17/05/2015, 13:37
Aparté la mano ipsofacto nada más vi que iba a darme un pellizco con aquellos afilados dientes.
-¡Joder! ¿Qué haces? No tiene gracia..-
*Quieres jugar ¿Eh? Está bien*
Me senté finalmente antes de lanzar todas aquellas preguntas, realmente muerto de curiosidad por saber de la naturaleza de aquellas cosas. Por mucho que se entestase en decirlo, aquello no se heredaba de unos padres, no... Era demasiado extraño y peculiar. Allí seguía, sonriente mientras me acomodaba y trataba e buscar alguna forma con la que devolverle la jugarreta. Pero hasta el momento no había encontrado nada, así que esperaría paciente a por mi oportunidad.
-¡Oh venga! Si no me lo quieres decir no me lo digas, pero esas cosas no son normales. Aunque no eres el único que tiene cosas únicas y chulas ¿Sabes?-
Si se trataba de fanfarronear, Yoshimitsu no era el único que sabía hacerlo. Había tenido un maestro en aquel arte envidiable, único en su especie y con una maestría a la que pocos podían llegar. Desde aquel momento supe que mi interlocutor lo que buscaba era jugar, pasar un rato divertido y ver quién era el mejor de ambos, así que no iba a quedarme en la zaga, podía estar bien bien quién podía llegar más lejos. No iba a ponérselo fácil.
El muchacho llamó la atención de la camarera que no tardó en venir. Con aquella dulce voz nos atendió enseguida y pude ver como los ojos del pelirrojo la miraban con lujuria y deseo. No pude esbozar una sonrisa más amplia.
-Un zumo de frambuesa estaría bien- respondí ante la pregunta de la muchacha.
Asintió y se fue de la mesa en busca de lo que le había pedido. Me crucé de brazos y devolví mi mirada al extranjero.
-¿Le vas a decir algo, o qué?-
*Podría hacerlo yo por ti..*
-¡Joder! ¿Qué haces? No tiene gracia..-
*Quieres jugar ¿Eh? Está bien*
Me senté finalmente antes de lanzar todas aquellas preguntas, realmente muerto de curiosidad por saber de la naturaleza de aquellas cosas. Por mucho que se entestase en decirlo, aquello no se heredaba de unos padres, no... Era demasiado extraño y peculiar. Allí seguía, sonriente mientras me acomodaba y trataba e buscar alguna forma con la que devolverle la jugarreta. Pero hasta el momento no había encontrado nada, así que esperaría paciente a por mi oportunidad.
-¡Oh venga! Si no me lo quieres decir no me lo digas, pero esas cosas no son normales. Aunque no eres el único que tiene cosas únicas y chulas ¿Sabes?-
Si se trataba de fanfarronear, Yoshimitsu no era el único que sabía hacerlo. Había tenido un maestro en aquel arte envidiable, único en su especie y con una maestría a la que pocos podían llegar. Desde aquel momento supe que mi interlocutor lo que buscaba era jugar, pasar un rato divertido y ver quién era el mejor de ambos, así que no iba a quedarme en la zaga, podía estar bien bien quién podía llegar más lejos. No iba a ponérselo fácil.
El muchacho llamó la atención de la camarera que no tardó en venir. Con aquella dulce voz nos atendió enseguida y pude ver como los ojos del pelirrojo la miraban con lujuria y deseo. No pude esbozar una sonrisa más amplia.
-Un zumo de frambuesa estaría bien- respondí ante la pregunta de la muchacha.
Asintió y se fue de la mesa en busca de lo que le había pedido. Me crucé de brazos y devolví mi mirada al extranjero.
-¿Le vas a decir algo, o qué?-
*Podría hacerlo yo por ti..*
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa