Kazuma le dijo al adolescente de cabello negro que quizás le habían hecho un bien a la bolita de pelos al matar a su progenitor, le relató del macabro hallazgo que hizo en la madriguera de la bestia. Le resultaba escalofriante a Tatsuya escuchar las palabras del muchacho de ojos grises. Era completamente anormal aquella conducta, que un animal cometiera canibalismo era raro y más aún si se trataba de devorar a sus propias crías, atentaba contra el mismísimo instinto paternal. El joven observó al bebé jabalí, parecía ya estar empezando a cansarse de tanto forcejear.
—Es una criatura bastante tierna —admitió cuando estuvo lo bastante cerca para observarla bien—. ¿Deberíamos llevárnosla? —Preguntó de repente—. Digo, ha perdido a su familia y dudo mucho que pueda sobrevivir solo en lugar como este.
-Creo que sería lo mejor, pues lo que ha ocurido acá no es para nada natural- Se refirió respecto a la conducta de la bestia muerta. -Me pregunto sí aún existe riesgo de que otros animales terminen convertidos en demonios iguales a ese jabalí-
Era sin duda extraño, alguien o algo había causado la transformación de la bestia, Tatsuya al ver que el diminuto ser ya no podía oponer resistencia debido a la fatiga lo acurrucó en su regazo, el antes feroz lechón se puso tembloroso quizás por miedo instintivo a que le pudiera pasar algo, pero el joven ninja no tenía esas intenciones, sólo deseaba abrazarlo, poco a poco la cría empezó a tranquilizarse. Por un momento el ninja de Taki se alegró, cuando de repente sintió un mareo y tuvo que dar un paso atrás para mantener el equlibrio.
"La hemorragia me debilitó más de lo que creí" Dedujo.
Luego de unos instantes logró recuperarse, no fue nada más que una debilidad momentánea. Ahora esperaría a escuchar la opinión del Ishimura para saber que hacer, si quedarse a investigar el asunto o marcharse, si bien lo prudente sería volver a causa de las heridas de ambos también existía la incertidumbre de que es lo que realmente estaba ocurriendo en el Bosque de los Hongos. Observó el lugar en el que estaban, aunque aquel monstruo ya estaba muerto el paisaje no dejaba de ser siniestro y silecioso, ni la más mínima luz llegaba a ese lugar.
-En esta parte del bosque no lograría saber si es de día o de noche, ni siquiera en Takigakure a la sombra del Árbol Sagrado está tan oscuro como en este lugar...- Soltó el comentario para luego darse cuenta de lo que había dicho. -Ahh, jeje- Añadió con tono nervioso.
A estas alturas sería tonto no admitir que es un ninja, Kazuma ya había visto sus jutsus y habilidades, aunque intentase negarlo el joven Takanashi era pésimo mintiendo. No había mencionado su lugar de origen por miedo a represalias estando en el País del Bosque, si bien había muchos de sus compatriotas que a veces se adentraban en esos territorios como sí les perteneciesen a Tatsuya no le agradaba ese comportamiento y prefería evitarse los problemas.
—Es una criatura bastante tierna —admitió cuando estuvo lo bastante cerca para observarla bien—. ¿Deberíamos llevárnosla? —Preguntó de repente—. Digo, ha perdido a su familia y dudo mucho que pueda sobrevivir solo en lugar como este.
-Creo que sería lo mejor, pues lo que ha ocurido acá no es para nada natural- Se refirió respecto a la conducta de la bestia muerta. -Me pregunto sí aún existe riesgo de que otros animales terminen convertidos en demonios iguales a ese jabalí-
Era sin duda extraño, alguien o algo había causado la transformación de la bestia, Tatsuya al ver que el diminuto ser ya no podía oponer resistencia debido a la fatiga lo acurrucó en su regazo, el antes feroz lechón se puso tembloroso quizás por miedo instintivo a que le pudiera pasar algo, pero el joven ninja no tenía esas intenciones, sólo deseaba abrazarlo, poco a poco la cría empezó a tranquilizarse. Por un momento el ninja de Taki se alegró, cuando de repente sintió un mareo y tuvo que dar un paso atrás para mantener el equlibrio.
"La hemorragia me debilitó más de lo que creí" Dedujo.
Luego de unos instantes logró recuperarse, no fue nada más que una debilidad momentánea. Ahora esperaría a escuchar la opinión del Ishimura para saber que hacer, si quedarse a investigar el asunto o marcharse, si bien lo prudente sería volver a causa de las heridas de ambos también existía la incertidumbre de que es lo que realmente estaba ocurriendo en el Bosque de los Hongos. Observó el lugar en el que estaban, aunque aquel monstruo ya estaba muerto el paisaje no dejaba de ser siniestro y silecioso, ni la más mínima luz llegaba a ese lugar.
-En esta parte del bosque no lograría saber si es de día o de noche, ni siquiera en Takigakure a la sombra del Árbol Sagrado está tan oscuro como en este lugar...- Soltó el comentario para luego darse cuenta de lo que había dicho. -Ahh, jeje- Añadió con tono nervioso.
A estas alturas sería tonto no admitir que es un ninja, Kazuma ya había visto sus jutsus y habilidades, aunque intentase negarlo el joven Takanashi era pésimo mintiendo. No había mencionado su lugar de origen por miedo a represalias estando en el País del Bosque, si bien había muchos de sus compatriotas que a veces se adentraban en esos territorios como sí les perteneciesen a Tatsuya no le agradaba ese comportamiento y prefería evitarse los problemas.