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Con la llegada de la mujer de pelo rosa todo se había calmado, como si se tratase de la llegada de un ángel que destilase un aura relajante. Jurete asintió ante la indicación de la fémina y se sentó a mi lado, aunque la chiquilla todavía no se atrevió a hacer lo propio. Tanto la sensei como yo mismo la miramos. Con la mano le indiqué que tomase asiento. Solo faltaba ella para empezar lo que fuese que tuviésemos que hacer allí.
— Vamos Sanshōo, que no te vamos a morder — dije en un tono relajado.
— Venga, Izumi, toma asiento. Tango ganas de conoceros a fondo y empezar cuanto antes
La sensei también intervino para que la muchacha se diese prisa en tomar asiento con sus nuevos compañeros mientras yo seguía dándole vueltas en qué seria lo primero que haríamos como equipo, ¿Una misión quizás? Sin lugar a dudas esa opción sería de lo más emocionante.
Pero antes de nada, Izumi debía tomar asiento.
Mientras esperaba tomé uno de los caramelos que tenía en mi petaca.
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El chico del extraño fardo tomó asiento junto al de la coleta, tal y como la joven había esperado. Ahora, podría poner distancia de por medio sin que se notase de manera excesiva.
"Cuanto menos me acerque a ese bocazas mejor... no vaya ser que lo de tonto sea contagioso" la peliverde se dispuso entonces a tomar asiento, pero como no... el chico no podía estar callado más de dos segundos
— Vamos Sanshōo, que no te vamos a morder —
Izumi le lanzó una mirada de esas que si matasen, sería asesinato con ensañamiento. La chica chica suspiró hondo tratando de controlarse, no era ni en lugar, ni el momento de dar un espectáculo
"Vamos... vamos... aguanta"
— Venga, Izumi, toma asiento. Tango ganas de conoceros a fondo y empezar cuanto antes
Se aproximo hasta la tarima y se sentó usando a Juro como muro para no ver la cara del otro
"Esto se me va a hacer muy largo" se acomodó la chaqueta
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Tanto Yota como Juro se sentaron junto a la que sería su futura sensei. Solo quedaba Izumi, quien parecía dudar. Juro se aseguró de dejarle una buena posición.
— Vamos Sanshōo, que no te vamos a morder —
— Venga, Izumi, toma asiento. Tango ganas de conoceros a fondo y empezar cuanto antes
Ante las constantes insistencias, Izumi se sentó a su lado, ocultándose de Yota tras la pobre complexión física de Juro. Menos mal que tenía a Gen, que hacía bulto por él.
Juro observó sin mucho interés como Yota cogía un extraño recipiente y sacaba un caramelo de él. Eso le llamó más la atención. Después, miró a la sensei, a la espera de que empezase.
"Veamos como va esto"
Se descolgó a Gen de la espalda, aun envuelto en la manta. Nadie podría ver mucho. Simplemente lo dejo reposando detrás suyo. Aunque fuese una pequeña marioneta de madera, llevarlo todo el tiempo cansaba.
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Percibí la mirada de la chica. Vaya que si lo hice. De esas cosas uno se da cuenta. Decidí responder al pequeño pique que estaba tratando de empezar, así que le guiñé un ojo, aquello estaba siendo la mar de divertido.
Instantes después, Jurete se sacó el fardo que llevaba atado a la espalda y lo dejó, reposando, detrás de nosotros.
*¿Qué narices llevará ahí?*
La curiosidad de comía por dentro. demasiado fuerte.
— Oye, tío, Jurete... ¿qué llevas ahí? — No pude evitarlo. Fue como un impulso, de un modo u otro necesitaba saber que llevaba el chico.
— Yota, Yota... No seas impaciente, todo a su debido tiempo. No hemos venido aquí a saber que lleva Juro en ese fardo
La sensei puso su pie izquierdo apoyado en la piedra, de tal forma que su rodilla quedó alzada y formando un angulo de 45 grados, apoyando sus codos en él y previamente su mentón en las palmas de sus manos, que a su vez abrazaban sus delicadas mejillas. Mostraba también una sonrisa notable.
—¿Sabéis? Me recordáis a mi cuando también era gennin. qué tiempos...
Fue como si se hubiese trasladado a aquel momento que tenía en su cabeza, pero no tardó en volver al mundo real.
— Pero dejémonos de estas bobadas, ¿Os parece? Primero me gustaría que nos conociéramos todos un poco. Imaginémonos que no nos conocemos de nada, o de muy poquito. Os voy a dar la palabra, uno por uno y os vais a presentar a los demás. Ya sabéis, vuestro nombre y esas cosas. contad lo que os parezca oportuno. O no, espera. Se me ha ocurrido algo mejor. Nos presentaremos y vamos a decir por qué quisimos ser ninjas. Venga, empiezas tu Izumi. Luego hablará Juro y por último Yota. ¡Qué emoción! ¿A que si, chicos?
Realmente estaba emocionada. Su tono de voz cada vez relucía más alegría. Mientras tanto, esperábamos a que la mujercita que estaba sentada al lado de Juro se presentase.
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El chico respondió a su mirada con una provocación más, sin embargo Izumi ya había tomado la decisión de pasar de él por el resto del día. Por suerte, Juro haría de muro entre ambos y ella podría respirar tranquila.
