4/05/2016, 21:06
-Así que están extraviados...- A la mujer parecía no extrañarle la respuesta de la peliblanca, la observó de pies a cabeza y luego ladeó la cabeza para examinar de igual manera al pelinegro. Tras esto una vez más el sonido de los perros ladrando se escuchó y la anciana pareció alarmarse. -¿Qué está pasando ahí afuera?- La mujer entonces tomó una especie de bastón que había en la habitación y golpeó la puerta.
El aullar de las fieras se calmó y se escuchó como si corrieran lejos de ahí. Tatsuya no daba crédito a lo que acababa de suceder, no por el hecho de que los perros se fueran sino la reacción tan serena de Mitsuki. A diferencia de él la Hyuga se mostró diligente para manejar la situación. "Es linda, inteligente y con carácter... es tan... tan..." No se le venía a la mente una palabra que pudiera englobar todas las virtudes de la kunoichi, sentía algo más que admiración pero el mismo no se daba cuenta de ello.
Mientras la situación parecía estabilizarse la anciana decidió abrir la puerta, el genin de Taki al ver esto estuvo a punto agarrarle el brazo a la doña para que no lo hiciera pero al final no pudo evitarlo. Al abrirla estaban los comensales del bar formando un semicírculo alrededor del frente de la casa, y en el centro de ellos el mismo sujeto tembloroso. Tatsuya decidió asomar poquito a poquito la cabeza por el marco de la puerta para ver al exterior y pudo ver cómo los hombres esos parecían estar asustados por el semblante de la sacerdotisa.
-¡Ustedes!- Dijo de manera amenazante. -¡¿Qué creen que están haciendo?!- Inquirió.
El grupo de hombres que llevaban palos y cuchillos de cocina se quedaron perplejos ante la mujer hasta que el sujeto tembloroso alzó su tambaleante mano para señalar hacia la puerta de la casa, o más bien para señalar a los shinobis que se habían adentrado en el lugar.
-E-ellos, so-son maaalos espíritussss- Afirmó el hombre.
-...- Tatsuya se esperaba cualquier respuesta menos esa, se quedó en silencio un rato hasta que terminó de digerir aquello. "¡Pero sí los que tienen caras de muertos son ellos!" Era muy difícil describir la cara de Tatsuya en esos momentos, ironía, sorpresa, indignación y quizás un poco de enojo. Aquello había tenido un giro muy inesperado.
El aullar de las fieras se calmó y se escuchó como si corrieran lejos de ahí. Tatsuya no daba crédito a lo que acababa de suceder, no por el hecho de que los perros se fueran sino la reacción tan serena de Mitsuki. A diferencia de él la Hyuga se mostró diligente para manejar la situación. "Es linda, inteligente y con carácter... es tan... tan..." No se le venía a la mente una palabra que pudiera englobar todas las virtudes de la kunoichi, sentía algo más que admiración pero el mismo no se daba cuenta de ello.
Mientras la situación parecía estabilizarse la anciana decidió abrir la puerta, el genin de Taki al ver esto estuvo a punto agarrarle el brazo a la doña para que no lo hiciera pero al final no pudo evitarlo. Al abrirla estaban los comensales del bar formando un semicírculo alrededor del frente de la casa, y en el centro de ellos el mismo sujeto tembloroso. Tatsuya decidió asomar poquito a poquito la cabeza por el marco de la puerta para ver al exterior y pudo ver cómo los hombres esos parecían estar asustados por el semblante de la sacerdotisa.
-¡Ustedes!- Dijo de manera amenazante. -¡¿Qué creen que están haciendo?!- Inquirió.
El grupo de hombres que llevaban palos y cuchillos de cocina se quedaron perplejos ante la mujer hasta que el sujeto tembloroso alzó su tambaleante mano para señalar hacia la puerta de la casa, o más bien para señalar a los shinobis que se habían adentrado en el lugar.
-E-ellos, so-son maaalos espíritussss- Afirmó el hombre.
-...- Tatsuya se esperaba cualquier respuesta menos esa, se quedó en silencio un rato hasta que terminó de digerir aquello. "¡Pero sí los que tienen caras de muertos son ellos!" Era muy difícil describir la cara de Tatsuya en esos momentos, ironía, sorpresa, indignación y quizás un poco de enojo. Aquello había tenido un giro muy inesperado.