Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Hacía ya un buen rato que iba detrás de Karamaru exhausto, aún así su voluntad le permitió seguir adelante un poco más, hasta que se dio cuenta de que esas escaleras suponían un desafío imposible de superar. Con nuestras fuerzas al límite, no se veía que aquella senda que nos había demostrado con creces que ascendía hasta el cielo, tuviera un final, ya que aún se perdían las escaleras más allá de las nubes.

"Es impresionante...¿Quién hizo este lugar?..."

Poco antes de desfallecer y asumir nuestra derrota, Karamaru insistió sobre devolverme el favor por el obsequio que le hice. Como si aquel ímpetu, que mostró al subir los escalones fueran debido a aquella cuestión inconclusa. -De acuerdo Karamaru-san, sin nos vemos en otra ocasión y me veo en apuros, contaré contigo para que me devuelvas el favor. Le contesté agradecido, con la esperanza de que se quedara más tranquilo con aquella cuestión.

Quizás pasaron unos treinta minutos, el oxigeno que inhalábamos brillaba por su ausencia, yo hacía un rato que me encontraba un poco mareado, es más, había comenzado a sentir extrañas alucinaciones que comenzaron a hablarme dentro de mi cabeza. Una voz metálica de un hombre, que parecía de ultratumba, y ajeno a mi, me decía en tono provocador...

"No estás preparado, no, no lo estás..."

Mis piernas se movían de forma errática y tenía que concentrarme más de la cuenta en clavar las pisadas de forma correcta, si no quería acabar cayendo hacía abajo. Me detuve un rato, sin fuerzas para avisar a Karamaru, que por su parte avanzó unos pocos metros más. Hasta que también se rindió.

Ante las palabras de decepción de mi nuevo compañero, le dije algo para subirle el ánimo. -Te diré un cosa Karamaru-san. El verdadero fracaso es no tener el coraje de intentarlo. Lo único que se interpone a la gente y sus sueños es el miedo al fracaso. Pero lo que no saben, es que el fracaso es esencial para triunfar. El fracaso nos pone a prueba y nos permite crecer. Dije con convicción para inspirar a Karamaru.

-Aún somos jóvenes, podremos intentarlo de nuevo el año que viene si quieres. Así hasta que lo logremos. Cerré el puño con fuerza para demostrar compromiso ante mis palabras.
Responder
#17
Karamaru comenzaba a sentirse mal. Sentado sobre esas piedras que hace rato había pisado. Ya se había dejado de apoyar sobre sus piernas, el desafío fue un fracaso, pero el tema ahora era volver. No tenía energías para comenzar un descenso, pero tampoco se podía mantener mucho tiempo en ese lugar por la falta de aire. Sus oídos le dolían, pero no entendía el por qué, y también su cabeza. Tenía una sensación rara. Incluso sus ojos se vieron un poco afectados. Yoshi, que se encontraba unos pocos escalones mas abajo, era un poco borroso para la vista del calvo.

Rápidamente, se frotó los ojos y al instante su acompañante habló. Y como no podía ser de otra manera, otra vez expulso sabiduría. Ese hombre era una fuente inmensa de conocimientos, pero no a lo que se refiere a lo teórico, si no al espíritu. Esta lección era del coraje.

«Coraje...Coraje...» palabra que se repitió varias veces en la cabeza de Karamaru antes de responder.

Fracasado el que no lo intenta, fracasado el que dice que va a llegar y no llega. Tus palabras son inspiradoras- decía Karamaru mientras daba grandes bocanadas de aire y trata de respirar mejor y hablar pausado- Estoy de acuerdo contigo, el fracaso nos pone a prueba. Pone a prueba nuestra voluntad pero es decepcionante no poder cumplir tus metas. Algún día llegare a la cima, estoy más que seguro de eso, pero hasta ese momento este desafío quedara en fracaso.

Pero el calvo necesitaba cambiar de tema. La falta de aire ya le estaba molestando y mucho. Tenía sus manos en su cabeza cuando sin energía le preguntó a Yoshi.

