Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Cuántas mas vueltas le das a las cosas, peor. Lo importante es responder a la pregunta: ¿Que puedo hacer yo para ayudar con esto?

Tampoco es que Yakiniku le hubiese dado mucjas vueltas al asunto de Kurama. Más bien, se dedicaba a vivir la vida lo mejor que pudiese hasta que llegase el momento en que no pudiese hacerlo más. Ya fuera culpa de Kurama, de un asesino en serie o que se muriera de vieja.

En mi caso, es muy sencillo. Lo que puedo hacer por los demás es apartarme. ¿Yo en un campo de batalla en la guerra? Entorpeceria a mis aliados, sería mas una carga más que una ayuda.

Y la verdad: no le importaba. Al contrario que con los insultos con su problemilla, a lo que si se había acostumbrado Yakiniku es a que la gente se apartase de ella, a estar sola, y aún así, a disfrutar como pudiera de su vida.

Es más, si te soy sincera, gane quien gane la guerra, nada cambiará para mí.

No es que le diera igual, es que el resultado iba a ser el mismo para ella: Seguiría teniendo el mismo problema, seguiría quemando al contacto, desprendiendo calor. La gente seguiría alejandose de ella, seguiría sin conseguir algo tan simple como un abrazo.

Seguro que a tí se te ocurre algo mejor que a mi sobre lo que podrías hacer o no hacer.
Responder
#17
Rápida y veloz, la chica respondió al Senju que lo importante era responderse a una sencilla pregunta: ¿Qué puedo hacer yo para ayudar con esto?. La verdad, razón no le faltaba, pero habían demasiadas cosas que podía en contra de las que debía hacer. La pregunta era sencilla, pero en ocasiones la respuesta es compleja. Sin embargo, la chica comenzó a explicar que en su caso particularmente, tan solo estorbaría. No se veía capaz de mantenerse en un campo de batalla sin entorpecer o molestar a las tropas propias. En realidad, ésto le hacía a Siete preguntarse una nueva incógnita: ¿Si no te ves luchando en un campo de batalla, porqué hacerse genin?

Entiendo...

Poco después, Yakiniku trató de sincerarse. Sentenció que en realidad, ganase quien ganase la guerra, para ella todo seguiría igual. Quizás era un punto de vista. SU punto de vista. Pero en realidad, por lo que tenía entendido Hayato, las cosas sí que iban a cambiar para todos. Si ganaba la guerra un demonio que quería erradicar la enfermedad de la tierra —Las personas.—, ¿quién le aseguraba que todo iba a ir "normal"?

Nadie.

A Hayato no le gustaba ser negativo, ni hablar demasiado sobre lo que realmente no entendía... pero estaba claro que si Kurama ganaba, nada volvería a ser como siempre. Por eso mismo él, que no quería involucrarse, había terminado en el saco.

La verdad, no estoy muy convencido de que todo pueda seguir "como siempre" si gana Kurama... —Terminó por admitir. —En una guerra convencional, un enemigo busca eliminar a toda fuerza oponente. Elimina bases, fortificaciones, aldeas, puntos de interés, y trata de destrozar armas o abastecimiento de las mismas. Si a eso le sumas que en éste caso quiere esclavizar o matar a las personas, el resultado no puede ser bueno... como mínimo va a querer matar a todo shinobi, pues somos "armas". Por mucho que nos escondamos, o por mucho que huyamos, terminará afectándonos. Y que conste que yo soy el último al que le gustase ir a la guerra... la guerra no es un buen negocio. Y para nada soy de los mejores shinobis, o habilidoso con técnicas. Pero a veces, hay cosas inevitables.
Responder
#18
Puede que para vosotros sea diferente si gana uno u otro, pero yo voy a seguir... —La verdad es que en realidad Yakiniku no queria seguir esa frase. Acababa de conocer a ese chico, y no tenia la confianza suficiente con él para contarle sus penas. —Como ya te he dicho, en el campo de batalla solo sería un estorbo. Piensalo, o mejor, mírate. Estamos en invierno y estas sudando. Imaginate eso el resto del año, en mitad de un campo de batalla. Dudo mucho que haya nadie dispuesto a luchar en esas condiciones.

Y si existía, probablemente se trataba de un ninja con el que no iba a coincidir, por que si estuviese entre las filas de Uzushiogakure, ya lo conoceria. Probablemente se lo hubieran encasquetado como maestro o quizas para vigilarla o algo similar. Pero no era así

¿O acaso tú lo harías?
Responder
#19
La chica sugirió que quizás para el resto si ganaba uno u otro la guerra, sí que habría diferencia. Pero ella... ella dejó la frase vacía, sin llegar a terminar sus palabras. Rápidamente cambió las palabras para poner de ejemplo al Senju, inquiriendo que hasta en invierno estaba sudando tan solo de estar a su lado. Le dijo que se imaginase eso mismo el resto del año, en cualquier otra época, y en mitad de un campo de batalla. Suponía ella que nadie podría afrontar una situación similar, y que por eso mismo ella era un "estorbo" para el resto.

¿Acaso él lo haría?.

Hayato tuvo que sonreír tímidamente, en lo que se rascaba la nuca con la zurda. —La verdad, la verdad... en parte tienes razón. Sería complicado luchar a tu lado, no te voy a mentir. Pero eso no implica que que no se pueda, seguro que tienes tus puntos fuertes, e incluso seamos compatibles de jutsus elementales. —Contestó, pensando que su calor podía tener algo que ver. —Pero no creo que seas un estorbo.

