11/04/2016, 01:05
—Es tan lindo, pobre, en serio me daría lástima que se quedara solo.
«Creo que es mal momento para decirle que si nos quedamos sin alimentos tendremos que comernos al pequeñín.» —Kazuma no tenía inconvenientes morales en cuanto a comerse lo que sea para sobrevivir, pero encariñarse con el cerdito si podría complicarle las cosas.
Tanto su cabello como su cuerpo ya estaban secos por lo que podría comenzar a vestirse. El único inconveniente era que ya no tenía una camisa, sino una gran tira rota en su lugar. Quizás pudiera sacar provecho de ello. Tomó la tela y la empapó en el agua helada, luego procedió a enrollársela alrededor del torso para así poder mantenerse fresco en aquel caluroso ambiente.
—Suena como un ave lejana. —Inquirió en cuanto percibió aquel “¡Uh-uh!”
—¡Oye ven acá! —Fue lo único que escucho antes de ver como su compañero se adentraba en el bosque cercano.
El Ishimura se colocó su katana en la espalda y arrojo en su bolso las cosas restantes, para entonces ponerse en carrera tras su compañero. No estaba seguro de que pasaba, pero ya sospechaba que el Takanashi estaría persiguiendo a su pequeña mascota temporal.
Tanta fue la carrera que luego de unos minutos ya se habían adentrado de nuevo en el bosque. La persecución resultaba difícil para el peliblanco debido a sus heridas y no quería ni imaginar cómo estaría llevando el de ojos dispares aquel corte. En cierto momento perdió de vista a ambos y comenzó a caminar a la deriva.
—¿Y esto? —La sorpresa iluminó su cara por lo extraño del hallazgo que hizo en un pequeño claro.
Aquel lugar estaba bastante iluminado, pues en la parte alta el dosel parecía haber sido removido. Lo más extraño era una, aparentemente nueva, choza que desencajaba por completo con el resto del bosque. Aquello parecía inaudito, en semejante lugar tan peligroso ¿Quién construiría una casa? Por un instante se olvidó de todo lo demás y se concentró en revisar los alrededores de aquel sitio.
—Este bosque tiene muchas cosas raras, pero definitivamente lo más extraño es encontrarse una casa en sus profundidades… Es demasiado misterioso.
«Creo que es mal momento para decirle que si nos quedamos sin alimentos tendremos que comernos al pequeñín.» —Kazuma no tenía inconvenientes morales en cuanto a comerse lo que sea para sobrevivir, pero encariñarse con el cerdito si podría complicarle las cosas.
Tanto su cabello como su cuerpo ya estaban secos por lo que podría comenzar a vestirse. El único inconveniente era que ya no tenía una camisa, sino una gran tira rota en su lugar. Quizás pudiera sacar provecho de ello. Tomó la tela y la empapó en el agua helada, luego procedió a enrollársela alrededor del torso para así poder mantenerse fresco en aquel caluroso ambiente.
—Suena como un ave lejana. —Inquirió en cuanto percibió aquel “¡Uh-uh!”
—¡Oye ven acá! —Fue lo único que escucho antes de ver como su compañero se adentraba en el bosque cercano.
El Ishimura se colocó su katana en la espalda y arrojo en su bolso las cosas restantes, para entonces ponerse en carrera tras su compañero. No estaba seguro de que pasaba, pero ya sospechaba que el Takanashi estaría persiguiendo a su pequeña mascota temporal.
Tanta fue la carrera que luego de unos minutos ya se habían adentrado de nuevo en el bosque. La persecución resultaba difícil para el peliblanco debido a sus heridas y no quería ni imaginar cómo estaría llevando el de ojos dispares aquel corte. En cierto momento perdió de vista a ambos y comenzó a caminar a la deriva.
—¿Y esto? —La sorpresa iluminó su cara por lo extraño del hallazgo que hizo en un pequeño claro.
Aquel lugar estaba bastante iluminado, pues en la parte alta el dosel parecía haber sido removido. Lo más extraño era una, aparentemente nueva, choza que desencajaba por completo con el resto del bosque. Aquello parecía inaudito, en semejante lugar tan peligroso ¿Quién construiría una casa? Por un instante se olvidó de todo lo demás y se concentró en revisar los alrededores de aquel sitio.
—Este bosque tiene muchas cosas raras, pero definitivamente lo más extraño es encontrarse una casa en sus profundidades… Es demasiado misterioso.