29/03/2016, 04:22
Como impulsado por las palabras de su compañero, el chico de ojos dispares se incorporó antes que la bestia herida depositara su colosal peso sobre él. Sin embargo, el olor de su sangre parecía seguir atrayendo el filo de esos colmillos hacia ya herido cuerpo. Incluso estando ciega, con aquellos dos kunais llenando sus cuencas, la criatura arrobas erráticas estocadas a lo que pudiera entrar en su alcance. Pero incluso así Tatsuya logró interceptar con su ninjato el filo de aquellas cimitarras naturales.
—¡Kazuma-san!, ¡es tu oportunidad!, ¡recupera tu espada! —Le indicó al ninja de Uzushio, mientras su propia espada que desprendía unos chirridos eléctricos y unos destellos chispeantes se empezaba a incrustar en aquellos dientes.
El arma del chico brillaba y chisporroteaba con pequeños relámpagos mientras lentamente se incrustaba en los colmillos del jabalí. Aquel monstruo pareció percibir que algo andaba mal, pero como su violento actuar indicaba siguió con una embestida llena de ira ciega. Aquel flujo de chakra demostraba ser tan efectivo en su tarea de cortar, que luego de unos instantes de estar enzarzado en un choque, aquel trió de colmillos duros como el acero terminó partiéndose y causando cierto grado de confusión en su dueño.
Mientras tanto, Kazuma se había tomado unos instantes para recuperar su preciada espada. La oportunidad estaba servida; Solo era cuestión de acercarse al jabalí y realizar unos cuantos ataques más hasta que este callera. Claro, tenía un plan de respaldo por si aquello no funcionaba, pero en realidad esperaba poder terminar con el asunto sin más complicaciones y a la brevedad.
—¿Qué demonios? —Un escenario improbable se estaba manifestando ante sus ojos.
Cuando comenzó la carrera hacia donde se encontraba su compañero, el cerdo monstruoso pareció percibir su aroma y comenzó a retroceder. Por un instante se quedó quieto, dando la impresión de que colapsaría de un momento a otro. Pero a aquel animal le faltaba mucho para dar su último aliento.
De un momento a otro la bestia comenzó a bramar y chillar, mientras que de su hocico comenzaba a elevarse una densa nube rojiza. Pronto la extraña niebla comenzó a crecer a la par de su perturbador resoplar. Un instante después su cuerpo había sido cubierto por completo, y luego de unos segundos el claro se había sumergido en un ambiente similar a un sauna con un fuerte olor acre circulando. Entonces, cuando apenas se podía ver a un metro por delante, se hizo un silencio absoluto.
«¡Joder, esto es malo!» —Ni siquiera tuvo tiempo de analizar la situación, pues arrancó a correr hacia donde había visto a su compañero por última vez.
Luego de unas cuantas zancadas logró llegar al lado de Tatsuya, que tampoco tenía cara de saber que estaba sucediendo. Se encontraban dentro de un caluroso banco de niebla carmesí y sin visión más allá del área inmediata que les rodeaba. Kazuma estuvo en alerta y calma total, incluso cuando de repente se escuchó un fuerte sonido de pisadas que indicaba que la bestia comenzaba a moverse.
«Cielos, cielos.» —El sonido se intensificó a cada momento… Pero el eco y la nula visibilidad impedían ver que sucedía.
Para cuando vio la silueta que se cernía sobre él fue demasiado tarde. El jabalí se arrojó con todas sus fuerza y enfilando su única hilera de colmillos hacia el cuerpo del peliblanco. Se podría decir que tuvo suerte, pues estaba lo suficientemente separado del Takanashi como para que no se pudiera llevar a ambos, además que tuvo la oportunidad de cubrirse con su espada.
En su vida jamás había expuesto a Bohimei contra un impacto tan violento, la enorme lluvia de chispas rojas le daba esa impresión, aun si, el arma soporto la carga sin sufrir daño alguno. Sin embargo, aquella masa con esa velocidad se manifestó en una fuerza tan brutal, que el Ishimura salió despedido por los aires hasta estamparse contra el tronco del árbol. Fue tanto así que dejó un trayecto visible al apartar la niebla que se atravesó en su camino.
