14/04/2016, 14:28
Joder, menos mal que se había ido sin rechistar, me temía lo peor. Quizás una escenita de madre coraje totalmente innecesaria. Afortunadamente cedió y se fue.
Respiraba algo más aliviado.
- Tienes razón, pero es normal, ¿no? No te preocupes, ¡la próxima vez ella verá a su hijo triunfar! - Afirmó levantando la mano de las sábanas, cerrándola en un puño y apuntándolo al blanco techo de la estancia. - Así que no te disculpes por ella, Yota-niichan, es comprensible, ¡pero no hables así a tu madre! ojalá tuviese yo a la mía...
*Sigue sin ser excusable su berrinche*
Tenía que dejar que pensar que su hijo era el más mejor, no era perfecto y aunque podía tener mis puntos fuertes, tenía muchos otros débiles tal y como había evidenciado Eri en las semifinales. Lo que era una obviedad era que podía sentirse orgullosa, mi paso por aquel torneo había sido bastante satisfactorio. Era la primera vez que asistía a una cosa como aquella y no hice el paripé, sino que luché con todas mis fuerzas y mostré mi mejor versión.
Casi logró colarme en la final, pero estaba convencido de que la chica que tenía a mi lado lo haría genial y dejaría a Uzushio en lo más alto, donde debía estar.
Aunque ella no lo veía así.
-No... No voy a darle una paliza a Ayame, ¡qué... Qué cosas dices! - Exclamó, inquieta mientras se tocaba el mechón derecho con avidez. - Ella lo hará bien, ganará el torneo y se llevará la gloria. - Afirmó, cerrando los ojos. -Se lo merece, estoy segura -
*Ya estamos con el positivismo*
La muchacha se alzó de un simple saltito, como si fuera un resorte.
-Lo hiciste bien, ¿sabes? Seguro que tu madre está muy orgullosa ya que su pequeña arañita no se pudo ir sin envenenar al contrincante con su propio veneno, el veneno de la araña, ¿no, Yota? - Su voz sonaba neutra y una sonrisa falsa adornaba su rostro. No creía que estar ahí le sentaba bien, su mente volvía a jugar con las palabras, palabras que formaban frases hirientes para ella y no podía soportarlo, no aquí, ni ahora. - Gracias por haberme dejado pelear contigo, Yota-niichan
Pero mi brazo se estiró y agarro la mano de la kunoichi. No quería que se fuese no todavía.
-Fue como un entrenamiento, ¿Recuerdas? Eso fue lo que acordamos con tu sensei- le dije antes de soltarle lo que realmente quería decirle -Y bueno... con esa actitud desde luego que vas a ofrecer muy poca resistencia pero, te he visto luchar, he visto de lo que eres capaz y estoy convencido de que si aprovechas esta semana vas a poder fortalecerte aún más. Sé que puedes lograrlo, hazlo por mi, ¡Gana esa pelea!-
*Y por Shiona-sama y Uzushio...*
Volví a fijar mi mirada en sus orbes.
-¿Me lo prometes?-
Respiraba algo más aliviado.
- Tienes razón, pero es normal, ¿no? No te preocupes, ¡la próxima vez ella verá a su hijo triunfar! - Afirmó levantando la mano de las sábanas, cerrándola en un puño y apuntándolo al blanco techo de la estancia. - Así que no te disculpes por ella, Yota-niichan, es comprensible, ¡pero no hables así a tu madre! ojalá tuviese yo a la mía...
*Sigue sin ser excusable su berrinche*
Tenía que dejar que pensar que su hijo era el más mejor, no era perfecto y aunque podía tener mis puntos fuertes, tenía muchos otros débiles tal y como había evidenciado Eri en las semifinales. Lo que era una obviedad era que podía sentirse orgullosa, mi paso por aquel torneo había sido bastante satisfactorio. Era la primera vez que asistía a una cosa como aquella y no hice el paripé, sino que luché con todas mis fuerzas y mostré mi mejor versión.
Casi logró colarme en la final, pero estaba convencido de que la chica que tenía a mi lado lo haría genial y dejaría a Uzushio en lo más alto, donde debía estar.
Aunque ella no lo veía así.
-No... No voy a darle una paliza a Ayame, ¡qué... Qué cosas dices! - Exclamó, inquieta mientras se tocaba el mechón derecho con avidez. - Ella lo hará bien, ganará el torneo y se llevará la gloria. - Afirmó, cerrando los ojos. -Se lo merece, estoy segura -
*Ya estamos con el positivismo*
La muchacha se alzó de un simple saltito, como si fuera un resorte.
-Lo hiciste bien, ¿sabes? Seguro que tu madre está muy orgullosa ya que su pequeña arañita no se pudo ir sin envenenar al contrincante con su propio veneno, el veneno de la araña, ¿no, Yota? - Su voz sonaba neutra y una sonrisa falsa adornaba su rostro. No creía que estar ahí le sentaba bien, su mente volvía a jugar con las palabras, palabras que formaban frases hirientes para ella y no podía soportarlo, no aquí, ni ahora. - Gracias por haberme dejado pelear contigo, Yota-niichan
Pero mi brazo se estiró y agarro la mano de la kunoichi. No quería que se fuese no todavía.
-Fue como un entrenamiento, ¿Recuerdas? Eso fue lo que acordamos con tu sensei- le dije antes de soltarle lo que realmente quería decirle -Y bueno... con esa actitud desde luego que vas a ofrecer muy poca resistencia pero, te he visto luchar, he visto de lo que eres capaz y estoy convencido de que si aprovechas esta semana vas a poder fortalecerte aún más. Sé que puedes lograrlo, hazlo por mi, ¡Gana esa pelea!-
*Y por Shiona-sama y Uzushio...*
Volví a fijar mi mirada en sus orbes.
-¿Me lo prometes?-
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
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