20/04/2016, 02:15
~Imbécil… ~Fue lo único que cruzó la mente de la rubia al escuchar al moreno intentar parecer un héroe y como tal, se llevó el golpe de su vida. A Noemi no le sorprendió en lo más mínimo, había dado un par de golpes al bandido si, pero no había sido nada de gravedad como para que un hombre apalizado pudiera hacerle frente y aún así se arriesgó.
No dijo nada, al menos no de buenas a primeras, pero su semblante se mantenía sereno como si nada de todo esto le afectase y siendo que ya tenía la katana desenfundada pues sencillamente la usó como debía de hacerse. Un corte preciso vertical, de arriba hacia abajo, una puñalada al pecho y finalmente… La extrajo, si llegaba a hacer lo que se le cruzó por la mente terminaría por vomitar en un mar de órganos y sangre pero por lo menos el tipo no volvería a molestar.
Luego de eso, como si nada le interesara la kunoichi de Taki se acercó hasta una de las mesas y tomó algunas servilletas para comenzar a limpiar la hoja de la katana. —¿Murió o está inconsciente...? —Consultó con frialdad a la peliceleste. Usualmente no era así, pero cuando alguien se "suicidaba" por querer hacerse el héroe le caía para la mierda.
—Eri… —Llamó tras un rato de silencio en lo que limpiaba el acero de su arma. —No deberías llorar así, después de todo eres una kunoichi y estas cosas pasan muy seguido. —Decía mientras se iba en busca de la vaina que había lanzado algo lejos. —Piensa que en cuanto nos vayamos de aquí podrían llegar a volver y terminar lo que empezaron. ¿Me entiendes...?
Ya a estas alturas le daba lo mismo, si el tipo se había muerto o no, Noemi se retiraría a seguir con su búsqueda que justamente era para llegar a los dojos del combatiente, ya suficiente servicio había hecho al cargarse a un bandido. ~Y… Me quedé sin mi postre. ~Fue uno de los pocos pensamientos que zurcaron la mente de la mayor en lo que se limpiaba con más servilletas la sangre que le había caído encima.
No dijo nada, al menos no de buenas a primeras, pero su semblante se mantenía sereno como si nada de todo esto le afectase y siendo que ya tenía la katana desenfundada pues sencillamente la usó como debía de hacerse. Un corte preciso vertical, de arriba hacia abajo, una puñalada al pecho y finalmente… La extrajo, si llegaba a hacer lo que se le cruzó por la mente terminaría por vomitar en un mar de órganos y sangre pero por lo menos el tipo no volvería a molestar.
Luego de eso, como si nada le interesara la kunoichi de Taki se acercó hasta una de las mesas y tomó algunas servilletas para comenzar a limpiar la hoja de la katana. —¿Murió o está inconsciente...? —Consultó con frialdad a la peliceleste. Usualmente no era así, pero cuando alguien se "suicidaba" por querer hacerse el héroe le caía para la mierda.
—Eri… —Llamó tras un rato de silencio en lo que limpiaba el acero de su arma. —No deberías llorar así, después de todo eres una kunoichi y estas cosas pasan muy seguido. —Decía mientras se iba en busca de la vaina que había lanzado algo lejos. —Piensa que en cuanto nos vayamos de aquí podrían llegar a volver y terminar lo que empezaron. ¿Me entiendes...?
Ya a estas alturas le daba lo mismo, si el tipo se había muerto o no, Noemi se retiraría a seguir con su búsqueda que justamente era para llegar a los dojos del combatiente, ya suficiente servicio había hecho al cargarse a un bandido. ~Y… Me quedé sin mi postre. ~Fue uno de los pocos pensamientos que zurcaron la mente de la mayor en lo que se limpiaba con más servilletas la sangre que le había caído encima.