¿Y ahora? ¿Qué hacemos?
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
Responder
#18
Al parecer mis palabras surgieron efecto en mi nuevo amigo, aunque si, tenía razón en que era frustrante, por lo menos para él, que se había propuesto llegar hasta la cima. Por mi parte, fui un poco más prudente, sabía que existía la misma probabilidad de que hubiera logrado llegar hasta final, como fue el caso, de no llegar.

"No es bueno obsesionarse por las cosas, puede guiarte por el camino equivocado"

Aun así, tras el argumento de Karamaru, podía notar como sus palabras rezumaban pesimismo. Y ante tales palabras, intenté nuevamente consolarlo. -No te lo tomes así Karamaru-san, este era un desafío que estaba muy por encima de nuestras posibilidades, aun así, hemos logrado llegar hasta las mismísimas nubes. Yo lo consideraría una victoria parcial...Comenté con un tono conciliador. Lo intenté, aunque por lo poco que sabía de Karamaru, sabía que sus expectativas era mayores que nuestro modesto logro.

Con evidentes síntomas de extenuación, Karamaru me preguntó que debíamos hacer ahora, mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos, parecía que estaba padeciendo al igual que yo, la falta de oxigeno. Aunque hace tiempo que tenía claro la respuesta. Estábamos cansados y debíamos descansar si queríamos iniciar el descenso por donde vinimos. A veces, es conveniente dejarse llevar por la lógica, escuchar nuestro cuerpo y satisfacer sus necesidades.

Por lo que cuando preguntó Karamaru, respondí sentándome en los escalones. -Debemos volver, pero no sin antes descansar. Lo que sucede es que a estas alturas, para satisfacer nuestros pulmones debemos realizar más respiraciones que a unas alturas más bajas, es decir, para conseguir el mismo oxigeno de una sola bocanada de aire en tierra firme, aquí arriba necesitamos tres o cuatro bocanadas para obtener el mismo oxigeno.

Me quedé un rato respirando con rapidez, como cuando llevo a cabo algún entrenamiento intenso. Como ir a correr alrededor de la aldea, o cuando hago gimnasia. Hice un gesto para que Karamaru me imitara. -Cuando nuestro cuerpo haya tomado el oxigeno que necesita, comenzaremos el descenso, que por suerte, será más sencillo que la subida.
Responder
#19
Yoshi tenía razón. Era un desafío muy por encima de las cualidades de ambos. Cuando recién pisaba los primeros escalones Karamaru nunca podría haber pensado que el camino sería tan largo. Sin embargo, su compañero nuevamente le había hecho sacar una sonrisa a pesar del problema que tenían entre manos.

¿Vistoria parcial?- cuestionó Karamaru- Parece ser que eres de los que ve el vaso medio lleno

El calvo trató de echar una risa, pero la poca cantidad ve aire se lo impidió. Pero los consuelos y los llantos se tenían que dejar a un lado para dar cara a otro problema también cuestionado con anterioridad por el shinobi. Subieron, pero ahora había que bajar. El oxígeno era muy poco, y les iba a costar quedarse mucho tiempo a esa altura. Pero es que tampoco tenía energía para bajar.

Dices de esperar aquí, pero con el tiempo nos quedaremos sin oxigeno cada vez mas. No creo que podamos aguantar mucho más tiempo a esta altura, algo tenemos que bajar.

Fue lo último que dijo antes de tratar de levantarse para comenzar el descenso. Pero apenas separo su cuerpo del piso, se mareo un poco, su vista se puso un poco mas borrosa y volvió a caer sobre el suelo. La falta de oxígeno parecía inmovilizarlo.

