9/05/2016, 02:18
Pese a haber recibido una paliza y haber estado inconsciente por algunos minutos Kuro parecía estar bastante bien, después de todo no cualquiera se queda hablando como si nada y entiende perfectamente todo lo que se le dice. -¿Y tú? ¿Te irás ahora? -Preguntó el "empleado" de la posada luego de responder a las preguntas de la rubia que seguía de cuclillas frente a él.
La idea original justamente era esa, dejarle una vez despertase y olvidarse totalmente de lo que pasó allí pero si ni siquiera se podía poner de pie… —Yo… —Iba a responderle que se quedaría si, pero algo indescriptible ocurrió allí mismo y lamentablemente se quedó paralizada. Como si hubiese caído en un genjutsu o el pánico se adueñase de ella totalmente, no podía ni hablar ni moverse, el tiempo parecía congelado y finalmente se hizo presente… "Algo"...
-¡Kuro-chaaaaaaaaaaaaaaaaan, ya estoy en casa! -Fue la carta de presentación de una mujer que realmente no parecía tener absolutamente nada especial pero que mantenía algo temblorosa a la kunoichi. —Creo que si me iré… —Respondió en un susurro a Kuro en lo que giraba muy lentamente su cabeza en dirección a la puerta al mismo tiempo que se levantaba. ~¿Y Eri...? ~Con un poco de suerte la menor habría escapado en ese mismo instante pero no, tras levantarse pudo verla detrás de ella, no estaba escondiéndose pero no parecía muy dispuesta a moverse.
Sin más Noemi se acercó a Eri y plantó ambas manos sobre los hombros de la pequeña para con suma seriedad decirle. —Vámonos. —¿Por dónde? Pues por la puerta principal obviamente.
—¡Bueno! —Exclamó luego de aquel comentario hacia la peliceleste mientras se volteaba esbozando una alegre sonrisa dedicada a la nueva fémina allí presente. —Nosotras ya hemos terminado todo aquí así que nos vamos. —Agregó al cabo de unos segundos ya dispuesta a desaparecer de aquella escena, si es que la cuarentona se lo permitía y no malinterpretaba la situación claro. ~No sé que tiene pero pelear con ella no parece opción…
La idea original justamente era esa, dejarle una vez despertase y olvidarse totalmente de lo que pasó allí pero si ni siquiera se podía poner de pie… —Yo… —Iba a responderle que se quedaría si, pero algo indescriptible ocurrió allí mismo y lamentablemente se quedó paralizada. Como si hubiese caído en un genjutsu o el pánico se adueñase de ella totalmente, no podía ni hablar ni moverse, el tiempo parecía congelado y finalmente se hizo presente… "Algo"...
-¡Kuro-chaaaaaaaaaaaaaaaaan, ya estoy en casa! -Fue la carta de presentación de una mujer que realmente no parecía tener absolutamente nada especial pero que mantenía algo temblorosa a la kunoichi. —Creo que si me iré… —Respondió en un susurro a Kuro en lo que giraba muy lentamente su cabeza en dirección a la puerta al mismo tiempo que se levantaba. ~¿Y Eri...? ~Con un poco de suerte la menor habría escapado en ese mismo instante pero no, tras levantarse pudo verla detrás de ella, no estaba escondiéndose pero no parecía muy dispuesta a moverse.
Sin más Noemi se acercó a Eri y plantó ambas manos sobre los hombros de la pequeña para con suma seriedad decirle. —Vámonos. —¿Por dónde? Pues por la puerta principal obviamente.
—¡Bueno! —Exclamó luego de aquel comentario hacia la peliceleste mientras se volteaba esbozando una alegre sonrisa dedicada a la nueva fémina allí presente. —Nosotras ya hemos terminado todo aquí así que nos vamos. —Agregó al cabo de unos segundos ya dispuesta a desaparecer de aquella escena, si es que la cuarentona se lo permitía y no malinterpretaba la situación claro. ~No sé que tiene pero pelear con ella no parece opción…