"Paciencia... paciencia..." se repetía mientras trataba de poner toda su atención en la mujer que tenían justo frente a ella. Ahora que estaban todos sentados, había llegado el momento de que su sensei iniciase la conversación por la que todos se habían reunido aquella mañana
— Oye, tío, Jurete... ¿qué llevas ahí? —
—¿Es qué no puedes estar callado un minuto?— replicó la pelirosa molesta ya solo por la existencia de aquella criatura que algún médico cometió el error de catalogarlo como humano abriéndole así las puertas al mundo shinobi
— Yota, Yota... No seas impaciente, todo a su debido tiempo. No hemos venido aquí a saber que lleva Juro en ese fardo la mujer intervino rápidamente, para evitar que Yota desviase la conversación
Antes de volver a hablar, la mujer se acomodó en su asiento. Aunque a Izumi se le hacía bastante incómodo solo verla, la mujer parecía estar bastante cómoda y concentrada
—Pero dejémonos de estas bobadas, ¿Os parece? Primero me gustaría que nos conociéramos todos un poco. Imaginémonos que no nos conocemos de nada, o de muy poquito. Os voy a dar la palabra, uno por uno y os vais a presentar a los demás. Ya sabéis, vuestro nombre y esas cosas. contad lo que os parezca oportuno. O no, espera. Se me ha ocurrido algo mejor. Nos presentaremos y vamos a decir por qué quisimos ser ninjas. Venga, empiezas tu Izumi. Luego hablará Juro y por último Yota. ¡Qué emoción! ¿A que si, chicos?
La joven se sobresaltó un poco al ver que le tocaba a ella empezar, tragó un poco de saliva mientras trataba de encontrar las palabras para empezar. No tardó mucho en volver a su pose orgullosa, una vez que se había decidido
—Me llamo Izumi, heredera del clan Sanshōo— la joven decidió comenzar tal y como lo haría su abuela —Mis abuelos me inscribieron en la academia para que me convirtiese en una shinobi especialista en Iryō-Nin, al igual que el resto de los miembros de mi clan— prosiguió la joven con tranquilidad —Aunque no es algo en lo que destaque o disfrute— confesó la joven —Así que en la Academia me especialice en en Taijutsu y Kenjutsu, puesto que mi objetivo como kunoichi no es ser médico si no...— la joven se sonrojó un poco al recordar a Kenzou-sama —Me gustaría... ser guardaespaldas personal de Morikage-sama— no pudo ocultar el rubor
"Kenzou-sama..."
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Su pequeño movimiento pareció llamar la atención de Yota, quien no pudo resistirse a preguntarle a Juro acerca del contenido.
— Oye, tío, Jurete... ¿qué llevas ahí? —
Juro sonrió con amabilidad. Ya estaba acostumbrado a esa clase de preguntas. Quieras o no, llevar algo así llamaba la atención. Fuese a contestar o no, no tuvo ocasión. La mujer, ya impaciente por empezar, evitó que Juro tuviese que hablar, calmando al joven genin.
— Yota, Yota... No seas impaciente, todo a su debido tiempo. No hemos venido aquí a saber que lleva Juro en ese fardo
La mujer cambió de posición, alzándose entre los demás sobre la piedra con una sonrisa, mientras comentaba acerca de como ellos le recordaban a sus tiempos de genin. Juro sonrió al verla evadirse levemente. Aunque fuese una sensación extraña, él también quería ser así en un futuro: tener bonitos recuerdos, con suficiente fuerza como para volver a ellos, muchos años más adelante. Aun así, su rostro cambió rápidamente y volvió a su tono normal.
— Primero me gustaría que nos conociéramos todos un poco. Imaginémonos que no nos conocemos de nada, o de muy poquito. Os voy a dar la palabra, uno por uno y os vais a presentar a los demás. Ya sabéis, vuestro nombre y esas cosas. contad lo que os parezca oportuno. O no, espera. Se me ha ocurrido algo mejor. Nos presentaremos y vamos a decir por qué quisimos ser ninjas. Venga, empiezas tu Izumi. Luego hablará Juro y por último Yota. ¡Qué emoción! ¿A que si, chicos?
Juro tuvo la impresión de que se pondría a saltar de alegría en cualquier momento. Esa mujer realmente parecía un torbellino emocional. Era muy diferente a Katsue y a Furui. O a nadie que hubiese visto antes.
La chica pelirrosa, a su lado, fue la primera en comenzar.
—Me llamo Izumi, heredera del clan Sanshōo. Mis abuelos me inscribieron en la academia para que me convirtiese en una shinobi especialista en Iryō-Nin, al igual que el resto de los miembros de mi clan. Aunque no es algo en lo que destaque o disfrute. Así que en la Academia me especialice en en Taijutsu y Kenjutsu, puesto que mi objetivo como kunoichi no es ser médico si no...Me gustaría... ser guardaespaldas personal de Morikage-sama—
Juro escuchó hasta el final, con una pequeña sonrisa, que se fue acrecentando cuando la joven contaba sus ideales. No como burla, claro esta. Antes había parecido estar hecha de piedra. Pero ahora, su rubor y la vida que denotaba era más que notable. También así pudo entender cuando se referia a los Sanshōo, y que esta era especialista en Iryō-Nin, aunque sus habilidades alcanzaban más ramas. Una mujer versátil, parecía ser.
"Me toca, me toca"
Juro se aclaró la garganta, mientras ponía la manta en sus rodillas, consciente de que sería necesaria.