¿Vas a ser difícil no? Poco aire para quedarse y poca energía para irse. Tu tal vez aguantas, pero mis pulmones no creo que lo hagan. ¿Alguna otra idea?- finalizó Karamaru dejando la incógnita en el aire y dándole la capacidad de decidir que hacer a su compañero que seguramente tendría mejores ideas que él.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
Responder
#20
Ahí residía la clave, siempre debíamos enfrentar la vida con optimismo, tanto lo bueno como lo malo. -Si caes y te levantas, no caíste...solo tomaste un impulso Respondí sonriente.

A pesar de todo, Karamaru se encontraba contrariado, la falta de oxigeno era más que evidente, pero no teníamos fuerza para comenzar ahora un descenso, ni oxigeno para ver ni hacer las cosas con claridad, y eso podría desencadenar en una desgracia. -Karamaru-san... confía en mí. Con un gesto del brazo lo invité a que se sentara de nuevo. -Respira hondo y rápido como cuando estás llevando a cabo un esfuerzo físico, con el tiempo el cuerpo tomará el aire que necesita. Cuando estemos un poco más recuperados comenzaremos el descenso.

De entre mis ropas saqué un libro para hacer amena la espera, la abrí y seguí la lectura en donde la dejé, la falta de oxigeno me impedía leer con claridad, por lo que cuando pudiera leer nítido, sabría que mis indices de oxigeno estaría dentro de la normalidad.

"Considera a tus soldados como a tus hijos y te seguirán hasta los valles más profundos; míralos como tus propios amados hijos y estarán a tu lado incluso en la muerte" Leí con rostro agradecido, el libro me estaba resultando una verdadera obra de arte.

Mientras pasaba páginas le formulé una pregunta a Karamaru, sin apartar la vista de aquel tomo. -Karamaru-san, ¿Os gusta leer?

Pasaron tal vez unos treinta minutos, y el descanso dio resultado. La claridad volvió a nuestras mentes y descansamos y comimos algo durante el proceso. Ahora si que podíamos iniciar ya la marcha de regreso. -Yo creo que ya puedo comenzar el descenso ¿Y tu? Pregunté
Responder
#21
Era la primer oración que había realizado Yoshi, que para el calvo no tenía sentido. Hasta ahora, su compañero era una fuente de conocimiento grande para él y Karamaru siempre apoyaba sus decisiones aunque para esa vez no estaba de acuerdo.

«Si te caes te caes» pensaba Karamaru mientras trataba de decidir si contestarle o no. Finalmente, la respuesta a esa duda fue si.

En realidad, creo que con esa oración le erraste un poco a la verdad. O por lo menos, y mejor dicho, a mis creencias. No creo que si te caes y te levantas sea un solo impulso, pero eso no implica que esto sea malo. Un anciano un día me dijo:

"¿Para que nos caemos Karamaru?"

Y nunca supe responderle. Hasta que un día me dio la respuesta:

"Para aprender a levantarnos."


Y ahí entendí que esto es solo para saber como sobrepasar un problema y volver a intentarlo.


Karamaru se puso un poco nostálgico recordando a su abuelo, pero al pensar en él y teniendo a Yoshi enfrente solo pudo expresar una cosa.

Me recuerdas mucho a él de hecho. Siempre tienes la respuesta indicada para todo, siempre que respondes algo aprendo.

Sin embargo, la conversación fue para otro lado. Otra vez Yoshi trataba de animar al calvo para seguir intentándolo un poco más. Y tal vez fue por el recuerdo de su abuelo, pero Karamaru tenía mas ganas y energía que antes. Escucho las palabras su acompañante y comenzó a respirar como si su vida dependiese de ello, literalmente. Solo se concentraba en eso y se concentro y se concentro y estuvo un largo rato con la misma dedicación.

Yoshi había comenzado a leer un libro, pero poca importancia le había dado Karamaru. Tal vez tanta poca importancia le había dado, que su pregunta se había ido con el aire para nunca llegar a oídos del shinobi.

Karamaru no sabía cuanto tiempo había pasado, pero tras compartir comida y bebida entre los escaladores, Yoshi hizo la pregunta obvia.

