17/04/2016, 18:50
El Ishimura decidió salir a investigar qué era aquel sonido mientras el ninja de Takigakure se quedaba adentro esperando, empezaba a creer que hizo algo muy malo en una vida pasada y ahora estaba pagando las consecuencias de eso o simplemente el hado le estaba jugando una mala pasada. Justo estaba pensando en que las cosas iban a empeorar y se cumplió su presentimiento, ya se estaba hartando del bosque y de toda la situación en general. El jabato temblaba en sus brazos, seguramente habría salido corriendo si Tatsuya no lo hubiera estado abrazando, emitía unos leves chillidos que denotaban miedo por parte de la criatura.
—Tatsuya, debemos irnos —llamo su atención desde la puerta de la cabaña—. Cuando abrimos la cabaña debió de salir todo el olor a descomposición que estaba encerrado. Ahora parece que aquello ha empezado a atraer a los carroñeros del bosque —su voz y expresión eran calmadas, pero aun así se notaba lo tenso de la situación—. Ya hay uno rondándonos, aunque parece que los hongos lo mantienen a raya, por ahora.
-Sí- Contestó a secas.
Tatsuya tomó uno de los frascos, específicamente uno que contenía hongos negros de manchas amarillas, a diferencia de los otros este no contenía líquido sino que parecía estar libre de toda humedad. Lo lanzó a Kazuma para que lo atrapase, sin mediar más palabra salió de la cabaña esperando que el ninja de Uzushio lo siguiese, le tomó sólo unos segundos ubicar una posible ruta. Así, debían volver a adentrarse en la maleza, Tatsuya no perdió tiempo y rápidamente se puso en marcha.
Decidió tomar un camino por tierra, si bien a través de los árboles estarían lejos de la mayoría de depredadores no era muy factible debido a las heridas de ambos, sin contar el hecho de que debían llevar al bebé jabalí. En algún punto la maleza se haría tan espesa que sería casi imposible pasar, aunque no era momento para preocuparse por ello. Ya antes habían visto que en algunas partes era mejor ir al ras del suelo y en otras era mejor de rama en rama, pero ahora no estaban en condiciones de elegir. Lo mejor era acelerar el paso para salir cuanto antes.
Un nuevo bramido se escuchó, esta vez un poco más lejano, pero que aún se escuchaba detrás de ellos. Al Takanashi le llamó la atención que el sonido del animal demostraba dolor, como si estuviera herido o algo, pero tampoco se iba a quedar para averiguarlo, por muy lastimado que estuviera seguía siendo una amenaza. Eso sí, el ritmo de Tatsuya era lento, antes de que pudiera darse cuenta estaba jadeando del agotamiento, no había podido descansar lo suficiente después del enfrentamiento con el jabalí.
"No quiero tener que pasar otra noche aquí"
Ya habían transcurrido un par de horas desde el mediodía, a ese paso era casi seguro que el anochecer llegaría antes de que pudieran salir del bosque, con todo lo que ello implicaba. Una vez más el sonido de la bestia se dejó escuchar en forma de eco, a pesar de ello Tatsuya tuvo que parar un rato, no podía seguir por el momento.
-Yo, lo siento, no me he recuperado del todo- Se disculpó con palabras de enojo y frustración.
—Tatsuya, debemos irnos —llamo su atención desde la puerta de la cabaña—. Cuando abrimos la cabaña debió de salir todo el olor a descomposición que estaba encerrado. Ahora parece que aquello ha empezado a atraer a los carroñeros del bosque —su voz y expresión eran calmadas, pero aun así se notaba lo tenso de la situación—. Ya hay uno rondándonos, aunque parece que los hongos lo mantienen a raya, por ahora.
-Sí- Contestó a secas.
Tatsuya tomó uno de los frascos, específicamente uno que contenía hongos negros de manchas amarillas, a diferencia de los otros este no contenía líquido sino que parecía estar libre de toda humedad. Lo lanzó a Kazuma para que lo atrapase, sin mediar más palabra salió de la cabaña esperando que el ninja de Uzushio lo siguiese, le tomó sólo unos segundos ubicar una posible ruta. Así, debían volver a adentrarse en la maleza, Tatsuya no perdió tiempo y rápidamente se puso en marcha.
Decidió tomar un camino por tierra, si bien a través de los árboles estarían lejos de la mayoría de depredadores no era muy factible debido a las heridas de ambos, sin contar el hecho de que debían llevar al bebé jabalí. En algún punto la maleza se haría tan espesa que sería casi imposible pasar, aunque no era momento para preocuparse por ello. Ya antes habían visto que en algunas partes era mejor ir al ras del suelo y en otras era mejor de rama en rama, pero ahora no estaban en condiciones de elegir. Lo mejor era acelerar el paso para salir cuanto antes.
Un nuevo bramido se escuchó, esta vez un poco más lejano, pero que aún se escuchaba detrás de ellos. Al Takanashi le llamó la atención que el sonido del animal demostraba dolor, como si estuviera herido o algo, pero tampoco se iba a quedar para averiguarlo, por muy lastimado que estuviera seguía siendo una amenaza. Eso sí, el ritmo de Tatsuya era lento, antes de que pudiera darse cuenta estaba jadeando del agotamiento, no había podido descansar lo suficiente después del enfrentamiento con el jabalí.
"No quiero tener que pasar otra noche aquí"
Ya habían transcurrido un par de horas desde el mediodía, a ese paso era casi seguro que el anochecer llegaría antes de que pudieran salir del bosque, con todo lo que ello implicaba. Una vez más el sonido de la bestia se dejó escuchar en forma de eco, a pesar de ello Tatsuya tuvo que parar un rato, no podía seguir por el momento.
-Yo, lo siento, no me he recuperado del todo- Se disculpó con palabras de enojo y frustración.