— Soy Eikyu Juro. Mi familia no es tan relevante ni conocida, pero eso nunca me ha importado realmente. Provengo de un linaje de antiguos marionetistas. Con permiso... — Para demostrarlo, y ya de paso, saciar la curiosidad de sus compañeros, desenvolvió con cuidado la manta, revelando una pequeña marioneta de madera, que le llegaría hasta la cintura, si este estuviese de pie. Esta llevaba una capa morada en sus hombros, y tenía el pelo pintado de negro —. Esta es mi marioneta, Gen. Mi familia es experta en la construcción de cosas como esta y su manejo en la batalla.
Hizo una pausa para respirar. Ante la mirada de todos, posó la mano derecha, disimuladamente, sobre la espalda de Gen, clavando sus hilos de chakra en él. Este se irguió, como si hubiese cobrado vida propia, aunque se podían ver perfectamente los hilos de chakra azulados que había en su espalda, desde el angulo adecuado. Este miró hacia su sensei, y dejó caer su cabeza, como si hiciese una reverencia hacia ella. Después, se giró y miró a Izumi, y levantó la mano derecha, como saludo. Hizo lo mismo con Yota, elevando las dos manos.
— Gen es muy juguetón — bromeó Juro, antes de ponerse serio otra vez —. Mi abuela me instruyó en el arte de las marionetas, y aprendí desde niño. Pero las razones de que yo quiera serlo... mi único deseo era continuar con el linaje de mi familia, y seguir los pasos de mi madre. Por eso seguía aprendiendo las disciplinas ninja, en lugar de trabajar en la tienda que tiene mi hermana, aquí en la aldea. Y ese deseo aún sigue siendo mi motor para seguir adelante. Es lo que me motiva a seguir.
Mientras mencionaba a su madre, su voz adquirió un tono melancólico. Deshizo el jutsu y se abrazó levemente a Gen, una vez hubo desnudado su corazón.
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La joven pelirosa fue la primera en pronunciarse, tal y como había solicitado la sensei.
—Me llamo Izumi, heredera del clan Sanshōo— la joven decidió comenzar tal y como lo haría su abuela —Mis abuelos me inscribieron en la academia para que me convirtiese en una shinobi especialista en Iryō-Nin, al igual que el resto de los miembros de mi clan— prosiguió la joven con tranquilidad —Aunque no es algo en lo que destaque o disfrute— confesó la joven —Así que en la Academia me especialice en en Taijutsu y Kenjutsu, puesto que mi objetivo como kunoichi no es ser médico si no...— la joven se sonrojó un poco al recordar a Kenzou-sama —Me gustaría... ser guardaespaldas personal de Morikage-sama— no pudo ocultar el rubor
Al hablar de si misma, de su pasado, todos los presentes pudimos apreciar como algo había cambiado en ella. Lejos de una vida idílica como si fuera un camino de rosas, hasta el momento había tenido que esforzarse, hacer sacrificios y.. ¡Al fin supimos que era eso de los Sanshōo! De hecho iba a tener que seguir esforzándose tanto o más como había hecho hasta la fecha, quizás incluso aún tuviese que sacrificar más de lo que ya había sacrificado.
Era el turno de Jurete.
— Soy Eikyu Juro. Mi familia no es tan relevante ni conocida, pero eso nunca me ha importado realmente. Provengo de un linaje de antiguos marionetistas. Con permiso...
Cogió el fardo y lo desenvolvió. De él salió... ¡¿Un muñeco de madera?! Claro, una marioneta. No era para jugar aquello pero no pude evitar abrir los ojos de par en par. Me parecía algo extremadamente complejo y difícil, ¿como diantres se peleaba con eso? Me moría de ganas de pelear con Jurete...
— Gen es muy juguetón — bromeó Juro, antes de ponerse serio otra vez —. Mi abuela me instruyó en el arte de las marionetas, y aprendí desde niño. Pero las razones de que yo quiera serlo... mi único deseo era continuar con el linaje de mi familia, y seguir los pasos de mi madre. Por eso seguía aprendiendo las disciplinas ninja, en lugar de trabajar en la tienda que tiene mi hermana, aquí en la aldea. Y ese deseo aún sigue siendo mi motor para seguir adelante. Es lo que me motiva a seguir.
La marioneta había hecho una reverencia a la sensei, la cual sonrió de nuevo y después se paró delante de Izumi y servidor para alzar la mano. No pude evitarla y la mía se movió por puro instinto chocandola con la de madera de aquel artilugio.
— ¡Qué pasada, Jurete! exclamé sobresaltado y emocionado.
—Bueno, parece que me ha llegado el turno — dije en un extraño tono serio improvisado — Pues yo soy Sasagani Yota y aunque suene extraño, mis padres no eran shinobis. Bueno, mi padre hacia guardias en las puertas de la entrada, pero no estaba instruido en las artes ninja. Digamos que hacia de vigilante, pero nunca peleó.
*Y así el fue...*
Mis ojos se tornaron de un aspecto vidrioso, como cuando alguien hace esfuerzos inhumanos para evitar llorar.
