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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Kenzou lo vio venir: las dos cuchillas mortales que se precipitaban sobre sus hombros. Le hubiese dado tiempo a apartarse, a dar un salto hacia atrás y evadirlos. Pero no era su estilo. En su lugar, sus manos se recubrieron de chakra y apresaron los quelíceros justo antes de que estos se clavasen en su piel. Y los quelíceros se detuvieron como si hubiesen topado con hormigón, vaya que si se detuvieron. Porque si algo podía acercárse a la resistencia tremebunda del Morikage, esa era su propia fuerza.

Aprovechando la momentánea ventaja, tiró de la araña hacia él mientras lanzaba una patada ascendente directo hacia su boca. Una patada que relampagueó envuelta en un aura de chakra verde. Solo le había imprimido un poquito de fuerza para hacer las cosas más interesantes. Solo lo justo para que…

…saliese disparada hacia las nubes y desapareciese en una nube de humo blanco.

Con la inercia, el Morikage había dado media voltereta en el aire hacia atrás. Yota, que había saltado tras su espalda —ahora frente a él por la voltereta—, lanzaba una patada igualmente cargada con chakra contra su Kage.

Kenzou la blocó con las manos y sonrió de satisfacción.

¡Buen golpe! —le felicitó, pese a no dar ni una sola muestra de haberse resentido por el golpe.

Aprovechando nuevamente que le tenía pillado, giró en el aire tirando de él por la pierna y le estampó contra el suelo. Con tacto.




Resistencia 140: Recibes 20 PV menos de daño ante cualquier daño directo que te inflijan.

Daños recibidos: 56PV - 20PV = 36

634/670

-36

44/100

-30
26



· Fuerza: 100
· Resistencia: 140
· Aguante: 100
· Agilidad: 100
· Destreza: 60
· Poder: 10
· Inteligencia: 60
· Carisma: 140
· Voluntad: 120
· Percepción: 100

- Kubikiribōchō (sellada en el obi de la cintura, con el kanji 力)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)

Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo

Daños:
· Patada a Kumokichi: 13 PV + (100/10) + 10 + 50 = 83PV
· Llave contra el suelo a Yota: 10 PV + (100/10) + 10 = 30PV


¤ Bushido: Kikai
¤ Camino del Guerrero: Bloquear
- Tipo: Apoyo
- Rango: A
- Requisitos: Kenjutsu 30
- Gastos: 26 CK
- Daños: -
- Efectos adicionales: -
- Sellos: -
- Velocidad: Muy rápida
- Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Cuando un usuario del kenjutsu es despojado de su katana, necesita de un método de protección alternativo ante las armas de sus adversarios. Ése es el origen de esta técnica. Concentrando una buena cantidad de chakra en un punto de su cuerpo cualquiera, el usuario es capaz de bloquear con la piel desnuda cualquier tipo de filo que le ataque, siempre y cuando su destreza supere tanto a la destreza de su adversario como a su fuerza, en caso de una ofensiva cuerpo a cuerpo.

¤ Shigeki
¤ Estimulación
- Tipo: Apoyo
- Rango: A
- Requisitos: Inteligencia 60 y Ninjutsu 50 ó Bukijutsu 50, para golpes o para armas, respectivamente
- Gastos: 0'6*X CK
- Daños: -
- Efectos adicionales: Aumenta en X PV el daño de un golpe básico o el de un arma cuerpo a cuerpo (máximo 100)
- Sellos: -
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: -
Esta técnica no es diferente de las habilidades de concentración del chakra que desarrollaría, por ejemplo,
un ninja médico, pero aplicadas únicamente a causar el mayor daño posible tanto con armas como con golpes cuerpo a cuerpo, y no tan precisa como la de estos. El usuario estimula los músculos de sus extremidades con la ayuda del chakra para disponer de más fuerza momentáneamente. Al momento de usarlo, el usuario recubre una parte de su cuerpo con una capa del color de su chakra. El usuario puede utilizar el chakra adicional para aumentar la fuerza de Bushido: Chikara no Nagare.
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#17
De nuevo, el Morikage mantuvo la calma, se reflejaba en su postura y en la tranquilidad que emanaba su rostro y sus ojos. Estaba llevandome al límite y ni siquiera se despeinaba. Osea, no es que uno pudiera esperar algo distinto, pero estaba flipando de la fortaleza de aquel hombre entrado en años. Por dentro no podía hacer más que admirar al que era nuestro líder.

