2/05/2016, 03:12
Después de correr bajo la luvia unos truenos se escucharon en la lejanía, provenientes del lago. La mayoría de los árboles en esa parte del camino no tenían hojas a diferencia de los que habían visto poco atrás. Aumentaba el número de adornos extraños y en cuanto puso más atención a las piedras se fijó que no eran tallados normales, sino que tenían el Kanji "封". Pero luego se preocuparía por eso, por ahora no pudo evitar el sonreír al ver un gran letrero que decía "Pueblo de Nakisakebi" a unos cuantos metros de distancia. Se permitió desacelerar el paso ya que la lluvia amainaba lentamente, al parecer se iba a ir tan repentinamente como apareció.
-Parece que corrimos por gusto- Comentó un poco decepcionado.
Pronto se dió cuenta de que aún estaba sujetando la mano de Mitsuki, poco a poco la soltó para luego tocar su propia mano que había tenido contacto con la de la kunoichi. "Menos mal ella no lo tomó como un atrevimiento de mi parte". Su ritmo cardíaco estaba acelerado y no era por el esfuerzo de haber estado corriendo, miró a la albina y asintió con la cabeza indicando que caminaran rumbo a la aldea, pocos pasos les faltaban aunque al llegar el ambiente resultaba un poco inquietante.
"Okey, esto es raro"
El lugar parecía un pueblo fantasma, los únicos cólores que se alcanzaban a apreciar eran el café opaco de las maderas viejas y el gris oscuro de alguna que otra estructura metálica. No había señales de que poseyeran alumbrado público, ni tampoco había rastro de sus habitantes, las calles estaban vacias y ni siquiera un animal rastrero andaba en ellas. El cielo aún estaba oscuro y parecía presagiar una desgracia sobre aquel lugar.
-Mitsuki-do... que diga chan- Le iba a costar llamarla sólo por su nombre, no estaba acostumbrado aún. -Tengo una sensación rara respecto a este lugar-
Casi todas las casas tenían las puertas y ventanas cerradas, sólo algunos sitios parecían dar señales de vida. Tatsuya se preguntaba si su padre en verdad estaba en ese pueblo, aunque dudaba que se pudieran haber confundido de aldea, el camino que tomaron era el único que había. Por lo que resultaba casi imposible dar lugar a una equivocación. Un viento bramó en aquel lugar y alguna que otra ventana se somató por ello, no era la más cálida de las bienvenidas.
-Parece que corrimos por gusto- Comentó un poco decepcionado.
Pronto se dió cuenta de que aún estaba sujetando la mano de Mitsuki, poco a poco la soltó para luego tocar su propia mano que había tenido contacto con la de la kunoichi. "Menos mal ella no lo tomó como un atrevimiento de mi parte". Su ritmo cardíaco estaba acelerado y no era por el esfuerzo de haber estado corriendo, miró a la albina y asintió con la cabeza indicando que caminaran rumbo a la aldea, pocos pasos les faltaban aunque al llegar el ambiente resultaba un poco inquietante.
"Okey, esto es raro"
El lugar parecía un pueblo fantasma, los únicos cólores que se alcanzaban a apreciar eran el café opaco de las maderas viejas y el gris oscuro de alguna que otra estructura metálica. No había señales de que poseyeran alumbrado público, ni tampoco había rastro de sus habitantes, las calles estaban vacias y ni siquiera un animal rastrero andaba en ellas. El cielo aún estaba oscuro y parecía presagiar una desgracia sobre aquel lugar.
-Mitsuki-do... que diga chan- Le iba a costar llamarla sólo por su nombre, no estaba acostumbrado aún. -Tengo una sensación rara respecto a este lugar-
Casi todas las casas tenían las puertas y ventanas cerradas, sólo algunos sitios parecían dar señales de vida. Tatsuya se preguntaba si su padre en verdad estaba en ese pueblo, aunque dudaba que se pudieran haber confundido de aldea, el camino que tomaron era el único que había. Por lo que resultaba casi imposible dar lugar a una equivocación. Un viento bramó en aquel lugar y alguna que otra ventana se somató por ello, no era la más cálida de las bienvenidas.