— Fue un amigo de mi padre el que le instó a alistarme en la academia y así lo hicieron. La verdad es que no me he marcado cotas tan altas como Izumi. Estoy deseando verte al lado de Kenzou-sama velando por él — Lo decía de verdad. No trataba de burlarme, aunque cabía la posibilidad de que ella lo percibiera así — Hasta que un día nuestro vida feliz en familia se fue a la mierda. Asesinaron a mi padre un día como cualquier otro y se murió en mis brazos. A partir de entonces si que quise hacerme un shinobi fuerte y poderoso y os prometo que el hijo de puta que hizo eso lo pagará con la vida. Tarde o temprano, pero lo pagará. Y bueno, yo no tengo marionetas ni clanes que me definan pero si tengo el nintaijutsu, es mi gran aliado.
La sensei aplaudió.
— Muy interesantes las historias que habéis contado. Cada uno ha crecido de una forma distinta y cada uno tomará su propia senda. Pero a partir de ahora compartiréis la misma senda, ¿No os parece maravilloso? ¡Oh, qué despistada! Faltaba yo por presentarme. Bueno, bueno, pues yo soy Sora y la verdad es que no tengo una historia alucinante como las vuestras. Es tan simple como que mis padres deseaban que su hijita fuese ninja, son gente de cierto poder adquisitivo y bueno, supongo que se sentían mejor con alguien que supiera luchar. Y aquí me tenéis, jonnin y a carga de los gennins que defenderán Kusagakure el día de mañana, se podría decir que no me ha ido mal, ¿Eh? — Se detuvo un segundo como analizando lo que estaba por venir — Izumi, sé que voy a meterme donde no me llaman, pero debes tomar tu propia senda y no la que tu familia te dicte, si el ninjutsu médico no es lo tuyo especializate con el taijutsu y kenjutsu que dices que dominas, ¡Seguro que Kenzou-sama estará orgulloso de ti cuando seas su guardaespaldas! — puso la mano sobre la cabeza de la muchacha y la sacudió amablemente al mismo tiempo que le regalaba una sonrisa de oreja a oreja — Juro, Es asombroso lo que hacéis los marionetistas. Había oído historias de ellos pero nunca había tenido uno frente a mí. Y tu, Yota... La venganza, entiendo que te ha llevado a tomar esa senda pero te equivocas. Quitarle la vida no aliviará tu dolor, ni siquiera hará volver a tu padre, usa tu nintaijutsu sabiamente
— Ya lo sé. Simplemente es algo que debo hacer respondí en tono seco. No me gustaba que opinasen sobre aquel tema. Iba a vengarme y punto.
— Aunque tengo curiosidad por algo, dices que dominas el nintaijutsu. Chicos, pero los que no sepáis lo que es eso, se trata de combinar el ninjutsu con el taijutsu, normalmente se hace con ninjutsu elemental. ¿Con qué elemento lo combinas?
— Oh, si, se me olvidaron los detalles jeje... — Estiré mi brazo y alcé el puño dejando un angulo de 90 grados en el codo y de repente la extremidad por completo quedó envuelta en una capa de chakra chisporreante. — digamos que el raiton y yo hacemos buenas migas
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Por suerte para Izumi y su rubor, la atención se dirigía ahora a Juro pues era el siguiente en realizar su presentación. El muchacho se aclaró la garganta mientras colocaba el bulto, que llevaba todo el rato transportando a su espalda, sobre sus rodillas. Izumi no era especialmente curiosa o cotilla, pero no podía evitar sentir cierta curiosidad por aquel objeto envuelto en una manta. Sobre todo ahora que el chico lo había puesto en un lugar protagonista, justo entre él y la sensei
— Soy Eikyu Juro. Mi familia no es tan relevante ni conocida, pero eso nunca me ha importado realmente. Provengo de un linaje de antiguos marionetistas. Con permiso...
Con cuidado comenzó a desenvolver el fardo para descubrir un muñeco de madera, Izumi no pudo evitar mostrar un gesto de cierta sorpresa e incredulidad. Era la primera vez que escuchaba sobre los marionetistas, por ende la primera vez que veía uno de esos artefactos que no parecía muy diferente de los títeres de los grandes teatros de la capital. Quizás un poco más duro en el acabado, pero al fin y al cabo un muñeco "¿Cómo se puede usar un muñeco para pelear?" era la pregunta que rondaba por la cabeza de la kunoichi cuando el chico pasó la mano por la espalda de la figura y está cobró vida de repente.
—¡¿?!— la chica no pudo evitar cierto sobre salto, ladeo la cabeza extrañada mientras el muñeco comenzaba su pequeño espectáculo "Ya veo... lo mueve con sus manos, usando esos hilos casi imperceptibles. Curioso cuanto menos" debía reconocer que la habilidad de aquel muchacho era singular sin duda.
La marioneta le lanzó un saludo, que la chica no dudo en corresponder mientras el chico continuaba con su presentación
— Gen es muy juguetón —Tras un aquel momento de relax, el chico volvió a ponerse serio —. Mi abuela me instruyó en el arte de las marionetas, y aprendí desde niño. Pero las razones de que yo quiera serlo... mi único deseo era continuar con el linaje de mi familia, y seguir los pasos de mi madre. Por eso seguía aprendiendo las disciplinas ninja, en lugar de trabajar en la tienda que tiene mi hermana, aquí en la aldea. Y ese deseo aún sigue siendo mi motor para seguir adelante. Es lo que me motiva a seguir.
Nada más acabar, el rubio no pudo aguantar la emoción ante lo que acaba de ver — ¡Qué pasada, Jurete!
