1/04/2016, 21:02
Contario a todo lo que pensaba Tatsuya las cosas salieron de la manera en que su madre quería, cosa que hasta cierto punto le incomodaba pero haría su mejor esfuerzo para intentar socializar, no le quedaba de otra, debía resignarse. La jovencita le ofreció un tour turístico por el lugar, aunque luego un chico que aparentaba tener más o menos a misma edad que la chica de cabello marrón mencionó que quizás si ella le guiaba terminaría por perderse, Tatsuya asumió que el muchacho en cuestión era el mentado primo de ella. Si bien al ninja de Taki no le parecía algo por lo que preocuparse, quizás porque desconocia la gravedad del asunto.
-No creo que sea tan grave el problema, cualquiera puede perderse en un lugar que no conoce- Comentó.
Sin embargo luego un hombre de la tercera edad mencionó que no era un asunto de broma tratándose de una kunoichi. "Eso cambia las cosas." Tatsuya no se había imaginado que podria ser una shinobi, no tenía una bandana ninja a la vista, bueno, el tampoco la llevaba puesta. El anciano se presentó a sí mismo y también a sus nietos, además invitó al muchacho a darse una vuelta junto a ellos.
-Encantado de conocerle Ren-san, se que mi madre ya había dicho mi nombre, pero deseo presentarme por mi propia cuenta, soy Takanashi Tatsuya a su servicio- Dijo reverenciando. -Mi madre y yo hemos venido desde el País del Río, sería agradable si usted me permitiese acompañarlos.-
Había muchas cosas que ver en el País del Remolino, le resultaba similar a su propio hogar hasta cierto punto, la arquitectura tradicional y las costumbres eran muy parecidas, quizás las únicas diferencias serían el tipo de vegetación que había en los alrededores y el clima un poco más templado, además del hecho de que aparentemente no contaban con los lujos tecnológicos importados desde Amegakure.
-Imagino que usted y sus nietos son oriundos de este lugar, ¿o no?, corríjame si me equivoco-
Aún así al notar lo amables que resultaban ser Nonoha y sus familiares se sintió más animado, era una buena oportunidad para conocer sitios distintos, ahora que tenía la dicha de poder viajar y salir de la aldea sin ninguna limitación aprovecharía el momento. Además el hecho de que Nonoha fuera kunoichi había captado su atención, también supuso que el otro chico era un shinobi igual que él, podían platicar al respecto durante la caminata, así que se dispuso a seguir al anciano y sus nietos.
-Dígame señor, ¿en su familia es común que sus miembros se dediquen a ser shinobis?- Preguntó.
-No creo que sea tan grave el problema, cualquiera puede perderse en un lugar que no conoce- Comentó.
Sin embargo luego un hombre de la tercera edad mencionó que no era un asunto de broma tratándose de una kunoichi. "Eso cambia las cosas." Tatsuya no se había imaginado que podria ser una shinobi, no tenía una bandana ninja a la vista, bueno, el tampoco la llevaba puesta. El anciano se presentó a sí mismo y también a sus nietos, además invitó al muchacho a darse una vuelta junto a ellos.
-Encantado de conocerle Ren-san, se que mi madre ya había dicho mi nombre, pero deseo presentarme por mi propia cuenta, soy Takanashi Tatsuya a su servicio- Dijo reverenciando. -Mi madre y yo hemos venido desde el País del Río, sería agradable si usted me permitiese acompañarlos.-
Había muchas cosas que ver en el País del Remolino, le resultaba similar a su propio hogar hasta cierto punto, la arquitectura tradicional y las costumbres eran muy parecidas, quizás las únicas diferencias serían el tipo de vegetación que había en los alrededores y el clima un poco más templado, además del hecho de que aparentemente no contaban con los lujos tecnológicos importados desde Amegakure.
-Imagino que usted y sus nietos son oriundos de este lugar, ¿o no?, corríjame si me equivoco-
Aún así al notar lo amables que resultaban ser Nonoha y sus familiares se sintió más animado, era una buena oportunidad para conocer sitios distintos, ahora que tenía la dicha de poder viajar y salir de la aldea sin ninguna limitación aprovecharía el momento. Además el hecho de que Nonoha fuera kunoichi había captado su atención, también supuso que el otro chico era un shinobi igual que él, podían platicar al respecto durante la caminata, así que se dispuso a seguir al anciano y sus nietos.
-Dígame señor, ¿en su familia es común que sus miembros se dediquen a ser shinobis?- Preguntó.