6/04/2016, 17:11
El camino que estaban siguiendo resultaba ser bastante fácil de transitar, pero las lesiones de ambos disminuían su paso. Lo bueno era que por aquel sendero se hacía poco probable que apareciera algún animal salvaje para atacarlos. El Ishimura se encontraba caminando al frente, atento a cualquier cosa extraña que pudiera aparecer y pensando que es lo siguiente que haría.
—Kazuma-san, me ha llamado bastante la atención tu Bohimei, puedo ver que no es para nada una espada normal, dime... ¿Hay alguna historia detrás de ella? —Preguntó mostrando curiosidad pero sin perder su tono de voz elegante—. Además... Tu jutsu no se puede comparar a ningún estilo de espada que yo conozca. —Prosiguió.
«Está preguntando por mi… Podrías contarle un poco, pero luego tendrás que matarlo para que guardara silencio ¿no?»
«Solo pregunta por qué es un amante de las espadas y te considera interesante, por lo que prácticamente es un colega, así que no, no lo matare.»
—Hum… —El joven de cabello blancos giro un poco su cuello y lo vio de reojo—. Creo que no hay problema si te cuento un poco. —Ciertamente, entre ninjas era algo muy tabú y peligroso el hablar sobre sus facultades, pero el muchacho ya la había visto y preguntaba con inocente curiosidad.
»Bohimei tiene muchas historias —su tono se volvió un poco lúgubre—. La historia de cada uno de sus anteriores usuarios, que también resultan ser cada uno de mis ancestros directos. En mi familia, la tradición es que se hereda de generación en generación. A veces eso puede ser un largo tiempo, pues solo podemos cederla cuando morimos.
Se detuvo un momento y observo alguna flores púrpura que crecían en el sendero. Luego siguió caminando como si nada hubiera pasado. Había pensado en contarle sobre la presencia dentro de su espada, pero hasta donde sabía él era el único que podía escucharla, así que bien podría ser que solo estuviera loco o traumado.
—En cuanto a aquella técnica… —Se mostraba un poco dudoso, como si no encontrara la manera de explicarse—. En términos simples, es una arte que combina el kenjutsu y el ninjutsu. Lo de la forma y el sonido… En realidad no tengo idea del porque mi chakra se comporta así —reconoció con un poco de indiferencia hacia el tema mismo—. El único otro usuario además de mi, era mi padre. Recuerdo que sus técnicas tomaban las mismas características pero jamás me llegó a explicar el porqué.
»Por otra parte, me parece un espectáculo un poco perturbador… Así que trato de no utilizarlo en la medida de lo posible, en esta ocasión se presentó una emergencia así que no quedaba de otra. Pero estas habilidades son algo que contándote a ti solo dos personas han visto.
En realidad tanto Naomi como su maestro ya sabían de aquellas habilidades. Pero los únicos extraños que la habían visto eran él y posiblemente Karamaru, aunque este último probablemente solo la escucho. Claro, había otro sujeto que la había visto en todo su esplendor, aquel al que había matado con su espada. A este último decidió no mencionarlo para no incomodar al Takanashi. Después de todo decir “Eres el segundo que la ha visto, o mejor dicho, el único ya que al primero lo mate” Hubiese dado una muy mala impresión.
No pasaron más de unos minutos desde que terminó de hablar, cuando el pasaje los llevó hasta una pequeña cascada de aguas cristalinas. El río que se formaba era transparente como el aire mismo y el agua fresca impregnaba el ambiente con su humedad. Aquel debía ser el lugar a donde aquella bestia saciaba su sed.
—Que buen sitio, justo lo que necesitábamos. —Sonrió mientras observa el primer lugar agradable en aquel bosque hostil.
—Kazuma-san, me ha llamado bastante la atención tu Bohimei, puedo ver que no es para nada una espada normal, dime... ¿Hay alguna historia detrás de ella? —Preguntó mostrando curiosidad pero sin perder su tono de voz elegante—. Además... Tu jutsu no se puede comparar a ningún estilo de espada que yo conozca. —Prosiguió.
«Está preguntando por mi… Podrías contarle un poco, pero luego tendrás que matarlo para que guardara silencio ¿no?»
«Solo pregunta por qué es un amante de las espadas y te considera interesante, por lo que prácticamente es un colega, así que no, no lo matare.»
—Hum… —El joven de cabello blancos giro un poco su cuello y lo vio de reojo—. Creo que no hay problema si te cuento un poco. —Ciertamente, entre ninjas era algo muy tabú y peligroso el hablar sobre sus facultades, pero el muchacho ya la había visto y preguntaba con inocente curiosidad.
»Bohimei tiene muchas historias —su tono se volvió un poco lúgubre—. La historia de cada uno de sus anteriores usuarios, que también resultan ser cada uno de mis ancestros directos. En mi familia, la tradición es que se hereda de generación en generación. A veces eso puede ser un largo tiempo, pues solo podemos cederla cuando morimos.
Se detuvo un momento y observo alguna flores púrpura que crecían en el sendero. Luego siguió caminando como si nada hubiera pasado. Había pensado en contarle sobre la presencia dentro de su espada, pero hasta donde sabía él era el único que podía escucharla, así que bien podría ser que solo estuviera loco o traumado.
—En cuanto a aquella técnica… —Se mostraba un poco dudoso, como si no encontrara la manera de explicarse—. En términos simples, es una arte que combina el kenjutsu y el ninjutsu. Lo de la forma y el sonido… En realidad no tengo idea del porque mi chakra se comporta así —reconoció con un poco de indiferencia hacia el tema mismo—. El único otro usuario además de mi, era mi padre. Recuerdo que sus técnicas tomaban las mismas características pero jamás me llegó a explicar el porqué.
»Por otra parte, me parece un espectáculo un poco perturbador… Así que trato de no utilizarlo en la medida de lo posible, en esta ocasión se presentó una emergencia así que no quedaba de otra. Pero estas habilidades son algo que contándote a ti solo dos personas han visto.
En realidad tanto Naomi como su maestro ya sabían de aquellas habilidades. Pero los únicos extraños que la habían visto eran él y posiblemente Karamaru, aunque este último probablemente solo la escucho. Claro, había otro sujeto que la había visto en todo su esplendor, aquel al que había matado con su espada. A este último decidió no mencionarlo para no incomodar al Takanashi. Después de todo decir “Eres el segundo que la ha visto, o mejor dicho, el único ya que al primero lo mate” Hubiese dado una muy mala impresión.
No pasaron más de unos minutos desde que terminó de hablar, cuando el pasaje los llevó hasta una pequeña cascada de aguas cristalinas. El río que se formaba era transparente como el aire mismo y el agua fresca impregnaba el ambiente con su humedad. Aquel debía ser el lugar a donde aquella bestia saciaba su sed.
—Que buen sitio, justo lo que necesitábamos. —Sonrió mientras observa el primer lugar agradable en aquel bosque hostil.