"Qué ruidoso es este chico..." la joven prefería la tranquilidad de su otro compañero al exceso de efusividad del de la coleta, pero prefirió guardarse esa apreciación para sí pues ahora le correspondía el turno de palabra
—Bueno, parece que me ha llegado el turno — de repente, toda esa energía parecía haberse perdido. El tono que tomaban ahora sus palabras era bastante más serio, incluso triste en cierta forma— Pues yo soy Sasagani Yota y aunque suene extraño, mis padres no eran shinobis. Bueno, mi padre hacia guardias en las puertas de la entrada, pero no estaba instruido en las artes ninja. Digamos que hacia de vigilante, pero nunca peleó.con cada palabra, su voz se tornaba cada vez más apesadumbrada — Fue un amigo de mi padre el que le instó a alistarme en la academia y así lo hicieron. La verdad es que no me he marcado cotas tan altas como Izumi. Estoy deseando verte al lado de Kenzou-sama velando por él —sí lo hubiese dicho hace cinco minutos, seguramente la pelirosa lo habría agarrado del cuello y lanzando acantilado abajo... pero ahora mismo, su voz denotaba sinceridad a la par que tristeza ¿Cómo alguien podía cambiar tanto en tampoco tiempo? era lo que se preguntaba la kunoichi mientras escuchaba atentamente — Hasta que un día nuestro vida feliz en familia se fue a la mierda. Asesinaron a mi padre un día como cualquier otro y se murió en mis brazos. A partir de entonces si que quise hacerme un shinobi fuerte y poderoso y os prometo que el hijo de puta que hizo eso lo pagará con la vida. Tarde o temprano, pero lo pagará. Y bueno, yo no tengo marionetas ni clanes que me definan pero si tengo el nintaijutsu, es mi gran aliado.
Nada más terminar, la sensei comenzó a aplaudir a sus tres alumnos... pero la pelirosa aún estaba perdida en la escena de aquel chico con su padre en sus brazos. Instintivamente recordó cuando falleció su abuelo, era una sensación difícil de asimilar.
Poco a poco, las palabras de la mujer la fueron sacando de aquel rincón oscuro en el que se acababa de meter "Te echo de menos abuelo..."
— Muy interesantes las historias que habéis contado. Cada uno ha crecido de una forma distinta y cada uno tomará su propia senda. Pero a partir de ahora compartiréis la misma senda, ¿No os parece maravilloso? ¡Oh, qué despistada! Faltaba yo por presentarme. Bueno, bueno, pues yo soy Sora y la verdad es que no tengo una historia alucinante como las vuestras. Es tan simple como que mis padres deseaban que su hijita fuese ninja, son gente de cierto poder adquisitivo y bueno, supongo que se sentían mejor con alguien que supiera luchar. Y aquí me tenéis, jonnin y a cargo de los gennins que defenderán Kusagakure el día de mañana, se podría decir que no me ha ido mal, ¿Eh? — la mujer se presentó con un tono más jovial y distendido, se notaba que era una persona extrovertida — Izumi, sé que voy a meterme donde no me llaman, pero debes tomar tu propia senda y no la que tu familia te dicte, si el ninjutsu médico no es lo tuyo especializate con el taijutsu y kenjutsu que dices que dominas, ¡Seguro que Kenzou-sama estará orgulloso de ti cuando seas su guardaespaldas! — la mujer que se había acercado hasta donde estaban los gennins, colocó la mano sobre la cabeza de la joven kunoichi a la que dedicó una sonrisa
—¡Si!— asintió la joven devolviendo la sonrisa, aquel gesto le había recordado a la primera vez que vio a Kenzou-sama
— Juro, Es asombroso lo que hacéis los marionetistas. Había oído historias de ellos pero nunca había tenido uno frente a mí. Y tu, Yota... La venganza, entiendo que te ha llevado a tomar esa senda pero te equivocas. Quitarle la vida no aliviará tu dolor, ni siquiera hará volver a tu padre, usa tu nintaijutsu sabiamente la mujer prosiguió su discurso, primero alabando las habilidades de los marionetistas y por último lanzando una advertencia al joven Yota
— Ya lo sé. Simplemente es algo que debo hacer aunque el chico no pareció tomar en consideración las palabras de la sensei
— Aunque tengo curiosidad por algo, dices que dominas el nintaijutsu. Chicos, pero los que no sepáis lo que es eso, se trata de combinar el ninjutsu con el taijutsu, normalmente se hace con ninjutsu elemental. ¿Con qué elemento lo combinas?
— Oh, si, se me olvidaron los detalles jeje... — tras estira el brazo, hizo surgir en su mano una masa chisporroteante que lucía bastante peligrosa — digamos que el raiton y yo hacemos buenas migas
"Al final va a resultar que no es tan inútil como parecía..." apreció la joven sorprendida ante aquella extraña técnica
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La sensei sonrió cuando Gen la saludó, mientras que Izumi y Yota correspondieron sus saludos, perplejos. Juro sonrió para sus adentros. No le gustaba llamar la atención de la gente, pero cuando lo hacía, quería hacerlo bien. Tras su pequeño espectaculo ambulante, Yota fue el siguiente en hablar.