Todo ocurrió en una fracción de segundo y en ese mismo tiempo el animal se puso en marcha de nuevo. Volviendo a ocultarse en la neblina, con la probable intención de atacar al invasor restante. Con el joven de cabellos blancos parcialmente estampado en el árbol, quedaba en manos de Tatsuya el encontrar la manera de continuar el combate.
—¡Kazuma-san!, ¡es tu oportunidad!, ¡recupera tu espada! —Le indicó al ninja de Uzushio, mientras su propia espada que desprendía unos chirridos eléctricos y unos destellos chispeantes se empezaba a incrustar en aquellos dientes.
El arma del chico brillaba y chisporroteaba con pequeños relámpagos mientras lentamente se incrustaba en los colmillos del jabalí. Aquel monstruo pareció percibir que algo andaba mal, pero como su violento actuar indicaba siguió con una embestida llena de ira ciega. Aquel flujo de chakra demostraba ser tan efectivo en su tarea de cortar, que luego de unos instantes de estar enzarzado en un choque, aquel trió de colmillos duros como el acero terminó partiéndose y causando cierto grado de confusión en su dueño.
Mientras tanto, Kazuma se había tomado unos instantes para recuperar su preciada espada. La oportunidad estaba servida; Solo era cuestión de acercarse al jabalí y realizar unos cuantos ataques más hasta que este callera. Claro, tenía un plan de respaldo por si aquello no funcionaba, pero en realidad esperaba poder terminar con el asunto sin más complicaciones y a la brevedad.
—¿Qué demonios? —Un escenario improbable se estaba manifestando ante sus ojos.
Cuando comenzó la carrera hacia donde se encontraba su compañero, el cerdo monstruoso pareció percibir su aroma y comenzó a retroceder. Por un instante se quedó quieto, dando la impresión de que colapsaría de un momento a otro. Pero a aquel animal le faltaba mucho para dar su último aliento.
De un momento a otro la bestia comenzó a bramar y chillar, mientras que de su hocico comenzaba a elevarse una densa nube rojiza. Pronto la extraña niebla comenzó a crecer a la par de su perturbador resoplar. Un instante después su cuerpo había sido cubierto por completo, y luego de unos segundos el claro se había sumergido en un ambiente similar a un sauna con un fuerte olor acre circulando. Entonces, cuando apenas se podía ver a un metro por delante, se hizo un silencio absoluto.
«¡Joder, esto es malo!» —Ni siquiera tuvo tiempo de analizar la situación, pues arrancó a correr hacia donde había visto a su compañero por última vez.
Luego de unas cuantas zancadas logró llegar al lado de Tatsuya, que tampoco tenía cara de saber que estaba sucediendo. Se encontraban dentro de un caluroso banco de niebla carmesí y sin visión más allá del área inmediata que les rodeaba. Kazuma estuvo en alerta y calma total, incluso cuando de repente se escuchó un fuerte sonido de pisadas que indicaba que la bestia comenzaba a moverse.
«Cielos, cielos.» —El sonido se intensificó a cada momento… Pero el eco y la nula visibilidad impedían ver que sucedía.
Para cuando vio la silueta que se cernía sobre él fue demasiado tarde. El jabalí se arrojó con todas sus fuerza y enfilando su única hilera de colmillos hacia el cuerpo del peliblanco. Se podría decir que tuvo suerte, pues estaba lo suficientemente separado del Takanashi como para que no se pudiera llevar a ambos, además que tuvo la oportunidad de cubrirse con su espada.
En su vida jamás había expuesto a Bohimei contra un impacto tan violento, la enorme lluvia de chispas rojas le daba esa impresión, aun si, el arma soporto la carga sin sufrir daño alguno. Sin embargo, aquella masa con esa velocidad se manifestó en una fuerza tan brutal, que el Ishimura salió despedido por los aires hasta estamparse contra el tronco del árbol. Fue tanto así que dejó un trayecto visible al apartar la niebla que se atravesó en su camino.
Todo ocurrió en una fracción de segundo y en ese mismo tiempo el animal se puso en marcha de nuevo. Volviendo a ocultarse en la neblina, con la probable intención de atacar al invasor restante. Con el joven de cabellos blancos parcialmente estampado en el árbol, quedaba en manos de Tatsuya el encontrar la manera de continuar el combate.
Estado de Ishimura Kazuma
- Puntos de Vida: –
100/150
- Puntos de Chakra: –
106/110
- Acciones Ocultas: