejarán de lado, tus amigos, tus profesores, tu aldea... Eres un bicho raro, una chica que porta una mascara y mentalmente inestable... no eres agradable para el resto, y como comprendo esa sensación... te voy a librar de ella. Puedes echarme las culpas... ese es el verdadero significado de mi nombre. Blame, al que culpar.— Sin mas que añadir, pues ahora su presa sabía el motivo, el albino alzó de nuevo su diestra, encarando el filo de su Kodachi hacia la pelirroja. Era obvio su propósito, su mentalidad, y su objetivo. Con un fuerte movimiento, desvió de nuevo su brazo, ésta vez moviendolo hacia su derecha. Habría claramente un hueco en su defensa, y mantenía una posición que para nada parecía una pose de guardia, pero estaba preparado. Quizás la chica fuese kunoichi, o lo que quisiera... el chico sin embargo jugaba con una ventaja, estaba adiestrado pese a no llevar visible una bandana de metal. —¿Crees en algún dios?— Preguntó con descaro. De nuevo, su piel comenzó a regurgitar una sustancia negra como una noche de invierno. Numerosas burbujas de lo que parecía ser su chakra, pero que lejos de ser tan solo visible parecía adherirse a su piel formando una gruesa capa negra. Aún no se podía apreciar su verdadera forma, pero comenzaba a recubrir todo su cuerpo por completo. Estado de Blame —PV: 104 —CK: 138 -18 = 120 —Objetos:
* Ninguna AO * RE: Sin jueces no hay sentencia - Ritsuko - 7/11/2015 Grande fue la sorpresa de la kunoichi al escuchar aquella pseudo descripción acerca de si misma. No se esperaba que fuesen a decirle las cosas tan directamente aunque si sabía que más de uno lo había pensado en su debido momento pero la traía sin cuidado, simplemente la sorprendió. —No, no, no... no lo has entendido. No es cosa del dolor físico, o mental... Te voy a salvar de una vida de sufrimiento. Tarde o temprano tus padres te dejarán de lado, tus amigos, tus profesores, tu aldea... Eres un bicho raro, una chica que porta una mascara y mentalmente inestable... no eres agradable para el resto, y como comprendo esa sensación... te voy a librar de ella. Puedes echarme las culpas... ese es el verdadero significado de mi nombre. Blame, al que culpar.— Fue lo que dijo el albino que primeramente logró hacer que la pelirroja se mantuviese por un instante en silencio pero que luego echase a reír a carcajadas mientras comenzaba a caminar hacia un lado como si pretendiese rodear al chico, pero que en realidad no hacía más que acercarse más y más a la cascada. - ¿En serio te crees que me importa lo que los otros piensen de mi? - Preguntó aún riendo. Era más que consciente que la gente prefería tenerla lejos por un motivo u otro, pero no le afectaba en lo más mínimo. - Todo lo que has dicho son cosas que ya han pasado y me importa una mierda que así sea. - Agregó mientras volvía a adoptar la postura de combate con su baikunai en mano aunque no lo estaba tomando con firmeza. —¿Crees en algún dios?— - No creo en ningún dios... Como tampoco creo en los demás, lo único importante es lo que puedo hacer para asegurar mi propio bienestar. - Sentenció la pelirroja con una sonrisa algo sádica en su rostro mientras se mantenía atenta a lo que él hiciera. ~ Esa cosa seguramente sea peligrosa... ~ Pensaba mientras intentaba visualizar algún punto ciego en aquella masa oscura. En un simple instante en que Ritsuko desvió levemente la mirada hacia el lado del río, pudo divisar como aquella masa comenzaba a tomar forma, parecía ser que comenzaba a salirle unas cuatro patas y algo más en la parte posterior, además de las orejas puntiagudas que le recordaban a un... - ¡GATO! - Chilló la kunoichi atónita al visualizar un bendito gato frente a ella, la fuente de su alergia y lo que casi la había matado alguna vez en su vida. |