—Bueno, parece que me ha llegado el turno. Pues yo soy Sasagani Yota y aunque suene extraño, mis padres no eran shinobis. Bueno, mi padre hacia guardias en las puertas de la entrada, pero no estaba instruido en las artes ninja. Digamos que hacia de vigilante, pero nunca peleó. Fue un amigo de mi padre el que le instó a alistarme en la academia y así lo hicieron. La verdad es que no me he marcado cotas tan altas como Izumi. Estoy deseando verte al lado de Kenzou-sama velando por él Hasta que un día nuestro vida feliz en familia se fue a la mierda. Asesinaron a mi padre un día como cualquier otro y se murió en mis brazos. A partir de entonces si que quise hacerme un shinobi fuerte y poderoso y os prometo que el hijo de puta que hizo eso lo pagará con la vida. Tarde o temprano, pero lo pagará. Y bueno, yo no tengo marionetas ni clanes que me definan pero si tengo el nintaijutsu, es mi gran aliado.
Juro escuchó con tristeza, dandose cuenta de que su voz y su energía se habían ido. Realmente debía ser duro incluso contar una historia así. Un escalofrió recorrió su espalda cuando hablaba de venganza.
Tras eso, la sensei aplaudió.
— Muy interesantes las historias que habéis contado. Cada uno ha crecido de una forma distinta y cada uno tomará su propia senda. Pero a partir de ahora compartiréis la misma senda, ¿No os parece maravilloso? ¡Oh, qué despistada! Faltaba yo por presentarme. Bueno, bueno, pues yo soy Sora y la verdad es que no tengo una historia alucinante como las vuestras. Es tan simple como que mis padres deseaban que su hijita fuese ninja, son gente de cierto poder adquisitivo y bueno, supongo que se sentían mejor con alguien que supiera luchar. Y aquí me tenéis, jonnin y a cargo de los gennins que defenderán Kusagakure el día de mañana, se podría decir que no me ha ido mal.
"La verdad es que no" — admitió, para sus adentros.
Tras eso, le habló a Izumi directamente, dandole un valioso consejo que seguramente la joven guardaría en su memoria para los restos. Después, pasó a él.
— Juro, Es asombroso lo que hacéis los marionetistas. Había oído historias de ellos pero nunca había tenido uno frente a mí.
— Gracias. Lo haré lo mejor que pueda — comentó, ruborizado.
Y tu, Yota... La venganza, entiendo que te ha llevado a tomar esa senda pero te equivocas. Quitarle la vida no aliviará tu dolor, ni siquiera hará volver a tu padre, usa tu nintaijutsu sabiamente
— Ya lo sé. Simplemente es algo que debo hacer
— Aunque tengo curiosidad por algo, dices que dominas el nintaijutsu. Chicos, pero los que no sepáis lo que es eso, se trata de combinar el ninjutsu con el taijutsu, normalmente se hace con ninjutsu elemental. ¿Con qué elemento lo combinas?
"¿Combinar ninjutsu con taijustu?" — No podía imaginar algo así sentido en sus carnes. O en sus marionetas. Definitivamente, Yota era un tipo peligroso.
— Oh, si, se me olvidaron los detalles jeje... digamos que el raiton y yo hacemos buenas migas
Juro abrió la boca al ver a Yota. Mientras hablaba, había alzado su mano y una masa de electricidad parecía haberla envuelto, como un manto. Tragó saliva, y se serenó. Eran compañeros después de todo.
Solo quedaba ver por donde salía su sensei ahora.
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Con las presentaciones hechas y alguna que otra demostración de las habilidades de unos y otros, así como el espectáculo de Juro y Gen o la particular técnica de Yota era hora de pasar a lo siguiente. En lo personal ardía en deseos de un poco de acción.
— ¡Bien! Ahora ya nos conocemos todos así que ha llegado la hora de ponernos en marcha. El camino para convertiros en chunnins está un poco más cerca
Sora se levantó de su asiento improvisado, pero sin apartar la mirada de sus nuevos pupilos.
— Vamos, seguidme o se nos quedará el pompis cuadrado
Me levanté en cuanto dio la orden y me puse a seguirla esperando que los demás hicieran lo propio.
···
Atravesamos la aldea, dirigiéndonos hasta las afueras, más allá de las murallas que nos protegían de los males que acechaban alrededor de aquellos frondosos bosques y finalmente nos encontramos ante un gran vallado metálico en el que se divisaba una puerta encajada, también metálica y en la que se divisaba un cartel.
Prohibido el paso. Área restringida
— Bueno, ya hemos llegado. Antes de hacer una misión tenéis que aprender a trabajar en equipo, no dudo de vuestras habilidades a nivel individual, pero ahora necesitáis compenetraros para cuando Kenzou-sama nos necesite
La pelirosa abrió la puerta y con el brazo indicó que entrásemos.
— No puedo daros detalles de lo que hay dentro. Lo único que puedo deciros es que lo he dejado todo dispuesto. No temáis, se trata de una zona de entrenamiento y en cada momento recibiréis la indicaciones necesarias para seguir adelante, ni una más ni una menos. Yo os esperaré al final de la prueba. Venga, ¡En marcha!
— ¿Una prueba? ¿Nosotros solos? — respondí algo decepcionado.