De hecho, Kenzou estaba tan calmado que se permitió el lujo de contraatacar ante la ofensiva de Kumokichi, agarrando sus quelíceros, deteniéndolos en el momento preciso. Aún así, pude ver como de ellos descendía una líquido translucido como verdoso.

«Joder, menos mal que ha podido bloquearlo»


— ¡Joder! Mierda... lo siento, Yota — bufó el animal, a sabiendas de que, en aquel... ¿combate? ¿entrenamiento? había fallado.

Entonces salté. Debía aprovechar el moemnto en el que Kenzou estaba centrado en Kumokichi y terminar con la idea inicial, aún podía funcionar. No del modo esperado, claro, pero aún había opciones de golpear al Morikage.

Bajo mis pies, los lamentos del arácnido anaranjado se hicieron realidad. Creo que fue la pierna del Morikage que se envolvió en un chakra verdoso y esta mando a la puta a mi invocación, haciéndola desaparecer en los cielos en una fugaz nube de humo. Yo aproveche y lancé mi ofensiva y, para mis sorpresa, pese a estar justo en frente de mi oponente, acerté. Aunque no del modo esperado.


— Imposible..

Abrí mis dos globos oculares como si fueran dos jodidas naranjas. El tipo no se había movido del sitio, simplemente encajó el golpe y no retrocedió a pesar del chispazo del furasshu. Técnicamente aquello no era posible. Estaba completamente convencido de que había aplicado una gran cantidad de chakra en el golpe.

— Mierda — dije en cuanto me apresó — ¡¡Ah!!

Y finalmente besé el suelo tras aquella sutil llave.

Mis manos se apoyaron en el suelo, todavía intentando explicarme como narices había conseguido resistir el golpe de aquel modo.


— Có.. ¿Cómo lo ha hecho?

Pero no había tiempo para lamentaciones ni explicaciones ni nada. Necesitaba dar un golpe certero. Aquello no iba a ser una nueva derrota moral. Recordaba mis palabras ante el nuevo jounin de Kusagakure y mi buen amigo Juro. No más traspiés, no más errores, necesitaba hacer las cosas bien de una buena vez. Así que mi mano se fue al portaobjetos, agarrando algo pequeño, algo que me serviría para ganar unos segundos.

— Podía imaginarme que era usted alguien muy poderoso, pero esto supera todas mis expectativas — me sinceré mientras me incorporaba como buenamente podía.

Una vez arriba, alcé de nuevo la cabeza para mirar a nuestro líder.


— Un intento más, Morikage-sama, solo uno más, por favor

No esperé respuesta. simplemnente apreté el puño y cerré los ojos, dejando caer aquella bolita la cual explotó devolviendo la luz diurna por unos momentos. Momentos que aprovecharía para cargar el chidori en la palma de mi mano. Kenzou podría reconocer el sonido del aquella técnica tan sumamente característica y rápidamente abrí de nuevo los ojos y cargué el jutsu de mi mano contra el cuerpo del Morikage. Obviamente, había ajustado la potencia para que, en caso de acertar, no causase heridas fatales en su cuerpo. No me había vuelto loco. Podía moverme más rápido, pero el efecto túnel me hacía más vulnerable a lo que no tenía en frente.


