20/04/2016, 21:49
Observó horrorizada como Noemi terminaba con el bandido, sin embargo no podía culpar a nadie a excepción de a sí misma por no detenerlo, ¡ella era médica! Y eso conllevaba a intentar salvar todas las vidas que pudiese y más... Bueno, quizás no las vidas de quienes jugaban con ella, pero... ¿Eri no era de aquellas personas que hacían que su vida pendiese de un hilo siempre que salía de su villa? Incluso dentro de ella... Suspiró sin dejar de observar a la rubia, serena, imperturbable, acercándose a limpiar el filo de su katana. —¿Murió o está inconsciente...? —preguntó con un tono diferente al que se había referido a ella antes, justo cuando fue a socorrer a Kuro.
-Está bien, solo ha recibido golpes, pero no tiene ningún daño interno grave - Explicó con una voz entre quebrada y dolida, sin embargo las lágrimas se quedaron en sus ojos, nublándole la vista. —Eri… No deberías llorar así, después de todo eres una kunoichi y estas cosas pasan muy seguido. Piensa que en cuanto nos vayamos de aquí podrían llegar a volver y terminar lo que empezaron. ¿Me entiendes...?
Kuro miraba a la joven de Takigakure con los ojos entrecerrados, debatiendo entre isi quedarse en el estado de vigilia o irse al del sueño, decantándose por el último mientras ambas kunoichis hablaban -.Te entiendo, Noemi-neesan, siendo estar triste... Pero tienes razón, si no lo hubieras hecho, ellos volverían, y eso es algo malo - afirmó la razón de la rubia con sus últimas palabras mientras terminaba de tratar al moreno, luego se levantó y lo acercó lentamente al lado de su abuelo, dejándolos a los dos resguardados debajo de la mesa más cercana -.Gracias
Era lo máximo que podía decir.
-Creo que... Deberíamos recoger esto e... ¿Irnos? Mike tiene que estar hambriento... - Pensó en voz alta, pareciendo una excusa horriblemente pésima, sin embargo la joven se estaba preocupando de verdad por el can.
-Está bien, solo ha recibido golpes, pero no tiene ningún daño interno grave - Explicó con una voz entre quebrada y dolida, sin embargo las lágrimas se quedaron en sus ojos, nublándole la vista. —Eri… No deberías llorar así, después de todo eres una kunoichi y estas cosas pasan muy seguido. Piensa que en cuanto nos vayamos de aquí podrían llegar a volver y terminar lo que empezaron. ¿Me entiendes...?
Kuro miraba a la joven de Takigakure con los ojos entrecerrados, debatiendo entre isi quedarse en el estado de vigilia o irse al del sueño, decantándose por el último mientras ambas kunoichis hablaban -.Te entiendo, Noemi-neesan, siendo estar triste... Pero tienes razón, si no lo hubieras hecho, ellos volverían, y eso es algo malo - afirmó la razón de la rubia con sus últimas palabras mientras terminaba de tratar al moreno, luego se levantó y lo acercó lentamente al lado de su abuelo, dejándolos a los dos resguardados debajo de la mesa más cercana -.Gracias
Era lo máximo que podía decir.
-Creo que... Deberíamos recoger esto e... ¿Irnos? Mike tiene que estar hambriento... - Pensó en voz alta, pareciendo una excusa horriblemente pésima, sin embargo la joven se estaba preocupando de verdad por el can.