No sé realmente si esperaba una misión, pero lo que no esperaba era un "juego". Resignado, me encogí de hombros, hice una mirada fugaz a mis compañeros y crucé el umbral de la puerta. La zona se veía oscura bajo el manto de las copas de los árboles que componían aquel lugar y lo cierto es que no se podía ver demasiado lejos debido a la penumbra que creaban.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
— ¡Bien! Ahora ya nos conocemos todos así que ha llegado la hora de ponernos en marcha. El camino para convertiros en chunnins está un poco más cerca la mujer se levantó de su asiento, indicando a sus alumnos que la siguieran —Vamos, seguidme o se nos quedará el pompis cuadrado
"¿El pompis?" El primero en levantarse fue Yota "Como no... el más impaciente" Izumi no tardó mucho en seguir a su sensei y compañero "Veamos que es lo que sigue ahora" no podía evitar sentir cierta curiosidad, ¿qué vendría ahora? así que sin más, se dispuso a seguir a Sora junto con sus compañeros
———
La mujer les condujo a través de toda la aldea, prácticamente la cruzaron de parte a parte, para finalmente cruzar el puente que se elevaba sobre el foso que actuaba como "muralla" de Kusagakure. Hasta que finalmente, se detuvieron frente a una impresionante valla de reja metálica con una clara advertencia sobre un cartel "Vaya... vaya... y yo sin mi bokken" Izumi empezaba a suponerse lo que iba a ocurrir a continuación
— Bueno, ya hemos llegado. Antes de hacer una misión tenéis que aprender a trabajar en equipo, no dudo de vuestras habilidades a nivel individual, pero ahora necesitáis compenetraros para cuando Kenzou-sama nos necesite
"Mierda... nunca he sido demasiado buena en trabajo en equipo" de hecho la joven kunoichi odiaba tener que depender del trabajo de otros "Aunque supongo que de ahora en adelante no me quedará más remedio que resignarme..."
La mujer abrió la puerta que permitía atravesar la pared metálica, invitándoles a cruzar el umbral
— No puedo daros detalles de lo que hay dentro. Lo único que puedo deciros es que lo he dejado todo dispuesto. No temáis, se trata de una zona de entrenamiento y en cada momento recibiréis la indicaciones necesarias para seguir adelante, ni una más ni una menos. Yo os esperaré al final de la prueba. Venga, ¡En marcha!
— ¿Una prueba? ¿Nosotros solos? — Yota parecía decepcionado, quizás se estuviese esperando una misión de Rango S
Atravesó junto con sus compañeros la puerta y se encontraron a las puertas de un denso bosque, aún más denso del que habían recorrido hasta llegar al lugar "Es diferente" quizás fuese sugestión, pero a la pelirosa se le antojaba un ambiente mucho más denso que el que habían dejado atrás "Este silencio me pone nerviosa..." Izumi se paso la mano derecha por el cabello, mientras escrutaba el lindero del bosque que tenía apenas a unos metros. Buscando alguna pista de lo que podía ocultar
—¿Y qué tenemos que hacer? ¿Cruzarlo?— lanzó la pregunta con la esperanza de recibir allí la primera pista sin tener que internarse a ciegas
Nivel: 22
Exp: 22 puntos
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28/03/2017, 21:57
(Última modificación: 28/03/2017, 21:57 por Eikyuu Juro.)
La sensei se levantó de su asiento, exclamando:
— ¡Bien! Ahora ya nos conocemos todos así que ha llegado la hora de ponernos en marcha. El camino para convertiros en chunnins está un poco más cerca. Vamos, seguidme o se nos quedará el pompis cuadrado
"Que optimismo..."
Yota, Izumi y finalmente Juro se levantaron, dispuestos a seguir a la mujer.
...
La mujer les condujo hasta las afueras de la aldea, alejándose de la civilización y aproximándose más a los bosques que la envolvían. Más concretamente, se detuvo en frente de una área vallada, que rezaba con un título poco prometedor: "Prohibido el paso. Area restringida".
"Esto no tiene buena pinta" — pensó, aferrandose a Gen.
— Bueno, ya hemos llegado. Antes de hacer una misión tenéis que aprender a trabajar en equipo, no dudo de vuestras habilidades a nivel individual, pero ahora necesitáis compenetraros para cuando Kenzou-sama nos necesite
Sin dar tiempo a hablar, la mujer abrió la puerta de la valla, "invitándoles" a entrar.
— No puedo daros detalles de lo que hay dentro. Lo único que puedo deciros es que lo he dejado todo dispuesto. No temáis, se trata de una zona de entrenamiento y en cada momento recibiréis la indicaciones necesarias para seguir adelante, ni una más ni una menos. Yo os esperaré al final de la prueba. Venga, ¡En marcha!
— ¿Una prueba? ¿Nosotros solos?
— ¿Que lo has dejado todo dispuesto? — murmuró para sí. Por alguna razón, eso le puso los pelos de punta.
"Es solo una zona de entrenamiento. Solo una zona de entrenamiento"
Junto a sus compañeros, y cogiendo a Gen, quien ya se encontraba abrazado a su mano derecha, listo para la acción, se adentró en el interior de la valle. Tuvo la sensación de adentrarse en un mundo más sombrío al cruzar el otro lado. Las sombras y la penumbra cubrían el ambiente, debido a la altura de las copas de los árboles. No podía ver mucho.
—¿Y qué tenemos que hacer? ¿Cruzarlo? — dijo Izumi, con la esperanza de lograr una pista desde el comienzo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
Sellos implantados: Hermandad intrepida- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
Nivel: 21
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—¿Y qué tenemos que hacer? ¿Cruzarlo?—
Ante mi sorpresa y las dudas del grupo entero yo fui el primer en lanzar la pregunta al aire, algo a lo que no tardó en añadirse la joven pelirosa, Izumi, aunque Juro parecía llevarlo por dentro.