Creo que si, estoy con animó para seguir caminando
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
Responder
#22
Karamaru era una persona que demostraba fervientemente que una derrota, o una victoria incompleta, no eran una opción. Aseguró su disconformidad ante mi último comentario, hablándome sobre la sabiduría del que supuse fue antaño su maestro. -A eso me quería referir con lo de caer Karamaru-san. Hay que ver el lado bueno de todas las cosas, aprender del fracaso es clave para llegar a lo más alto, pues te aseguro, que aquellos que no tropiezan, no llegarán a materializar jamás sus propósitos.

No se porqué, pero Karamaru se vino un poco abajo recordando a su maestro, asegurándome que le recordaba a él, enarqué una ceja, hasta que dijo que siempre le hacía aprender algo con mis respuestas. -Oh! Karamaru-san, gracias por el cumplido. Ya pensaba que me estabas llamando viejo, o algo así haha. Dije sonriente para romper un poco el hielo.

Seguía leyendo, pero superficialmente, solo hasta comprobar que aquellos párrafos volvían a ser nítidos ante mis ojos. -Ahh! Karamaru-san Suspiré, -Como me gustaría que pudieras leer este libro. Pero no te lo puedo recomendar, creo que éste ejemplar que llevo, es la única copia que queda con vida de este autor...Dije convencido de no estar equivocado.

Después ante mi pregunta, Karamaru respondió que también estaba listo para el descenso. -Muy bien entonces. Exclamé cerrando el libro de un golpe seco y guardándolo adecuadamente. -La bajada será mucho más rápida, ya verás.

Y así fue, a cada pocos metros el ambiente se notaba más agradable por el aumento paulatino de oxigeno, por lo que en vez de cansancio, conforme descendíamos, notábamos como recobrábamos las fuerzas. Pero algo hizo que llamara nuestra atención, de repente, un persona solitaria venía en dirección opuesta a nosotros, ataviado con una túnica marrón oscura, y con el rostro encapuchado, se acercaba poco a poco. Hasta que pudimos discernir cuando nos acercamos lo suficiente a él, que se trataba de un adulto daba su complexión, un adulto fuerte y corpulento.

-¡Mira Karamaru-san! Alguien está subiendo las escaleras al cielo. En cuestión de poco tiempo, estaríamos enfrente de aquella misteriosa silueta, que a saber con que propósito había decidido emprender aquel tortuoso ascenso.
Responder
#23
El tiempo de descanso y charla había pasado. El descenso era la nueva etapa del desafío fracasado del pelado. Su autoestima había bajado y seguramente se iba a imponer otro reto rápidamente pero ahora lo único en lo que había que pensar era ir paso a paso por los escalones de piedra.

El aire, lentamente, se hacía un poco más "normal". Los pulmones de Karamaru comenzaban a trabajar con normalidad, y el movimiento de oxígeno y dióxido de carbono era más que satisfactorio. Pero mientras bajaba en silencio con Yoshi se le había ocurrido una idea. Tal vez su desafío fallido le había dado un nuevo método de entrenamiento.

«Soy un shinobi, y en algún momento supongo que tendré alguna misión en algún ambiente extremo. El estar ahí arriba, con falta de oxígeno, tal vez lo puedo usar como lugar para entrenar. Mejorará mi capacidad de trabajar con poco oxígeno supongo, lástima que queda tan lejos de casa.

Pero el silencio no duraría mucho más tiempo y tampoco la soledad de los hombres. En sentido contrario, en camino ascendente, venía un encapuchado tapado con una túnica marrón que al calvo le hizo recordar cuando viste su túnica negra y su sombrero cónico.

Es verdad- respondió Karamaru ante la advertencia de Yoshi- Me acercare para hablarle

Acelero un poco paso, descendió unos escalones rápidamente e interrumpió al hombre.