»Y a unas malas, ¿acaso no hay shinobis y kunoichis a los que se les da mejor luchar en solitario?. No sé, creo que siempre será mejor morir luchando, que esperar sentado...
Responder
#20
No creo que ningun Kage con dos dedos de frente envié a jn genin a luchar en solitario en una guerra.

¿Quien en su sano juicio? Bueno, quizas algun lider demente al que no le importaba sacrificar "peones" para lograr sus objetivos. O tal vez quizas como último recurso cuando no había más remedio. Yakiniku esperaba que no se diera el caso, preferia hacer tareas sencillas por la villa y de mientras, aprovechar sus ratos libres para surfear.

Bueno, supongo que cada uno tiene su punto vista. Yo creo que estaría mejor haciendo tareas sencillas, si todos vamos a la guerra a morir, por que eso es lo que le sucede a gennins sin experiencia como yo ¿Quien se ocupa de los civiles que viven en Uzushiogakure?

Tampoco es que ella se preocupase mucho de esas cosas, más allá de meterse en peleas o problemas cuando creía que alguien se estaba sobrepasando con otra persona. Tampoco es que pudiera hacer otras tareas más sencillas. No podia rescatar animales o cuidar niños por que no podia tocarlos. Tampoco podia cargar la compra de nadie, con su calor, algunos alimentos se ponian en mal estado. Limpiar era un problema también, muchos de los productos de limpieza eran muy delicados con el fuego y las altas temperaturas.

Aún así, estaba segura de que podía hacer alguna cosa que no fuera ir a la guerra a morir en vano por faltarle experiencia.
Responder
#21
La chica contestó de manera rotunda que ningún kage con dos dedos de frente llevaría a genins al frente para luchar en solitario. Pero en realidad, ya no era cosa de que el jefe de la villa te mandase a hacer algo, si no que tú mismo debías ver si debías hacerlo. La cuestión de verdad era que si no le mandaban ir al frente, tarde o temprano le tocaría morir, de cualquier otra manera. Y no venía a la mente del Senju otra manera que no fuese luchando, por mucho que lo odiase. Morir de brazos cruzados le venía siendo mucho más tedioso.

La surfista sentenció que prefería quedarse en la aldea, haciendo cualquier otro tipo de tarea sencilla, pues ella era una genin sin experiencia. Se protegía en que su deber también era para estar con los civiles que quedasen en Uzu. Quizás convencerla de que su decisión no era la más correcta era perder el tiempo. Pero también es cierto que cada cuál podía tener su punto de vista.

Bueno, ya tomaste tu decisión por lo que veo. «Y nadie va a hacerte cambiar de opinión por lo que veo...»Pero recuerda, que cuando regrese, habré perfeccionado algún jutsu para poder combatir a tu lado.

El Senju sentenció su intención, pero apenas pasado un segundo entre que sus labios escupieron esas palabras y su cerebro le alertó de su otro posible significado, el chico tuvo que entrecruzar varias veces las manos. Se le notaba excesivamente nervioso.

A-a-a-a-a tu lado, y al-al de... ¡todos! ¡C-claro! —Aclaró, súbitamente incómodo.

»Me esforzaré en desarrollar un jutsu para combatir sin miedo al fuego o al calor. Eso voy a hacer.
Responder
#22
El Senju estuvo tan ensimismado, pensando en las cosas que pudieron ser y no fueron —Al menos por el momento.—, que ni se dio cuenta de que una tercera o cuarta persona hizo gala de aparición. Ésta última viajaba a una velocidad mucho más elevada de lo habitual, y tenía la respiración alterada. Apenas llegar hasta donde se encontraban la surfista y el pirómano, frenó de golpe. El recién llegado parecía haber encontrado lo que andaba buscando.

¡Siete! ¡BROOO! —Bramó, e intentó recuperar el aliento con unas potentes bocanadas de aire en lo que alzaba la mano en dirección al de dientes metálicos. —¡Te he buscao por toda la puta villa!

Hayato giró la cabeza hacia su flanco izquierdo, donde se situaba Culebra. No se trataba de otro si no su compañero de desventuras, uno de los maleantes más rufianes de Uzushiogakure. El joven parecía preocupado por algo, y ni por asomo habría recorrido toda la villa si no fuese por algo importante.

¿Qué sucede?

¡S-se trata de los negocios BRO! ¡Parece que tu padrastro sospecha de la jugarreta!.

El de cabellera blanca se llevó la mano hacia la frente, y se peinó en lo que dejaba caer un suspiro, claramente preocupado. Si la jugada le había salido mal, tenía algo más que un gran problema. No era una cosa de la cuál pasar, ni por asomo. Aún no tenía los detalles del tema, pero tampoco era algo que pudiesen hablar así como así en ese lugar, y menos aún con gente a quien apenas acababa de conocer.

Lo siento, Yakiniku... pero tengo asuntos que arreglar. —Alzó la mano, a modo de despedida. —Ha sido un placer.

»Vamos, Culebra. No perdamos tiempo.

¡Vamos, BRO!

Y sin demora alguna, los dos shinobis salieron corriendo dirección a la casa del Senju. Había sido una despedida fugaz, pero quizás volviesen a encontrarse en otro momento. Ella era un huracán, y a él le encantaban los desastres... el destino seguro que los volvía a unir.
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.