30/03/2016, 20:17
Se le veía en la cara a Juro que no le estaba entendiendo nada a la chica, por lo menos hasta que se mordió la lengua y comenzó a sacar sus propias conclusiones que si bien no podría decirse que estaban totalmente erradas, tampoco se podía decir que eran certeras. - Yo me voy. - Dijo la pelirroja que sin perder el tiempo comenzó a marchar en dirección contraria al pabellón en el que se escuchaban los gritos.
Luego de un par de pasos un ruido bastante fácil de reconocer se hizo presente y seguido a ello unos gritos de parte del hombre que los había arrastrado a algo bastante denso, ante ello Ritsuko simplemente aceleró el paso haciéndose la desentendida ya que no quería verse involucrada en nada más grave, además que si iban a estar haciendo nada con gente de adinerada y quién sabe con cuanta influencia podrían terminar muy mal.
- ¡Vamos Judo! - Chilló casi en pánico mientras recorría los pasillos, no quería saber nada con ese asunto de problemas maritales, tampoco quería volver a ver a la vieja y menos verse involucrada en problemas mayores si llegaba a caer algún guardia que curiosamente pasó justo por al lado de la kunoichi pero por suerte no le prestó ni la más mínima atención.
Ante aquella aparición Ritsuko se puso pálida y de paso frenó en seco, lentamente se giró para mirar al de Uzushio y hacerle unas señas algo tontas pero que probablemente servirían para darle el mensaje de que debían apurarse antes de que terminasen mentidos.
Así de sencillo fue como la kunoichi de Taki siguió la marcha a paso algo acelerado evitando chocar con algunos visitantes, pasando por el pabellón de las katanas que ya habían visto antes y a un par de pasos de la libertad. ~ Que si, que si. ~ Decía en su mente la chica que estaba que lloraba de alegría ya que parecía que no terminarían metidos en líos.
Luego de un par de pasos un ruido bastante fácil de reconocer se hizo presente y seguido a ello unos gritos de parte del hombre que los había arrastrado a algo bastante denso, ante ello Ritsuko simplemente aceleró el paso haciéndose la desentendida ya que no quería verse involucrada en nada más grave, además que si iban a estar haciendo nada con gente de adinerada y quién sabe con cuanta influencia podrían terminar muy mal.
- ¡Vamos Judo! - Chilló casi en pánico mientras recorría los pasillos, no quería saber nada con ese asunto de problemas maritales, tampoco quería volver a ver a la vieja y menos verse involucrada en problemas mayores si llegaba a caer algún guardia que curiosamente pasó justo por al lado de la kunoichi pero por suerte no le prestó ni la más mínima atención.
Ante aquella aparición Ritsuko se puso pálida y de paso frenó en seco, lentamente se giró para mirar al de Uzushio y hacerle unas señas algo tontas pero que probablemente servirían para darle el mensaje de que debían apurarse antes de que terminasen mentidos.
Así de sencillo fue como la kunoichi de Taki siguió la marcha a paso algo acelerado evitando chocar con algunos visitantes, pasando por el pabellón de las katanas que ya habían visto antes y a un par de pasos de la libertad. ~ Que si, que si. ~ Decía en su mente la chica que estaba que lloraba de alegría ya que parecía que no terminarían metidos en líos.