5/04/2016, 15:55
(Última modificación: 5/04/2016, 15:56 por King Roga.
Razón: Error en el código xD
)
Tatsuya notó que la niña realizó un gesto de desagrado, quizás se había molestado por el hecho de que no le hablase a ella o simplemente había dicho algo incorrecto, de ser así el Takanashi no sabía si podia decir algo para remediarlo. El anciano hizo una comparación indicando a los niños como comportarse, el niño se molestó y la niña respondió burlescamente, a decir verdad Tatsuya se sentía incómodo por el hecho de que sus modales fueran motivo de discordia.
Pronto el grupo se dispuso a caminar y el joven de pelo negro siguió de cerca al adulto mayor, la verdad se sentía más cómodo hablando con gente adulta que con alguien de su edad, y los niños ni se diga. Tal y como pensaba la familia era originaria de ese país, necesitaba estar seguro, pues con tanto extranjero en la ciudad fácilmente pudo haberse topado con alguien foráneo, pero en esta ocasión no se dió el caso. Los niños les seguían de cerca, escuchando la conversación.
"Es extraño, yo no recuerdo haberme conportado de esa manera cuando yo era niño"
Ladeó un poco la cabeza, veía a Nonoha incómoda con sus ropajes, se le notaba a simple vista que no los usaba a menudo.Le resultaba interesante el comportamiento enérgico y jugueton de los niños, si bien podría considerarse que era una actitud normal a Tatsuya le resultaba extraña pues él nunca fue así; sempre fue un niño callado, obediente y que en vez de jugar con tierra y esas cosas se dedicaba a aprender lo que pudisese sobre espadas. Pronto el anciano respondió a la interrogante respecto a su familia, indicando que sus nietos eran la primera generación ninja en esa familia.
-Veras joven Tatsuya , mi familia siempre se ha distinguido por comercializar productos, se nos conoce únicamente por ello – se detuvo de pronto viendo nuevamente al chico – no me malinterpretes, estoy orgullosos de ser lo que soy, solo deseo un gran futuro para ellos–
Los niños se apenaron cuando su abuelo habló del tema, Tatsuya no entendía muy bien porque los niños se disculpaban con él. Si bien el Takanashi se quedó pensativo, pues ser un ninja es sinónimo de llevar una vida dura e incluso cruel. Era verdad, podía ganarse reconocimiento por las hazañas realizadas, él lo sabía perfectamente, su padre era un shinobi casi legendario para la gente de su aldea. Sin embargo para labrarse una reputación como ninja había que pagar un precio alto en muchas ocasiones.
-Ren-san, no quiero sonar irrespetuoso, pero... ¿No cree usted que está presionando a sus nietos?, en cualquier momento podría ocurrir una tragedia, la vida de un shinobi es peligrosa.- Comentó con tono serio.
Tatsuya estaba muy consciente de sus palabras, él era de una familia con sangre guerrera, que existia desde mucho antes de la fundación de la propia Takigakure y como el heredero y futuro jefe de esta era su obligación ser fuerte. Pero le preocupaban aquellos dos niños, podía notar que aún eran unos infantes y que probablemente no estaban acostumbrados a la vida shinobi; él creció con esas ideas siempre en mente, pero era probable que Nonoha y su primo no. Quería saber que pensaban ellos, asi que se dirigió con la cabeza a ellos para preguntarles.
- ¿Ustedes quieren ser shinobis reconocidos?- Les dijo a ambos niños.
Pronto el grupo se dispuso a caminar y el joven de pelo negro siguió de cerca al adulto mayor, la verdad se sentía más cómodo hablando con gente adulta que con alguien de su edad, y los niños ni se diga. Tal y como pensaba la familia era originaria de ese país, necesitaba estar seguro, pues con tanto extranjero en la ciudad fácilmente pudo haberse topado con alguien foráneo, pero en esta ocasión no se dió el caso. Los niños les seguían de cerca, escuchando la conversación.
"Es extraño, yo no recuerdo haberme conportado de esa manera cuando yo era niño"
Ladeó un poco la cabeza, veía a Nonoha incómoda con sus ropajes, se le notaba a simple vista que no los usaba a menudo.Le resultaba interesante el comportamiento enérgico y jugueton de los niños, si bien podría considerarse que era una actitud normal a Tatsuya le resultaba extraña pues él nunca fue así; sempre fue un niño callado, obediente y que en vez de jugar con tierra y esas cosas se dedicaba a aprender lo que pudisese sobre espadas. Pronto el anciano respondió a la interrogante respecto a su familia, indicando que sus nietos eran la primera generación ninja en esa familia.
-Veras joven Tatsuya , mi familia siempre se ha distinguido por comercializar productos, se nos conoce únicamente por ello – se detuvo de pronto viendo nuevamente al chico – no me malinterpretes, estoy orgullosos de ser lo que soy, solo deseo un gran futuro para ellos–
Los niños se apenaron cuando su abuelo habló del tema, Tatsuya no entendía muy bien porque los niños se disculpaban con él. Si bien el Takanashi se quedó pensativo, pues ser un ninja es sinónimo de llevar una vida dura e incluso cruel. Era verdad, podía ganarse reconocimiento por las hazañas realizadas, él lo sabía perfectamente, su padre era un shinobi casi legendario para la gente de su aldea. Sin embargo para labrarse una reputación como ninja había que pagar un precio alto en muchas ocasiones.
-Ren-san, no quiero sonar irrespetuoso, pero... ¿No cree usted que está presionando a sus nietos?, en cualquier momento podría ocurrir una tragedia, la vida de un shinobi es peligrosa.- Comentó con tono serio.
Tatsuya estaba muy consciente de sus palabras, él era de una familia con sangre guerrera, que existia desde mucho antes de la fundación de la propia Takigakure y como el heredero y futuro jefe de esta era su obligación ser fuerte. Pero le preocupaban aquellos dos niños, podía notar que aún eran unos infantes y que probablemente no estaban acostumbrados a la vida shinobi; él creció con esas ideas siempre en mente, pero era probable que Nonoha y su primo no. Quería saber que pensaban ellos, asi que se dirigió con la cabeza a ellos para preguntarles.
- ¿Ustedes quieren ser shinobis reconocidos?- Les dijo a ambos niños.