Buenas, ¿Es la primera vez que tratas de subir?- cuestionó con inocencia el shinobi.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
Responder
#24
Advertí de lo obvio a Karamaru, pues en aquel recóndito lugar no había nadie más que nosotros tres, pero mi verdadera intención era averiguar el propósito de mi compañero de travesía. Y en efecto, Karamaru tenía la misma curiosidad que yo con respecto aquel hombre, contestó que se adelantaría para hablar con él. Muy acertado desde mi punto de vista, ya que podríamos intercambiar opiniones con aquella persona que decidió emprender el mismo desafío que nosotros. Por mi parte, se me ocurrían un sin fin de preguntas, por ejemplo...

"¿Habrá conseguido llegar a la cima en otra ocasión? o, ¿Estará ahora preparado para llegar hasta el final?" Solo faltaba que aquel señor fuera lo suficientemente amable para satisfacer el aluvión de preguntas de unos muchachos desconocidos.

-!De acuerdo! Le respondí a mi compañero, cuando se adelantó para entablar conversación con aquel extraño viajero.

Karamaru se acercó hasta encontrarse cara a cara con aquel hombre, cuya túnica roída y haraposa por el paso del tiempo, lo envolvía por completo. Cuando se acercó comenzó a notar una molestia, como si un aura gélida e insoportable envolviera a aquel hombre, como si el clima se tornara inestable y caótico, el aire pululaba por alrededor y silbaba como si el alarido de los muertos se tratara. Una vez desde aquella distancia y habiendo sido la pregunta formulada por Karamaru, pudo apreciar que la túnica que levitaba, era aquel hombre, puesto que el interior estaba vacío como la crisálida de una mariposa.

Pero la respuesta de aquel ente, solo fue una respiración profunda y metálica que renosaba en nuestras cabezas como un taladro, como si el origen de aquel sonido no perteneciera a este mundo. Me acerqué finalmente a la altura de Karamaru, notando aquel frío intenso, tan intenso que hasta resultaba doloroso físicamente. Cuando me percaté de lo que estaba ocurriendo, me quedé perplejo.

"¿¡Pero que cojones!?" La verdad que algo no iba nada bien, mi cuerpo parecía que se ponía a la defensiva de forma involuntaria, como si reconociera a aquella entidad como una amenaza real. -¿¡Pero que es eso!? Pregunté en voz alta debido a la impresión.

-Debe ser un genjutsu Me auto respondí. Pero conocía la formula para cancelar este tipo de jutsus, por lo que para salir de dudas, ejecuté la técnica sin demora, antes de que alguien nos tendiera un trampa, realicé el sello del carnero y exclamé.

-!KAI! Pero a pesar de todo, aquella cosa seguía ahí. -No...no...se trata...de un genjutsu... Dije abatido y preocupado, sin plantearme de que pudiera de tratarse de un genjutsu lo suficientemente complejo para que no pudiera anularlo.
Responder
#25
Era raro, muy raro. Era un día de primavera no podía hacer tal frío. El cuerpo de Karamaru comenzó a congelarse y a sentir el aire con más presión. Un zumbido pasaba por sus oídos, que comenzaban a dolerle y se le puso la piel de gallina. Parecía un aura siniestra, de algo no muy común. Y ese fue el momento, el momento en donde un profundo ruido de aire denso salió de entre los ropajes, en el que se dio cuenta. Donde tenía que estar la cara, no había más que aire, donde tenían que estar los brazos, no había mas que aire, donde tenían que estar las piernas, no había mas que aire.

La ropa comenzó a subir, a elevarse como si estuviese flotando. El aire era pesado, y nuevamente costaba respirar. Parecía ser un genjutsu o un espíritu. Karamaru optó por la primera. Pero esa opción, la que el calvo había escogido, la puso en duda unos instantes después cuando su compañero trató de liberarse.

Ambos habían pensado lo mismo, ambos creían que era un genjutsu pero no era así. Yoshi trató de liberarse, técnica que Karamaru todavía no podía realizar por su limitado conocimiento del genjutsu, y al instante comentó lo que ninguno de los dos quería escuchar.

