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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16

Hola Jin, no te preocupes, yo también ando un poco mal este mes. Por mi parte, a partir del mes que viene volveré a la normalidad. Saludos.

Definitivamente, esto no formaba parte de la exhibición del museo. Después de recorrer un largo pasillo casi a oscuras, fuimos a parar a una estancia iluminada de forma insuficiente con escasas velas, llena de más estantes de madera, repletas de objetos olvidados vete tu a saber desde cuando. Pues la cantidad de polvo y telas de araña que había en aquel lugar, sobrepasaba los límites de la misma inmundicia.

Joder que ascazo... Pensaba amargamente, cuando atravesaba las telas de araña, que se enredaban en mi pelo y en mis ropas invadiéndome una sensación horripilante.

Pero las palabras de Jin me sacaron de aquel estupor en el que me veía atrapado...

—Parece una sección abandonada. Pero mira que objetos tan interesantes hay aquí, ¿por qué dejarlos fuera de la exhibición? —se preguntó en voz alta

-Quizás sean armas no aptas para la exposición. Puede que sean armas funcionales y por eso por evitar riesgos estén apartadas... Respondí a lo primero, que fue lo primero que me vino a la cabeza, algo que no tenía ningún fundamento y que lo más seguro, estuviera totalmente equivocado.

Yo me centré en esforzarme en ver lo que contenían aquellas estanterías, pero la capa de polvo y la falta de luz complicaban mucho aquella tarea. Por otro lado, Jin centró su atención en otras cosas...

—.Éste, por ejemplo. Luce genial, ¿no crees?

Parecía que Jin había encontrado algo interesante, pero cuando pude averiguar de qué se trataba, era algo que estaba en el mismo suelo, un especie de palo que sostenía con su mano alegremente. Haciendo alarde de una falta de prudencia más que notable para mi gusto...

-Esto...no tiene pinta de ser un arma ni nada por el estilo... Respondí a su segundo comentario con un claro tono de escepticismo.

Y de repente, aquel mango que se encontraba incrustado en suelo cedió, ante la fuerza de Jin, que ocasionó un extraño ruido de engranajes, un ruidoso mecanismo que tenía pinta que no se activaba en mucho tiempo. Y antes de que pudiera advertir a mi compañero de tropelías. Una trampilla se abrió a sus pies, que ocasionó que Jin se precipitara a un incierto vacío.

¡Por todos los Dioses habidos y por haber...! Me dirigí veloz a los pies de aquel negro agujero del que nada se podía ver...

A los pocos segundos, cesó la agonía y se oyó como el cuerpo de Jin encontró el final de aquel oscuro foso. Siendo testigo de aquello un sepulcral e incómodo silencio. Mi cabeza ya trataba de encontrar la forma de ayudar a mi compañero a salir de aquel lugar, pero lo primero era, averiguar si aún seguía consciente...

-¡Joder Jin! ¿Estás bien? Dije preocupado...

-[clon]Se acaba de meter un buen batacazo...creo que deberías bajar...

-Creo...que tienes razón...Por favor...alcánzame una de esas velas...

-[clon]Claro, enseguida...

Una vez con la vela en mi poder, decidí bajar a aquel lugar con sumo cuidado, canalizando chakra en la suela de mis pies, y me tomé mi tiempo, más que nada para no perder la luz de aquella vela...

-¡Espera Jin! ¡Voy a por ti!. No tenía ni idea de qué podría ser lo que allí abajo me encontraría, pero seguro que no se trataría de nada bueno. Solo esperaba no encontrar muerto a mi compañero...Lo que sabía, era que la cosa pintaba mal, pues aquel agujero era angosto, húmedo y estaba repleto de inmundicia por todos lados...
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#17
Nadie respondió al buen intencionado intento de Yoshimitsu de saber de su colega. Y ante semejante silencio, su única opción era la de bajar y comprobar que su interlocutor estuviese bien. Una vez abajo, con luz en mano y precaución en ristre; el joven Yoshimitsu pudo comprobar que el interior de aquel calabozo vacío era desde luego un lugar mohoso, húmedo y probablemente desconocido para todo visitante del museo.

