22/05/2016, 02:11
El asustadizo panda tembló un poco al ver al chico del moño acercarse, por muy dulce que tratase de sonar seguía siendo un extraño ante el perdido animal. La temerosa bolita de pelos retrocedió unos cuantos pasos y cuando el muchacho levantó la mano el osezno lo interpretó como una amenza; Era probable que siendo un bebé no hubiera tenido más trato que con sus cuidadores, inmediamente el animal se volteó echándose a correr de vuelta al bosque.
Tatsuya en un inicio al ver la escena se había intentado levantar lo más rápido posible, sentía el cuerpo algo pesado por el esfuerzo repentino y se dió el lujo de estirar piernas y brazos un poco. Pero en menos de un parpadeo se percató que el panda miniatura intentaba fugarse de nuevo. El espadachín emprendió entonces carrera para impedir que se escapase, no queria que la oportunidad se le fuese de las manos.
—¡Niño no lo dejes ir!— Le gritó mientras se acercaba.
A pesar de su pequeño tamaño el osito era rápido, y podría dar una buena carrera. A Tatsuya no le cabía en la cabeza como al muchachito no se le ocurrió agarrarlo antes "Bueno que iba a saber él de todas formas, es mi trabajo no el suyo." Más que correr decidió saltar para acortar distancias, que luego no quería tener que buscarlo en el bosque.
"Esto va a ser más difícil de lo que creí"
En esta ocasión no tenía pretexto para quejarse, no era una de esas situaciones en las que se veia involucrado por accidente. Esta vez el había solicitado la misión y debía cunplirla. Curiosamente después de que se habia alejado ya de la entrada un hombre anciano y calvo vestido de monje se habia asomado desde el interior del pueblo. Le gritó algo a los jóvenes pero por la distancia y su de por sí ronca voz seria imposible entender que había dicho exactamente.
Tatsuya en un inicio al ver la escena se había intentado levantar lo más rápido posible, sentía el cuerpo algo pesado por el esfuerzo repentino y se dió el lujo de estirar piernas y brazos un poco. Pero en menos de un parpadeo se percató que el panda miniatura intentaba fugarse de nuevo. El espadachín emprendió entonces carrera para impedir que se escapase, no queria que la oportunidad se le fuese de las manos.
—¡Niño no lo dejes ir!— Le gritó mientras se acercaba.
A pesar de su pequeño tamaño el osito era rápido, y podría dar una buena carrera. A Tatsuya no le cabía en la cabeza como al muchachito no se le ocurrió agarrarlo antes "Bueno que iba a saber él de todas formas, es mi trabajo no el suyo." Más que correr decidió saltar para acortar distancias, que luego no quería tener que buscarlo en el bosque.
"Esto va a ser más difícil de lo que creí"
En esta ocasión no tenía pretexto para quejarse, no era una de esas situaciones en las que se veia involucrado por accidente. Esta vez el había solicitado la misión y debía cunplirla. Curiosamente después de que se habia alejado ya de la entrada un hombre anciano y calvo vestido de monje se habia asomado desde el interior del pueblo. Le gritó algo a los jóvenes pero por la distancia y su de por sí ronca voz seria imposible entender que había dicho exactamente.