— Relajaos, muchachos — dijo con ternura Sora — Tan solo debéis sobrevivir y llegar hasta el final del camino
*¿Sobrevivir?*
Jurete se vio envuelto de una capa de valentía y cruzó el umbral de la puerta de acceso a aquel lugar y pronto dejaríamos de verle. Me encogí de hombros resignado y tendí la mano a Izumi mostrandole una sonrisa tratando de transmitirle la valentía de la que hacía acopio el marionetista quien nos estaría esperando al otro lado.
— Vayamos con Jurete, Izumi-san. ¡Estoy convencido que después de esto seremos más fuertes!
Fue la primero que se me vino a la cabeza para animarla a seguir. Esperaría a que estuviera dispuesta a entrar para hacerlo con ella.
Mientras tanto, Juro, quién esperaba dentro de la "zona de riesgo" vería como una vez dentro la visibilidad era algo mejor, producto de la percepción visual, aunque no vería nada extraño, más allá que un bosque con sus altos árboles, rocas dispersas por allí y por allá y tal y como dijo Sora, un camino marcado. se trataba de un camino de tierra, el típico que uno encontraría en un bosque, vaya. Aparentemente no había nadie más por allí, más allá de algún que otro solitario sonido de algún pájaro. Nada extraño por el momento. el ambiente era distinto que en el exterior; había una humedad superior, por lo tanto una mayor sensación de frío, aunque era más que soportable, sin embargo aquello provocaría que los pequeños gennins sudasen más de lo habitual y por ello se cansarían con mayor facilidad, aunque por ahora todo iba bien.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
— Relajaos, muchachos — la kunoichi notó cierta ternura en la voz de Sora, lo que no le encajaba en la situación en la que ahora mismo se encontraban — Tan solo debéis sobrevivir y llegar hasta el final del camino
"Me lo imaginaba..." la respuesta confirmó todas sus sospechas y temores, tendrían que cruzar aquel bosque que tan mala espina le daba
Para sorpresa de la pelirosa, el primero que se atrevió a cruzar fue el marionetista. Tomando así la delantera a los otros dos jóvenes "¿Quién lo hubiera pensado hace unos minutos?" gratamente sorprendida por su compañero, la chica no pudo evitar sonreír levemente mientras veía como el moreno se perdía al otro lado del umbral de la puerta
— Vayamos con Jurete, Izumi-san. ¡Estoy convencido que después de esto seremos más fuertes! el chico le tendió la mano
"¿Qué se cree este? ¿Qué necesito algún tipo de ayuda?" aunque seguramente la intención del chico debió ser otra, Izumi se lo tomó casi como una ofensa personal
—En tus sueños— dijo la chica mientras pasaba de largo del chico, atravesando la puerta tras su otro compañero, al otro lado se detendría junto al marionetista, observando a su alrededor —Tan desconcertante como imaginaba— se lamentó la chica, pues no había más que árboles por todos lados —¿Alguna idea de por donde ir?— lanzó la pregunta mientras se aproximaba al lindero del bosque, con la esperanza de encontrar alguna especie de sendero o alguna rama que poder usar para sustituir a su bokuto
Nivel: 22
Exp: 22 puntos
Dinero: 610 ryō
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Juro hizo acoplo de la valentía que le quedaba y se adentró, con la única compañía de Gen, hacia el interior de aquel lugar. Una vez dentro, observó como la visibilidad mejoraba levemente. El escenario que se alzaba no tenía nada fuera de lo común; arboles típicos en un bosque, rocas sueltas — aunque no fuera exactamente típico, tampoco era para extrañarse — y un sendero marcado, por el que probablemente debían seguir.
Escuchó unos cuantos sonidos, producto de la fauna del lugar. Pájaros moviéndose, agitando arbustos, cantando..., nada hostil, a su parecer. Con curiosidad, notó como hacia un poco más de frío. Se rascó el brazo levemente.
— Parece paci...
Solo entonces se dio cuenta de que sus compañeros aun seguían detrás y había avanzado prácticamente solo.
Una emboscada y ya estarías muerto, idiota".
Se puso rojo como un tomate. Miró a Gen, con gesto acusador, como si hubiera esperado que este le avisase. Afortunadamente, sus compañeros no tardaron en llegar. Pudo ver a Izumi llegar a su lado, seguida por Yota, más adelante.
— Ningún peligro a la vista — comentó, con tono autoritario, tratando de disimular con seriedad su metedura de pata.
Izumi se adelantó levemente. Parecía estar explorando el terreno, o buscando algo.
—Tan desconcertante como imaginaba. ¿Alguna idea de por donde ir?
— Debe querer que sigamos ese camino — mencionó Juro, señalando el camino marcado —, aunque no me gusta la idea. Probablemente habrá preparado alguna trampa en él o algo así. Hay que ir con cuidado.
Se estiró levemente, más relajado. Gen a su lado, se mantuvo impasible. Le estaba empezando a pesar un poco. Deseo tener más fuerza. Por último, miró a Yota, esperando su confirmación para seguir. Esta vez no iba a lanzarse él solo. Tenían que avanzar como grupo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
Sellos implantados: Hermandad intrepida- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60
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