8/05/2016, 05:46
El micólogo le preguntó si estaban listos y Tatsuya se limitó a asentir con la cabeza de forma positiva. El anciano se puso en marcha sorpresivamente, dijo tener un mapa y eso les facilitaría las cosas. Creía recordar haber visto la senda la primera vez que encontraron la cabaña pero no pudo ver bien hacia donde se dirigía. "De haberlo sabido antes nos hubiéramos ahorrado muchos problemas." Así pues siguieron al hombre a travez de la maraña de maleza.
No estaba tan despejado como los túneles del jabalí pero tampoco había tantos obstáculos como en el resto del bosque, el micólogo utilizaba el machete para apartar de su camino los matorrales y así avanzar con gran facilidad. Era obvio que ese hombre durante mucho tiempo viajó por el bosque para realizar sus investigaciones, y por lo tanto podría ubicarse incluso mejor que Tatsuya en ese bosque.
-Dígame Sentaro-san, ¿porqué usted es el único que se ha dedicado a investigar los hongos de este bosque?- El resto de la gente probablemente sólo se dedicaba a usar las propiedades de los hongos de manera empírica. -¿No le resulta muy pesado que dependan de usted?- Para casos como este claro.
Mientras avanzaban los sonidos del bosque empezaban a desaparecer de nuevo, poco a poco sólo algunos insectos se dejaban escuchar. Tatsuya estaba alerta, la última vez le había caído una víbora en la cara por andar distraído y no quería repetir una escena igual. Había rastros un poco extraños en el área, logró divisar una especie de mapache muerto pero con los ojos hundidos y manando sangre negra, se le hacía familiar la escena. Efectivamente le recordaba al jabalí y al coso ese raro extraño que se peleó con Kazuma, el disque oso.
"Aunque los Onikin no se hayan extendido parece que algunos animales lo comieron y se enfermaron"
Hasta ahora no habían tenido ningún contratiempo, pero lejos de tranquilizarse por alguna razón se sentía mas nervioso. Podrá sonar a cliché pero se sentía en esa típica situación de la calma antes de la tormenta, aunque él esperaba que sólo fueran paranoias de él. Quería pensar que originalmente Kazuma y él pasaron un mal rato por no conocer bien las rutas y peligros del lugar, y que ahora todo sería tranquilo y diferente. Algunas partes de la maleza tapaban el paso, probablemente ese era el cruce que no lograron divisar antes y los llevaría a la cabaña, estaban cerca.
No estaba tan despejado como los túneles del jabalí pero tampoco había tantos obstáculos como en el resto del bosque, el micólogo utilizaba el machete para apartar de su camino los matorrales y así avanzar con gran facilidad. Era obvio que ese hombre durante mucho tiempo viajó por el bosque para realizar sus investigaciones, y por lo tanto podría ubicarse incluso mejor que Tatsuya en ese bosque.
-Dígame Sentaro-san, ¿porqué usted es el único que se ha dedicado a investigar los hongos de este bosque?- El resto de la gente probablemente sólo se dedicaba a usar las propiedades de los hongos de manera empírica. -¿No le resulta muy pesado que dependan de usted?- Para casos como este claro.
Mientras avanzaban los sonidos del bosque empezaban a desaparecer de nuevo, poco a poco sólo algunos insectos se dejaban escuchar. Tatsuya estaba alerta, la última vez le había caído una víbora en la cara por andar distraído y no quería repetir una escena igual. Había rastros un poco extraños en el área, logró divisar una especie de mapache muerto pero con los ojos hundidos y manando sangre negra, se le hacía familiar la escena. Efectivamente le recordaba al jabalí y al coso ese raro extraño que se peleó con Kazuma, el disque oso.
"Aunque los Onikin no se hayan extendido parece que algunos animales lo comieron y se enfermaron"
Hasta ahora no habían tenido ningún contratiempo, pero lejos de tranquilizarse por alguna razón se sentía mas nervioso. Podrá sonar a cliché pero se sentía en esa típica situación de la calma antes de la tormenta, aunque él esperaba que sólo fueran paranoias de él. Quería pensar que originalmente Kazuma y él pasaron un mal rato por no conocer bien las rutas y peligros del lugar, y que ahora todo sería tranquilo y diferente. Algunas partes de la maleza tapaban el paso, probablemente ese era el cruce que no lograron divisar antes y los llevaría a la cabaña, estaban cerca.