12/05/2016, 03:19
Tatsuya notó el cambio de actitud de Mitsuki, sus palabras sonaban severas y quizás un poco frías pero no podía culparla, el también se sentía frustrado ante la historia que había contado la sacerdotisa. No sólo era el hecho de que resultaba inverosímil sino que además demostraba que la gente del pueblo eran tan aferrados a sus supersticiones que resultaban hasta peligrosos. En aquel lugar se había cometido una injusticia y nadie había hecho nada, por un momento llegó a pensar que el castigo del supuesto youkai lo tenían merecido, pero tras reflexionar un momento pensó que era una locura.
-Lo que hizo la gente de este pueblo fue una atrocidad- Se levantó de pronto del sillón con violencia mirando con rudeza a la sacerdotisa. -¿Acaso nadie hizo nada por juzgar a los culpables?- Exigió saber.
-Nakisakebi está perdido en el olvido, nadie del exterior supo esto, yo no me encontraba en el pueblo cuando eso sucedió- Respondió agresivamente. -Todos en la aldea guardaron silencio convirtiéndose en complices del asesinato, y ahora tras veinte años ya nadie se va a preocupar por el crimen de aquel entonces- Afirmó.
-¿Esta consciente de lo que está diciendo?- Le recriminó. -¡Mataron a una niña por culpa de la ignorancia y de seguro habrían intentado hacer lo mismo con nosotros si nos hubieran atrapado!- Gritó mientras señalaba con su mano derecha a Mitsuki y se tocaba el pecho a él mismo con la izquierda.
-¿Serás tú el juez y verdugo que condene a las personas de este pueblo?- Tatsuya palideció ante esas palabras. -En este lugar sin ley no hay quién los castigue, es por eso que el youkai los ha maldecido- Dijo mientras les daba la espalda a los shinobis -Es probable que la tormenta dure hasta la noche, ya lo habíamos previsto y preparamos las habitaciones de esta vieja posada, ustedes decidiran que hacer... Remató para luego irse así sin más.
Tatsuya negó con la cabeza ante la inútil discusión que tuvo con la sacerdotisa, se dejó caer en el sillón mientras un sentimiento de impotencia se apoderaba de su ser. Cubrióse entonces los ojos con la mano mientras respiraba profundo, aunque la ira le hacia agitarse al hacerlo. Sólo quedaba una cosa por hacer, y eso era recurrir a la costumbre... Se llevó la mano al cinturon y tomo la katana para desenvainarla, sacó un viejo pañuelo y con delicadeza acarició el filo de la espada. Aquella actitud podría parecer rara pero para él era un ritual imprescindible en estos casos.
-Mitsuki... chan...- Pronunció con tono triste. -Estoy confundido...- Añadió...
Estaba tan afligido que se había olvidado por completo de su padre, era hasta ese momento que se recordó que no lo había encontrado en el pueblo cómo habían acordado. "¿Dónde estará mi padre?... ¿Qué haría mi padre?..." Añoraba el consejo del veterano jounin... Aún le costaba creer que un youkai o lo que fuera se estaba llevando a los niños para ahogarlos, no podía aceptar la existencia de seres así, para él no eran más que leyendas. Podía tener fé en el Árbol Sagrado o en cualquier otra deidad, pero no podia aceptar la existencia de seres oscuros, quizás por el miedo a algo que esté más allá de sus de su alcance.
-Tenemos que tomar una decisión- Afirmó mientras enfundaba la espada. -No me agrada la forma en la que habla la anciana, pero una cosa es segura... Los niños no tienen que pagar por el asesinato que se cometió...- Sentenció.
-Lo que hizo la gente de este pueblo fue una atrocidad- Se levantó de pronto del sillón con violencia mirando con rudeza a la sacerdotisa. -¿Acaso nadie hizo nada por juzgar a los culpables?- Exigió saber.
-Nakisakebi está perdido en el olvido, nadie del exterior supo esto, yo no me encontraba en el pueblo cuando eso sucedió- Respondió agresivamente. -Todos en la aldea guardaron silencio convirtiéndose en complices del asesinato, y ahora tras veinte años ya nadie se va a preocupar por el crimen de aquel entonces- Afirmó.
-¿Esta consciente de lo que está diciendo?- Le recriminó. -¡Mataron a una niña por culpa de la ignorancia y de seguro habrían intentado hacer lo mismo con nosotros si nos hubieran atrapado!- Gritó mientras señalaba con su mano derecha a Mitsuki y se tocaba el pecho a él mismo con la izquierda.
-¿Serás tú el juez y verdugo que condene a las personas de este pueblo?- Tatsuya palideció ante esas palabras. -En este lugar sin ley no hay quién los castigue, es por eso que el youkai los ha maldecido- Dijo mientras les daba la espalda a los shinobis -Es probable que la tormenta dure hasta la noche, ya lo habíamos previsto y preparamos las habitaciones de esta vieja posada, ustedes decidiran que hacer... Remató para luego irse así sin más.
Tatsuya negó con la cabeza ante la inútil discusión que tuvo con la sacerdotisa, se dejó caer en el sillón mientras un sentimiento de impotencia se apoderaba de su ser. Cubrióse entonces los ojos con la mano mientras respiraba profundo, aunque la ira le hacia agitarse al hacerlo. Sólo quedaba una cosa por hacer, y eso era recurrir a la costumbre... Se llevó la mano al cinturon y tomo la katana para desenvainarla, sacó un viejo pañuelo y con delicadeza acarició el filo de la espada. Aquella actitud podría parecer rara pero para él era un ritual imprescindible en estos casos.
-Mitsuki... chan...- Pronunció con tono triste. -Estoy confundido...- Añadió...
Estaba tan afligido que se había olvidado por completo de su padre, era hasta ese momento que se recordó que no lo había encontrado en el pueblo cómo habían acordado. "¿Dónde estará mi padre?... ¿Qué haría mi padre?..." Añoraba el consejo del veterano jounin... Aún le costaba creer que un youkai o lo que fuera se estaba llevando a los niños para ahogarlos, no podía aceptar la existencia de seres así, para él no eran más que leyendas. Podía tener fé en el Árbol Sagrado o en cualquier otra deidad, pero no podia aceptar la existencia de seres oscuros, quizás por el miedo a algo que esté más allá de sus de su alcance.
-Tenemos que tomar una decisión- Afirmó mientras enfundaba la espada. -No me agrada la forma en la que habla la anciana, pero una cosa es segura... Los niños no tienen que pagar por el asesinato que se cometió...- Sentenció.