Estado de Yotita

• PV:

133/160

-27



• CK:

23/200

-48



• PV Kumokichi:

17/100

-83



• CK Kumokichi:

52/100





  • Fuerza: 35
  • Resistencia: 30
  • Aguante: 30
    -10
    Agotamiento 3/3

  • Agilidad: 40
  • Destreza: 45
  • Poder: 40
  • Inteligencia: 40
  • Carisma: 20
  • Voluntad: 30
  • Percepción: 40



  • Portaobjetos [Muslo derecho] [6/10]
    • Hilo shinobi (30 metros)
    • Kemuridama x1
    • Hikaridama x1
    • Pack de 5 cascabeles
    • Sello explosivo clase C x1
    • Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)

  • Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto (En el cinto por el costado izquierdo)

  • Mecanismo oculto de kunai [Muñeca izquierda]
    • Kunai (9 PV/golpe con anilla, 8 PV/corte superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración)

  • Mecanismo oculto de kunai [Muñeca derecha]
    • Kunai (9 PV/golpe con anilla, 8 PV/corte superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración)

  • Ninjato (15 PV/golpe con mango o vaina, 20 PV/corte superficial, 30 PV/corte, 40 PV/penetración) (en horizontal en la parte trasera del cinto)


¤ Chidori
¤ Mil Pájaros
- Tipo: Ofensivo
- Rango: B
- Requisitos: Raiton 40
- Gastos:
  • 48 CK
  • (Raiton 80), Raikiri, (multiplicable x2)
- Daños: 80 PV
- Efectos adicionales:
  • Agilidad +20, Percepción -20 (durante su ejecución)
  • Alto peligro de muerte de impactar en un punto vital
- Sellos:
  • Buey → Liebre → Mono → Dragón → Rata → Pájaro → Buey → Serpiente → Perro → Tigre → Mono
  • (Raiton 50) Ninguno
- Velocidad: Muy rápida
- Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Esta técnica canaliza una gran cantidad de chakra Raiton en la mano del usuario, tanto es así que se vuelve visible y produce un sonido parecido a mil pájaros chirriantes. De ahí el nombre de la habilidad. Una vez la técnica se ha completado, el usuario carga hacia adelante y clava su Chidori en el adversario. Esto produce, en caso de acertar en puntos vitales, un daño usualmente letal. A pesar de que la técnica produce un sonido tan alto, esta técnica está clasificada como de asesinato gracias a la velocidad a la que el usuario es capaz de moverse mientras la utiliza. Dado que la velocidad del ataque es tan grande y que el usuario debe moverse estrictamente en línea recta, se produce un efecto túnel en su visión que le impide variar ligeramente la trayectoria del ataque si su oponente lo hace, fallando el movimiento. Esto puede ser corregido si el usuario posee reflejos aumentados (mediante el Sharingan, Rinnegan u otros medios). El Chidori puede utilizarse para electrocutar al oponente y mandarlo en dirección opuesta, sin empalarlo, por lo que es una técnica de letalidad ajustable.

Una versión avanzada de la técnica, denominada Raikiri, tiene fama debido a una leyenda en la que se cuenta que un antiguo shinobi cortó un rayo por la mitad. Es una versión concentrada, donde la cuchilla es de un color morado y de una forma muy concentrada.

Daño recibido
  • Patada a Kumokichi: +80 PV/rotura de contrato
  • Llave contra Yota: 30 PV - 3: 27 PV
  • Daño causado
    Chidori: 80 PV

    [Imagen: K1lxG4r.png]

    [Imagen: dlinHLO.png]

    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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    #18
    El Morikage estaba a punto de decirle que se había terminado por hoy, cuando Yota se vino arriba y le miró con una determinación que le hinchó de orgullo.

    Un intento más, Morikage-sama, solo uno más, por favor.

    Sin siquiera darle tiempo a responder, su genin estrelló una bola de papel contra el suelo al mismo tiempo que cerraba los ojos. Los años de experiencia le habían enseñado que, cuando alguien hacía eso, era porque se trataba de una bomba de luz. Pero, quizá porque estaba despistado, o simplemente porque quería otorgarle algún tipo de ventaja a su súbdito, el potente flash bañó sus pupilas y le cegó por unos instantes.

    Kenzou se tapó los ojos con una mano. No retrocedió. No se movió más que lo necesario. Fue entonces cuando el característico sonido de mil pájaros chirriando llegó hasta sus oídos. Lejos de inquietarse, sonrió.