A primera vista no había nada certero que le indicara qué función tenía, o para qué servía realmente tener un pasaje secreto hasta el subsuelo de una edificación que sirvió en tiempos memorables a un antiguo señor feudal. Estaba ataviado de tablas raídas de madera, algunas estanterías cubiertas de polilla y una que otra rata paseándose de un lado a otro.

Pero había un pasillo, angosto; justo al frente. Y dentro de su lúgubre oscuridad se pudo escuchar levemente la voz de Jin, que rebotó en eco en las paredes.

—¡Mierda! — el chapoteo de sus botas en el suelo mojado se hizo cada vez más evidente, y más duro —. cuidado, Yoshi; este sitio está infestado de ratas. No te vayan a morder, porque de seguro pierdes la pierna.

La luz que Yoshimitsu llevaba fue suficiente para desvelar que, al final de susodicho pasillo, se encontraba el Hyuuga en perfecto estado. Un poco renqueante, debido a la caída pero nada grave. Incluso sonreía, como si aquel descubrimiento fuese algo divertido, o emocionante.

—¿Estás bien?... vaya susto que me ha pegado esa trampa. Y una buena hostia también, que no es una caída sencilla.
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#18
En estos casos, la prudencia era la opción más acertada, haberse precipitado en aquel descenso hubiera supuesto caer de la misma forma estrepitosa que Jin, pues cada metro que descendía, la superficie era más insegura a causa de la extrema humedad y suciedad.

Ufff aquí huele a muerto...

Y no hacía falta decir la sensación de incomodidad que sentía al estar en aquel lugar abandonado de vete a saber cuando. Al final de aquel agujero de piedra, encontré una estancia de lo más macabra. Se trataba de unos calabazos fríos y tétricos, un escena digna de la peor de las pesadillas...Sin embargo, hice acopio de la poca sangre fría que me quedaba y avancé teniendo como única motivación el socorrer a Jin, tratando de discernir gracias a la tímida luz de mi vela su paradero sin mucho éxito por el momento.

¿Dónde diantres habrá ido a parar este Jin?...

Tan pronto fue preguntarme a mi mismo en dónde podría estar, que encontré al final de aquel calabozo un pasillo estrecho y cada vez más enmohecido. Pude escuchar la voz de Jin, pero se oía fatal a causa de que se distorsionaba por la forma de aquel pasillo de piedra. No se que decía...algo de ratas creo que dijo, pero gracias a luz que emitía la vela, aquellos roedores se mantenían al margen...de momento...

-Quédate dónde estás...voy hacía ti... Dije mientras seguía su voz, que parecía estar justo delante.

Por fortuna, no andaba muy lejos, cuando recorrí escasos metros ahí estaba. Parecía estar bien, un poco descolocado por la caída pero se veía bien. Incluso con su característica sonrisa de confianza ilimitada.

Ahí estás...encima se ríe el tío...

—¿Estás bien?... vaya susto que me ha pegado esa trampa. Y una buena hostia también, que no es una caída sencilla.

-[clon] Nosotros si, ¿y tú? podrías haberte matado amigo...

-Sabiendo lo que sabemos ahora...deberíamos andar con cuidado con lo que pisamos y con lo que tocamos... Dije serio mientras examinaba superficialmente con ayuda de la luz de la vela nuestro entorno. -Deben haber más mecanismos ocultos, y en este lugar...más de lo que sería aconsejable...

En estas circunstancias, si tuviera algo que decir sería volver por donde habíamos venido. Pero veía a Jin sospechosamente emocionado, intuía que quería inspeccionar aquel lugar con más detenimiento. ¿A caso quería encontrar algún tesoro olvidado y reclamarlo como suyo? ¿O simplemente le invadía una curiosidad supina? Me sabía mal pensar esto pero, un lugar con tanta probabilidad de encontrar nuevas trampas...creí conveniente como mejor opción que mi clon tomara la vanguardia de esta más que probable expedición improvisada.

-Ya que estamos aquí...supongo que querrás echar un vistazo...¿Verdad? Dije esta vez sin preocupación alguna, al saber que Jin estaba indemne.

Y que decir, no podía dejar a mi amigo de ojos blancos en la estacada, aún tenía que saciar mi curiosidad, aún no me había dado por vencido. Sino, no podría acabar nunca con mi investigación...
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