23/04/2016, 05:49
Tatsuya por fin encontró de nuevo a la muchacha con la mirada, ella se había quedado parada observándolo. Pensó que quizás su repentino ataque a la hoja la pudo haber espantado, después de todo lanzar un arma así de la nada no era lo más normal del mundo. Logró observarla con mayor deteniemiento, sus ropajes eran simples, una especie de pantalon corto blanco y chaqueta del mismo color, que parecían hacer juego con sus cabellos.
Ahora que la miraba con atención se percató que en su frente llevaba una bandana ninja con una espiral tallada, dedujo inmediatamente que se trataba de una kunoichi de Uzushiogakure. Decidió tomar precauciones, no eran de aldeas enemigas pero tampoco aliadas. La albina le preguntó desde la distancia si conocía el camino, le pareció raro que estuviera perdida en un lugar solitario como aquel.
"Sí esta perdida entonces no es de por aquí"
Intentó levantarse, pero sintió un hormigueo en las piernas que le hacía sentir una sensación electrificante con el simple hecho de apoyar el pie en el suelo, no pudo evitar hacer caras y dar unos saltitos debido a ello. Cuando logró incorporarse planeó responderle, aunque no sabía que decirle exactamente. Si bien el no conocía el camino quería hallar la manera de ayudarla en lo posible, a pesar de ser una desconocida no la iba a dejar que vagara sola por ahí.
-¡Lo lamento!, ¡no conozco los alrededores!- Respondió mientras usaba sus manos para intentar amplificar su voz. -¡Pero puedo intentar guiarte a un pueblo cercano!- Concluyó.
Caminó hacia ella con cautela, aunque tenía las piernas un poco acalambradas se las inegeniaba para conservar su paso elegante. Al acercarse a ella pudo darse cuenta de que sus ojos también eran de color blanco, además tenía unas rayas en su rostro. Aún con esa extraña combinación de ropas y rasgos le resultaba una chica bastante atractiva, pocas veces había visto a una joven de tal belleza, se quedó admirándola unos momentos, pero luego pensó que sería de mala educación quedarse callado, así que cuando estuvo frente a ella se dispuso a saludarla.
-Me llamo Tatsuya, Takanashi Tatsuya- Se esforzó en reverenciar aunque el calambre lo hacía sentir incómodo. -Señorita, ¿puedo hacer algo por tí?- Preguntó con su habitual cortesía.
Dudaba un poco si sería lo correcto llevarla al pueblo que le había dicho su padre, en primer lugar no era medio día cómo habían acordado, pero considerando que la hoja ya había caído no encontraba una razón para quedarse. En segundo lugar era una ninja de Uzushio, no estaba seguro si su padre podria enojarse, aunque si lo hacía buscaría la manera de excusarse, después de todo en Taki se les enseña a ser cordiales con los extranjeros. Mientras pensaba las posibilidades y esperaba una respuesta por parte de ella no pudo evitar quedarse viendóle a los ojos, le resultaba llamativa.
"Es preciosa... Alto, ¿qué me pasa?"
Ahora que la miraba con atención se percató que en su frente llevaba una bandana ninja con una espiral tallada, dedujo inmediatamente que se trataba de una kunoichi de Uzushiogakure. Decidió tomar precauciones, no eran de aldeas enemigas pero tampoco aliadas. La albina le preguntó desde la distancia si conocía el camino, le pareció raro que estuviera perdida en un lugar solitario como aquel.
"Sí esta perdida entonces no es de por aquí"
Intentó levantarse, pero sintió un hormigueo en las piernas que le hacía sentir una sensación electrificante con el simple hecho de apoyar el pie en el suelo, no pudo evitar hacer caras y dar unos saltitos debido a ello. Cuando logró incorporarse planeó responderle, aunque no sabía que decirle exactamente. Si bien el no conocía el camino quería hallar la manera de ayudarla en lo posible, a pesar de ser una desconocida no la iba a dejar que vagara sola por ahí.
-¡Lo lamento!, ¡no conozco los alrededores!- Respondió mientras usaba sus manos para intentar amplificar su voz. -¡Pero puedo intentar guiarte a un pueblo cercano!- Concluyó.
Caminó hacia ella con cautela, aunque tenía las piernas un poco acalambradas se las inegeniaba para conservar su paso elegante. Al acercarse a ella pudo darse cuenta de que sus ojos también eran de color blanco, además tenía unas rayas en su rostro. Aún con esa extraña combinación de ropas y rasgos le resultaba una chica bastante atractiva, pocas veces había visto a una joven de tal belleza, se quedó admirándola unos momentos, pero luego pensó que sería de mala educación quedarse callado, así que cuando estuvo frente a ella se dispuso a saludarla.
-Me llamo Tatsuya, Takanashi Tatsuya- Se esforzó en reverenciar aunque el calambre lo hacía sentir incómodo. -Señorita, ¿puedo hacer algo por tí?- Preguntó con su habitual cortesía.
Dudaba un poco si sería lo correcto llevarla al pueblo que le había dicho su padre, en primer lugar no era medio día cómo habían acordado, pero considerando que la hoja ya había caído no encontraba una razón para quedarse. En segundo lugar era una ninja de Uzushio, no estaba seguro si su padre podria enojarse, aunque si lo hacía buscaría la manera de excusarse, después de todo en Taki se les enseña a ser cordiales con los extranjeros. Mientras pensaba las posibilidades y esperaba una respuesta por parte de ella no pudo evitar quedarse viendóle a los ojos, le resultaba llamativa.
"Es preciosa... Alto, ¿qué me pasa?"