    ¡Yota-kun! ¿No me digas que también manejas el Chidori? —Genjutsus, técnicas de invocación, y también una técnica avanzada de Raiton. Yota estaba haciendo muchos números para que le propusiesen como aspirante a Chunin en el próximo examen.

    Yota se precipitó hacia él y aguardó, inmóvil, tan indiferente como una montaña ante un rayo. Y aguardó, y aguardó, y aguardó…

    … hasta que el sonido de los pasos de Yota y el chirrido de su brazo estuviesen a apenas un metro. Solo entonces, y no antes, se echó a un lado con una velocidad que haría avergonzar a un relámpago. Dejando un pie por el camino. Un pie con el que tropezó Yota y le hizo darse de bruces contra el suelo, atravesando el tatami con su chidori y dejando un gran orificio en él.

    ¡Eso ha sido magnífico, Yota-kun! —Kenzou le observaba, a un par de metros, de pie y ya con la vista recuperada—. Pero tienes que tener cuidado con esa técnica, te deja muy expuesto cuando no aciertas.

    Cuando Yota levantase cabeza, vería que el filo de una enorme espada le estaba apuntando directamente al cuello. El filo de un arma legendaria. El filo de Kubikiribōchō.

    Gané —dijo sin perder la sonrisa.
    Responder
    #19
    No sabría decir exactamente como sucedió todo. simplemente me limité a intentarlo una última vez. supe que era la última, mis reservas de chakra estaban prácticamente en las últimas y era consciente de que el uso del chidori me dejaría cuanto menos muy exhausto, apenas con alguna que otra solitario gota de chakra en mis conductos. Y así fue.

    Pero salió mal. Una vez más, y ya iban unas cuantas, el Morikage supo defenderse y devolverme el golpe. De pronto, sentí el pie del anciano contra el mio e irremediablemente, acabaría besando el suelo, al igual que mi chidori, que explotó contra el tatami, creando un importante boquete y el estruendo propio de la técnica dio paso al más absoluto silencio. Hasta que Moyashi Kenzou volvió a abrir la boca.


    ¡Eso ha sido magnífico, Yota-kun! —Kenzou le observaba, a un par de metros, de pie y ya con la vista recuperada—. Pero tienes que tener cuidado con esa técnica, te deja muy expuesto cuando no aciertas.

    Abrí los ojos y trate de alzar la vista para observarle. en su lugar me encontré un filo muy particular, era jodidamente gigante. como una katana hecha a medida, a la altura del hombre que la empuñaba. Era imponente y recibir la estocada de aquello, como poco, te partía en mil trozitos.

    — Qué cojones es... joder

    Gané

    — No esperaba menos de una leyenda viva como usted, Morikage-sama — dije, vencido por el líder de la hierba, quién apenas tuvo que esforzarse para tenerme en el suelo a su merced — Al menos espero que lo que ha visto de mí le haya gustado, supongo que con eso me llevo la victoria moral

    Resoplé un par de veces, cansado. Luego, apoyando ambas manos en el suelo, trataría de levantarme, evitando siquiera rozar el filo de aquella cosa que me apuntaba.
    [Imagen: K1lxG4r.png]

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    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
    Responder
    #20
    Kenzou observó el boquete creado por Yota y esbozó una sonrisa divertida. La nueva camada de genins se despertaría con el privilegio de tener ya un encargo para ellos.

    —No esperaba menos de una leyenda viva como usted, Morikage-sama.

    Oh, vamos, vamos —dijo, apartándole la espada de la cara—. No hace falta que adules a este viejo carcamal. Venga, tienes algo que contarme…


    • • •


    Estaban de vuelta en el despacho. Kenzou había sellado el Kubikiribōchō en su obi, y había preparado un té verde para ambos, perfecto para reponer energías e hidratarse. Una tacita humeante reposaba frente a ambos, sentados a la mesa, y fue el Morikage el primero en darle un sorbo.

