8/05/2016, 17:40
Juro caminó junto a Ritsuko, esta vez con ganas de terminar con todo. Lejos quedaba ya el arrepentimiento. Lejos quedaba ya Takeshi y sus problemas con las lanzas. Lejos quedaba el baño de aquel museo. Y aunque fuese en contra de las leyes físicas, mentalmente lejos quedaba la esquina que acababan de pasar con Ryu.
- Con un poco de suerte se termina todo el dramita este… -
– Tienes razón, quiero alejarme de aquí cuanto antes… – murmuró Juro – De verdad espero que la próxima vez no sea así…
Juro se sorprendió así mismo hablando de una próxima vez. Es decir… ¿Iban a volverse a verse? ¿La kunoichi quería acaso volver a verle? Quizá había supuesto eso muy a la ligera. Quizá solo quería librarse de él y largarse…
- Y… ¿Cómo es tu hermana? -
Lejos de sus extraños pensamientos, Ritsuko le habló, esta vez preguntándole por su hermana. Esto le sobresaltó. Pronto, habían salido a la plaza.
Afortunadamente, Juro tuvo suficiente sentido común para apartarse a uno de los lados de la plaza, antes de que la gente se diese cuenta del problema. Ambos ya podrían ver a lo lejos gente corriendo, probablemente en dirección a la esquina. Quizá el ruido o la bola de fuego les habría alertado.
- Tenemos que darnos prisa… - murmuró Juro – Es una chica joven, alta. Tiene el pelo rubio, y su piel es más morena, no como la mía. Pero tiene mis mismos ojos marrones. Lleva un abrigo marrón.
Juro le indicó seguir por la zona “escondida” de la plaza, para evitar posibles problemas. De momento, en la zona marginal no estaba. Quizás si probaran por el medio, de forma cuidadosa…
- Con un poco de suerte se termina todo el dramita este… -
– Tienes razón, quiero alejarme de aquí cuanto antes… – murmuró Juro – De verdad espero que la próxima vez no sea así…
Juro se sorprendió así mismo hablando de una próxima vez. Es decir… ¿Iban a volverse a verse? ¿La kunoichi quería acaso volver a verle? Quizá había supuesto eso muy a la ligera. Quizá solo quería librarse de él y largarse…
- Y… ¿Cómo es tu hermana? -
Lejos de sus extraños pensamientos, Ritsuko le habló, esta vez preguntándole por su hermana. Esto le sobresaltó. Pronto, habían salido a la plaza.
Afortunadamente, Juro tuvo suficiente sentido común para apartarse a uno de los lados de la plaza, antes de que la gente se diese cuenta del problema. Ambos ya podrían ver a lo lejos gente corriendo, probablemente en dirección a la esquina. Quizá el ruido o la bola de fuego les habría alertado.
- Tenemos que darnos prisa… - murmuró Juro – Es una chica joven, alta. Tiene el pelo rubio, y su piel es más morena, no como la mía. Pero tiene mis mismos ojos marrones. Lleva un abrigo marrón.
Juro le indicó seguir por la zona “escondida” de la plaza, para evitar posibles problemas. De momento, en la zona marginal no estaba. Quizás si probaran por el medio, de forma cuidadosa…