14/04/2016, 22:03
- Estabas de camino al museo ¿No? - le preguntó su compañera, tras volverse a escuchar sus palabras.. - Supongo que tendrás que seguir con lo siguiente en tu lista de cosas por hacer. -
Juro asintió, aunque no hizo ninguna broma sobre el tema. Aun era muy pronto, supuso.
La kunoichi tampoco tenía ni idea de la hora, solo sabía que era de día. Y eso tampoco era una gran ayuda, ya que el día tampoco tardaría mucho en irse. Y entonces si que estaría muerto. Enfadada o no, su hermana le iba a matar si tardaba tanto en llegar seguro.
- ¿Sabes donde encontrar a tu hermana? Digo, por si arreglaron de verse en algún lugar particular. - - le preguntó, mientras seguía caminando.
Pronto, ya se habían introducido en lo que era la ciudad, otra vez. Juro trató de ver, o escuchar a su alrededor, lo que fuese que le llamase la atención.
- Pues... Recuerdo que iba en dirección contraria al museo, y antes de eso... Había una gran plaza, si... Era enorme... Seguí por uno de sus caminos y llege aquí - explicó, utilizando las manos para mostrar el ancho de las calles, por alguna razón, como si fuese a ayudar - Y mi hermana... me dijo que estaría ahí en un par de horas. Seguramente ya habrán pasado...
Siguió a la kunoichi, tratando de no sentirse como un niño perdido en el basto océano de gente que era el mundo abierto. No, no debía desfallecer. Tenía que encontrar una salida, una solución...
- Una plaza así debería descatar mucho... - murmuró, un poco más nervioso. Miro a la kunoichi, en busca de alguna señal de que ella sabe donde se encuentra. Después de todo, era su guía por la ciudad...
Juro asintió, aunque no hizo ninguna broma sobre el tema. Aun era muy pronto, supuso.
La kunoichi tampoco tenía ni idea de la hora, solo sabía que era de día. Y eso tampoco era una gran ayuda, ya que el día tampoco tardaría mucho en irse. Y entonces si que estaría muerto. Enfadada o no, su hermana le iba a matar si tardaba tanto en llegar seguro.
- ¿Sabes donde encontrar a tu hermana? Digo, por si arreglaron de verse en algún lugar particular. - - le preguntó, mientras seguía caminando.
Pronto, ya se habían introducido en lo que era la ciudad, otra vez. Juro trató de ver, o escuchar a su alrededor, lo que fuese que le llamase la atención.
- Pues... Recuerdo que iba en dirección contraria al museo, y antes de eso... Había una gran plaza, si... Era enorme... Seguí por uno de sus caminos y llege aquí - explicó, utilizando las manos para mostrar el ancho de las calles, por alguna razón, como si fuese a ayudar - Y mi hermana... me dijo que estaría ahí en un par de horas. Seguramente ya habrán pasado...
Siguió a la kunoichi, tratando de no sentirse como un niño perdido en el basto océano de gente que era el mundo abierto. No, no debía desfallecer. Tenía que encontrar una salida, una solución...
- Una plaza así debería descatar mucho... - murmuró, un poco más nervioso. Miro a la kunoichi, en busca de alguna señal de que ella sabe donde se encuentra. Después de todo, era su guía por la ciudad...