    Y bien, Yota-kun —dejó la taza sobre la mesa—. Cuéntame.
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    #21
    Después de todo aquel combate en el que traté de sacar lo mejor de mi mismo, las cosas volvieron a calmarse, aquella espada infernal había desaparecido en algún tipo de sellado y ahora nos encontrábamos de nuevo en aquel despacho con una taza de té para cada uno. Bien calentito. El Morikage dio un sorbo y entonces pidió que le contase lo que había venido a decirlo. Yo aún estaba cansado, claro, tenía que recuperarme de todo aquel desgaste.

    «Joder, todavía no puedo invocar a Kumokichi en una situación real de combate, ¡mierda!»

    Aproveché el momento para dar un breve sorbo.


    — Ah, si, por supuesto — decía mientras buscaba las palabras para decirlo lo de Kaido — en realidad quería comentarle un par de cosas, pero empecemos por la importante, si le parece

    Di un par de bocanadas para recuperar el aliento.

    — Esto... resulta que estuve en la Ribera de sur y algo alertó mis sentidos. Estaba con Kumopansa. Bueno, creo que no la conoce, es una invocación más pequeña que Kumokichi, bastante buena en el espionaje y suele acompañarme en mis viajes. Bueno, como le decía, seguimos los gritos y nos encontramos con una niña que nos dijo que un monstruo estaba causando estragos en una posada. Así que fuimos a investigar. ¿Sabe? Casi que hubiese preferido que se hubiese tratado de un monstruo de verdad, pero lo que me encontré fue un amejin. Responde al nombvre de Umikiba Kaido y es muy fácil de reconocer, es una especie de tiburón. Sé que puede sonar raro, pero su piel es azul y dura. Tiene dientes como sierras... Puede imaginarse que es un tipo bastante singular. Él juró y perjuró que estaba de paso, pero me dio mala espina y por eso he venido a verle nada más regresar. Recuerdo que no llevaba bandana ni nada que le representase como un ninja de Amegakure. Creí que debía informarle

    Lo solté todo tal como me vino, casi sin respirar, pero me olvidé de un detalle.

    — Oh, me olvidaba de algo. Dejé a Kumopansa allí para que investigase si era cierto que estaba simplemente de paso y se iba al día siguiente. De ser cierto, debería estar al caer. Le dije que viniese directamente hasta aquí
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    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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    #22
    Kenzou escuchó, palabra por palabra, la información que tenía que revelarle. Al principio, creyó que era algo sin mayor importancia. Ninjas extranjeros cruzando su país para cumplir misiones en el País de la Tierra o del Rayo era algo que sucedía a diario, aunque no le gustase. Era algo que también pasaba a la inversa, cuando sus ninjas tenían que cruzar la Lluvia o la Espiral para llegar hasta el País del Fuego o del Viento. Sin embargo, hubo un detalle en el discurso de Yota que provocó que su sonrisa perdiese brillo.

    ¿Un ninja de Amegakure causando estragos en una posada, dices? ¿Qué tipo de estragos? —La ausencia de bandana, el aspecto agresivo y monstruoso… Detalles sin importancia. Pero que un ninja extranjero estuviese causando problemas en su territorio era harina de otro costal.
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    #23
    ¿Un ninja de Amegakure causando estragos en una posada, dices? ¿Qué tipo de estragos?

    La sonrisa del hombre se ensombreció en un solo instante, ante la curiosidad y las ganas de saber qué había pasado. Empezaba a tener mis dudas de que hubiese hecho lo correcto, ya que en aquel rostro podía ver la preocupación.

    — Pues... la verdad es que llegué tarde a esa posada — me sinceré — El caso es que escuché gritos y primero me encontré una niña asustada, como le decía, dentro de la posada solo vi al amejin y varias personas asustadas, con miedo.

    En realidad, ¿qué es lo que vi? simplemente gente asustada y un bravucón con escamas.

    — Simplemente me dio mala espina. Hablé con el shinobi y estaba bastante interesado en que nos largásemos, se puso bastante nervioso, ¿sabe?
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    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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    #24
    Una niña asustada. Varias personas asustadas. Mala espina. Eso era lo que tenía Yota. Meras impresiones subjetivas. Ni actos vandálicos, ni ataques, siquiera un insulto. Nada constatable. Si Kenzou hubiese tomado medidas drásticas por cada ninja que le viniese diciendo que se había encontrado con tal o cual shinobi extranjero que le había mirado mal, o que había actuado de manera sospechosa, hubiesen entrado en guerra en más ocasiones que las Cinco Antiguas Aldeas juntas.

