25/04/2016, 14:42
Antes de que pudiera protestar la doctora y las que parecían ser sus enfermeras obligaron a Tatsuya a acostarse en la mesa para que pudieran suturarle la herida. Le pusieron anestesia local y luego procedió a hacer los puntos necesarios, lo hizo con bastante rapidez, de hecho Tatsuya se sorprendió por ello. Cuando estuvo listo fue el turno de Kazuma, se sintió aliviado al escuchar que su compañero no recibió demasiado daño.
Cuando la doctora preguntó por las posibles causas de sus erupciones cutáneas ambos shinobis se vieron a las caras, el Ishimura le explicó a la doctora y esta respondió con extrañeza. Siendo quizás la única médico del pueblo debía conocer todos los posibles efectos que podían llegar a causar los hongos del bosque, si ella no sabía que eran esos hongos negros entonces se trataba de una variedad desconocida hasta la fecha. La doctora entonces le entregó una especie de pomada al chico del ninjatou, además dándoles indicaciones de uso.
Tatsuya se levantó de la mesa poco a poco, se sentía mucho mejor. -Le agradezco enormemente por atendernos señorita- Reverenció a la joven galena. -Seguiremos sus indicaciones-
Tomó la ropa que las asistentes habían traído previamente para luego dirigirse a la salida, el ninjade Uzushio también llevaría sus prendas. Al salir de la clínica vió que le habían colocado una correa al cerdito como si de un perrito se tratase, además de que lo habían amarrado a la rejilla de la ventana para que no se escapase. Le pareció gracioso pero práctico, así ya no tendría que andarlo cargando de un lado para otro.
-Kazuma-san, debemos encontrar un lugar para alojarnos- Luego de que aquel posadero le dijo que casi vende su portaobjetos pensó en buscar otro lugar mas agradable y cómodo.
-¡Pues ya no tienen que buscar que aquí estoy yo para servirles!- Interrumpió un hombre sin darle tiempo al Ishimura para contestar. -¡Pueden venir a mi hostal!, no puedo dejar en la calle a los héroes que nos salvaron de aquella bestia, ¡Síganme!- Más que seguirlo ambos ninja fueron empujados por aquel sujeto hasta el mentado negocio sin que pudieran objetar al respecto.
Era un lugar bastante agradable a la vista, la fachada estaba ornamentada cómo si se tratase de una especie de castillo con decoración tradicional y aunque no fuera muy lujoso destacaba entre la sencillez de las demás edificaciones del pueblo. Tatsuya estaba un poco confuso al respecto, y miró a Kazuma esperando que el supiera que hacer. Pronto el dueño los invitó a entrar, el lugar tenía ambiente relativamente agradable y los adornos no eran demasiado exagerados.
-¡No tienen que pagar por su estadia!, pueden quedarse el tiempo que deseen, espero disfruten del lugar, con su permiso- Dijo sonriente para luego irse al interior del sitio.
Pronto una jovencita vestida con un yukata se les acercó y reverenció para recibirlos. -Sean bienvenidos, soy el ama de llaves- Su voz era un poco mas grave de lo que se esperaría de su apariencia. -Disponemos de habitaciones en solitario con baño privado cada una o si lo prefieren una grande con camas separadas, sólo deben decirnos que opción desean- Dijo amablemente.
La situación tan repentina hizo que el Takanashi se quedara en blanco por un momento, a esas alturas despues de tanta hospitalidad se sentiría mal si rechazaba la oferta, pero quería escuchar que tenía que decir el Ishimura al respecto.
-Dejaré que mi acompañante decida- Contestó mientras miraba a Kazuma.
Cuando la doctora preguntó por las posibles causas de sus erupciones cutáneas ambos shinobis se vieron a las caras, el Ishimura le explicó a la doctora y esta respondió con extrañeza. Siendo quizás la única médico del pueblo debía conocer todos los posibles efectos que podían llegar a causar los hongos del bosque, si ella no sabía que eran esos hongos negros entonces se trataba de una variedad desconocida hasta la fecha. La doctora entonces le entregó una especie de pomada al chico del ninjatou, además dándoles indicaciones de uso.
Tatsuya se levantó de la mesa poco a poco, se sentía mucho mejor. -Le agradezco enormemente por atendernos señorita- Reverenció a la joven galena. -Seguiremos sus indicaciones-
Tomó la ropa que las asistentes habían traído previamente para luego dirigirse a la salida, el ninjade Uzushio también llevaría sus prendas. Al salir de la clínica vió que le habían colocado una correa al cerdito como si de un perrito se tratase, además de que lo habían amarrado a la rejilla de la ventana para que no se escapase. Le pareció gracioso pero práctico, así ya no tendría que andarlo cargando de un lado para otro.
-Kazuma-san, debemos encontrar un lugar para alojarnos- Luego de que aquel posadero le dijo que casi vende su portaobjetos pensó en buscar otro lugar mas agradable y cómodo.
-¡Pues ya no tienen que buscar que aquí estoy yo para servirles!- Interrumpió un hombre sin darle tiempo al Ishimura para contestar. -¡Pueden venir a mi hostal!, no puedo dejar en la calle a los héroes que nos salvaron de aquella bestia, ¡Síganme!- Más que seguirlo ambos ninja fueron empujados por aquel sujeto hasta el mentado negocio sin que pudieran objetar al respecto.
Era un lugar bastante agradable a la vista, la fachada estaba ornamentada cómo si se tratase de una especie de castillo con decoración tradicional y aunque no fuera muy lujoso destacaba entre la sencillez de las demás edificaciones del pueblo. Tatsuya estaba un poco confuso al respecto, y miró a Kazuma esperando que el supiera que hacer. Pronto el dueño los invitó a entrar, el lugar tenía ambiente relativamente agradable y los adornos no eran demasiado exagerados.
-¡No tienen que pagar por su estadia!, pueden quedarse el tiempo que deseen, espero disfruten del lugar, con su permiso- Dijo sonriente para luego irse al interior del sitio.
Pronto una jovencita vestida con un yukata se les acercó y reverenció para recibirlos. -Sean bienvenidos, soy el ama de llaves- Su voz era un poco mas grave de lo que se esperaría de su apariencia. -Disponemos de habitaciones en solitario con baño privado cada una o si lo prefieren una grande con camas separadas, sólo deben decirnos que opción desean- Dijo amablemente.
La situación tan repentina hizo que el Takanashi se quedara en blanco por un momento, a esas alturas despues de tanta hospitalidad se sentiría mal si rechazaba la oferta, pero quería escuchar que tenía que decir el Ishimura al respecto.
-Dejaré que mi acompañante decida- Contestó mientras miraba a Kazuma.