6/04/2016, 15:01
La chica no esperaba que el rastas se acercara a ella ofreciéndola algo de ayuda, aunque, mirándolo bien, que estuviera así era culpa suya y nada mas que suya, así que era prácticamente una obligación para él el, al menos, acompañarla hasta un lugar en el que pudiera descansar, así que eso hizo.
La muchacha se extrañó en un principio cuando Riko le ofreció su botella de agua por si quería refrescarse un poco, aunque no la fuera aliviar en absoluto, no podía hacer mucho más, el pelinegro no era un ninja médico, así que era obvio que no podría curarla ni nada por el estilo, pero intentaría ayudarla lo máximo que pudiera, aunque...
— ¡Lo siento, lo siento! ¡No pretendía hacerte daño! — Exclamó el de Uzushiogakure ante los gritos de dolor de Ritsuko cuando alzó su brazo para sujetarla. — Si ves que te duele mucho, te dejo que camines sola, ¿vale? —
Tras la disculpa del rastas, la pelirroja quitó hierro al asunto, diciendo que, en caso de haber sido ella la que acertara sus ataques, posiblemente Riko estaría con pie y medio en el otro barrio.
— Sí, quizás tengas razón. — Rió el muchacho no dándole demasiada importancia.
''Ya sé que tengo que tener cuidado con como actúo en un combate, hay mucha gente con capacidades bastante... Dañinas...''
Mientras el muchacho pensaba en sus cosas, Ritsuko le dijo que con que la acompañara al bar en el que se habían conocido sería suficiente, y Riko pensaba igual, era un sitio cercano y en el que podría descansar, al menos por un tiempo.
— Sí, vale, pues vamos para allá. — Dijo Riko mientras seguía caminando, estaba bastante cerca, así que pronto se separarían.
La muchacha se extrañó en un principio cuando Riko le ofreció su botella de agua por si quería refrescarse un poco, aunque no la fuera aliviar en absoluto, no podía hacer mucho más, el pelinegro no era un ninja médico, así que era obvio que no podría curarla ni nada por el estilo, pero intentaría ayudarla lo máximo que pudiera, aunque...
— ¡Lo siento, lo siento! ¡No pretendía hacerte daño! — Exclamó el de Uzushiogakure ante los gritos de dolor de Ritsuko cuando alzó su brazo para sujetarla. — Si ves que te duele mucho, te dejo que camines sola, ¿vale? —
Tras la disculpa del rastas, la pelirroja quitó hierro al asunto, diciendo que, en caso de haber sido ella la que acertara sus ataques, posiblemente Riko estaría con pie y medio en el otro barrio.
— Sí, quizás tengas razón. — Rió el muchacho no dándole demasiada importancia.
''Ya sé que tengo que tener cuidado con como actúo en un combate, hay mucha gente con capacidades bastante... Dañinas...''
Mientras el muchacho pensaba en sus cosas, Ritsuko le dijo que con que la acompañara al bar en el que se habían conocido sería suficiente, y Riko pensaba igual, era un sitio cercano y en el que podría descansar, al menos por un tiempo.
— Sí, vale, pues vamos para allá. — Dijo Riko mientras seguía caminando, estaba bastante cerca, así que pronto se separarían.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»