    No obstante, eran tiempos delicados. Mejor cerciorarse de que todo estaba bien.

    Invoca a Kumopansa. Si ha sucedido algo grave en su espionaje y se requiere de su presencia allí, seguro que se niega a venir. En caso contrario, le ahorramos lo que le queda de viaje y salimos de dudas.
    Responder
    #25
    Invoca a Kumopansa. Si ha sucedido algo grave en su espionaje y se requiere de su presencia allí, seguro que se niega a venir. En caso contrario, le ahorramos lo que le queda de viaje y salimos de dudas.

    El Morikage fe directo al grano, ya había escuchado lo suficiente de mí. Ahora quería escuchar al espía que había dejado en el lugar de los hechos. Y la verdad, yo también quería saber como había acabado todo aquello, aunque me atemorizaba que todo fuese una ida de olla mía y...

    «Espero que Daigo esté bien»


    — Está bien

    Sobraban ya las palabras, así que me limité a obedecer, volví a morderme el dedo y ejecute la secuencia de sellos de mano de aquel jutsu de invocación que había supuesto un antes y un después para mí y posé la mano sobre el escritorio.

    — ¡Kuchiyose no jutsu!

    Como si se tratase de un truco de magia, como el de un mago que hace salir un conejo de su chistera, yo hice aparecer una nube de humo pequeña de la que surgió una araña más pequeña a la del combate, apenas hacia 30 centímetros y era negra como el carbón, aunque eso sí, los ojos eran rojos como la sangre, así como la marca con forma de reloj de arena de su abdomen.

    — Ahí la tiene, Morikage-sama
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    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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    #26
    Kenzou observó la araña invocada por Yota: pequeña, negra y perfecta para el espionaje. Yota estaba demostrando tener un amplio abanico de herramientas para desenvolverse en casi cualquier misión. Como se espera de un ninja de Kusagakure no Sato.

    Cruzó las manos bajo la barbilla y se inclinó hacia adelante.

    Buenos días, Kumopansa. O buenas noches, más bien —saludó sonriente—. Yota-kun me comentó que te quedaste a espiar a un ninja de Amegakure de comportamiento sospechoso. ¿Sucedió algo reseñable en tu vigilancia?
    Responder
    #27
    Buenos días, Kumopansa. O buenas noches, más bien

    El arácnido se volteó automáticamente de un saltito para ver quien le estaba hablando. Yo rezaba a todos los dioses que conocía para que no considerase oportuno hacer una bromita salidas de tono de las suyas.

    Yota-kun me comentó que te quedaste a espiar a un ninja de Amegakure de comportamiento sospechoso. ¿Sucedió algo reseñable en tu vigilancia?

    — ¿Y este quién es? ¿no se supone que fuiste a hablar con el Morikage? Pero si solo es un abuelo

    Bueno, estaba claro que mis pregarias no fueron escuchadas y aunque mi corazón me pedía darle un sopapo para dejarla más plana que un maldito sello de correos, la cabeza me frenó, pero la procesión iba por dentro.

    — Maldita sea, límitate a responder, ocho ojos. Este hombre es el Morikage y ha vencido a Kumokichi de un solo golpe, las apariencias pocas veces son lo que parecen

    — ¿Ah, si? Vaya, vaya... — dijo con cierta sorpresa — Vale, bueno, pues... el amejin ese se fue al día siguiente tal y como dijo. No descarto que esperase que le siguieramos y que actuase con suma cautela, viendo como se comportó aquella noche en la posada

    — Vale, gracias

    Pero a mi seguía sin cuadrarme la actitud de Kaido. Si no tramaba nada contra nuestra aldea o nuestro país, ¿para qué ponerse tan nervioso? Casi que hubiese preferido otra respuesta para así poder comprender las cosas...
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    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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    #28
    Escuchada la historia, Kenzou suspiró por la nariz, esbozando una pequeña sonrisa sin enseñar los dientes. No era demasiado lo que le exponían: una niña asustada; que le transmitían mala espina; y comportamiento nervioso.