«"No es un genjutsu" Y si lo es Yoshi no se puede liberar...»

Karamaru se quedó con la boca abierta, mirando a los ropajes negros levitar en el aire. Su mente se había quedado en blanco, no sabía que hacer, estaba sorprendido. Pero ambos sabían que esa presencia no era común, y si estaba haciendo eso era para asustar o atacar a los dos escaladores. Tratando de salir del asombro, Karamaru hizo los sellos de manos correspondientes y tras sentir el calor en el estómago, lo sintió en su boca y luego en el exterior.

Una bola de fuego había sido lanzada desde la boca de Karamaru en dirección a esa cosa rara y extraña.


CK=130-20=110
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
Responder
#26
Karamaru no se dejó amedrentar ante tal inverosímil situación, haciendo gala de un potente Katon que lanzó decidido hacía aquella cosa, fuere lo que fuere, poco pudo hacer por evitar la majestuosa bola ígnea, que consumió aquella vieja túnica roída, sin piedad.

-¡¡¡Noooo!!! Una voz femenina se oyó en el mismo instante que la bola despachó a su objetivo. Que siguió hacía adelante al no presentar oposición alguna, hasta que se consumió, cuando alcanzó la técnica de fuego su limite.

Aquella voz era un poco infantil, una voz que se encontraba a la espalda de Karamaru. Se trataba de una joven y bella muchacha de pelo largo y lacio, oscuro como la misma noche, y de rostro pálido y fino. Portaba ropas ajustadas oscuras, que adornaba con partes de cuero y metales. Por sus ropas ceñidas, se podía apreciar que poseía un físico envidiable, atlética y ligeramente fibrada. Lo más traumático fue el hecho, que apareció de la nada.

Yoshimitsu fue testigo de ello, ya que estaba detrás de Karamaru y puedo ver sin dar crédito, como en un abrir y cerrar de ojos, apareció aquella chica. Por mi parte, deduje que se trataría de una kunoichi, pero por más que me esforcé en buscar bandana alguna, fue en vano. Después de nuestro asombro, la chica habló de nuevo.

-Eso era totalmente innecesario monje, solo era un broma...La chica que se encontraba agacha detrás de Karamaru, se irguió poniéndose a casi la misma altura que Karamaru, la muchacha era un poco más alta que él.

Acto seguido, se dirigió hacía los restos calcinados de la túnica, se frotó la barbilla pensativa, y dijo en voz alta. -Ahora me tendré que hacer con otra...Ainsss Suspiró.
Responder
#27
La túnica flotante se había convertido en cenizas tras la bola ígnea pero no terminaron de caer estas al suelo que un grito sonó de las espaldas del calvo que solo pudo asustarse, darse vuelta y soltar un pequeño gritito. La voz había sido de una pequeña de cabellos oscuros y piel blanca que lograba contrastar aun más por sus ropas oscuras.

«¿De donde salió? No la vi en ningún momento» pensaba Karamaru mientras seguía atónito por el hecho que acababa de ocurrir.

La primer idea que tuvo Karamaru fue preguntar a su compañero si la había visto venir pero la voz infantil volvió a romper el silencio entre el trío de personas que se había formado sobre los escalones de piedra.

¿Broma? ¿A ti te parece broma eso? ¿Por qué no asustas a otro que no sea propenso a quemar cosas?

Una broma decía la pendeja. El susto que se había llevado el calvo fue muy grande y hasta le podría haber pegado un cachetazo sin pensarlo dos veces a esa mujer. Pero tomó un gran respiro, se tranquilizó y comenzó a hablar mas calmado.

¿Otra cosa de esas? ¿Es que acaso eso tiene definición? ¿Puedes decir que era eso?- pero después de tantas preguntas, logró pensar en Yoshi- Por cierto Yoshi, ¿Tu estás bien?

El ambiente por suerte se había calmado y solo quedaban dos hombres frente a una mujer con cara de inocente.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.