    Pero aún así, le gustaba confiar en sus ninjas… y en sus intuiciones.

    Está bien, Yota-kun, enviaré una carta a Yui preguntándole si ha perdido a algún ninja —bromeó. En la mayoría de los casos, aquellos pormenores se resolvían con una simple carta amiga. O negociando. O, si no se podía por algún motivo, resolviéndolo con la máxima discreción. Pero preferiblemente agotando los primeros pasos antes—. De hecho, llegaste justo en el momento perfecto. Hace nada me llegó una carta suya preguntando si casualmente sabría algo de cierto accidente que casualmente había dejado sin cabeza a Sumizu Kouta.

    Oh, la Arashikage no parecía muy contenta con aquel hecho. Pero que nada contenta.
    Responder
    #29
    Está bien, Yota-kun, enviaré una carta a Yui preguntándole si ha perdido a algún ninja

    Asentí con la cabeza en actitud sumisa y de respeto. Poco más había que hacer en ese asunto por mi parte que dejar en manos de los superiores lo que se tuviera que hacer con el pescao ese.

    De hecho, llegaste justo en el momento perfecto. Hace nada me llegó una carta suya preguntando si casualmente sabría algo de cierto accidente que casualmente había dejado sin cabeza a Sumizu Kouta.

    Me quedé estupefacto. Tanto fue así que mis mandibulas se separaron un poco, pero lo suficiente como para que fuera evidentemente apreciable. Tenía que estar hablando de la estatua del Arashikage que yacía en el Valle del Fin. Kumopansa también se quedó mirando al viejo con la sorpresa dibujada en su pequeño y oscuro rostro.

    — Esto tiene que ser obra de esas ratas traicioneras de Uzushiogakure

    Joder, además de leerme la mente se me había adelantado. Se podría decir que aquel animal iba aprendiendo a pasos agigantados del que era su maestro. El problema es que no estaba del todo claro si su maestro era un buen tutor.

    — Me lo has quitado de la boca... — dije recuperando el aliento, estaba siendo una noche de las intensas — Pero quizás no deberíamos adelantar acontecimientos, ¿cierto, Morikage-sama?
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    Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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    #30
    Kenzou-sama alzó una ceja ante la llamativa respuesta de Kumopansa. Su mano quiso moverse sola, y antes de que se diese cuenta, su otra ceja se había alzado, ante la aseveración de Yota. No le quedó más remedio que tirar de destreza y ejecutar dos sendas collejas al mismo tiempo.

    ¡Plaff, plaff! Los Dioses sabían que le dolía más a él que a ellos.

    Cómo había pasado de estar sentado a de pie para poder dárselas, y de nuevo sentado, era algo que nunca sabrían. Sus ojos tan solo vislumbraron un simple parpadeo.

    No sé qué tipo de rencillas guardas con los ninjas de Uzu, Yota-kun, pero debes aparcarlas. Estamos en una etapa tensa, y debemos mantener buenas relaciones con ellos. Y con Ame —añadió, por si acaso—. Además, todavía no sabemos quién es el responsable. En principio sucedió antes del Examen Chunin.

    Pero aquella no era la única razón por la que se había visto obligado a pegarles una colleja. No, porque también estaba lo de…

    La próxima vez que veas un shinobi extranjero que tiene atemorizado a un grupo de personas, y que actúa de forma sospechosa, primero pregunta a dichas personas por qué están asustadas. Y luego, si crees que lo merece, acompáñale amigablemente hasta la frontera. —Intuía que no sería nada, pero si realmente fuese grave, ¿cómo se le había ocurrido abandonar a aquellas gentes sin siquiera preguntarles por sus temores? Porque no, la niña no contaba. Si quisiesen actuar, ahora mismo no tendrían nada. Ni un rastro al que seguir, ni una muestra de olor para localizarle… Nada—. Estás en tu país, Yota-kun. Debes ser quien lleve las riendas.
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