23/05/2016, 16:46
Un grito contagiado por el pánico atravesó los bambús y llegó hasta los oídos de Datsue, que se dio la vuelta y corrió en su dirección. Segundos después, un segundo sonido se oyó a poca distancia, como si alguien o algo acabase de caer desde una altura considerable. Corrigió su rumbo y no tardó en ver lo que había estado buscando.
—¿¡DATSUE!?— gritó el chico, confirmando sus sospechas de que se trataba de Tatsuya. Estaba tirado en el suelo, peleando con el osezno para que no se escapase.
El enfado de Datsue fue en aumento. ¿Qué hacía empleando la violencia contra el oso panda? ¿Es que quería arruinar la misión después de haberle obligado a ir hasta allí?
—¡Suéltalo! —gritó, fuera de sí, pero todavía oculto entre los bambús—. ¿No ves que vas a joder la misión?
La única manera de conseguir que venga por las buenas ahora es… Sí, no queda más remedio que hacerlo.
Perro, jabalí, carnero.
Tatsuya pudo ver una nubecilla de humo blanco entre los bambús y, segundos después, un gran oso panda surgiendo de entre las ramas. Medía casi un metro de alto, con pelaje blanco en la cara, el vientre y el lomo, que contrastaba con el pelo negro que presentaba en los hombros, las orejas, la nariz, alrededor de los ojos y las patas. Sin embargo, alguien que conociese bien a los osos panda en seguida se daría cuenta del engaño. Las pupilas eran redondas, en lugar de afiladas y dilatadas como las de un gato. Sus patas tenían cinco dedos en lugar de seis, y, seguramente, las proporciones de su cuerpo tampoco eran las correctas.
El oso emitió un gruñido parecido al emitido por el osezno la primera vez que había visto al Uchiha, como llamándole. Vamos, pequeño. Ven con papá...
—¿¡DATSUE!?— gritó el chico, confirmando sus sospechas de que se trataba de Tatsuya. Estaba tirado en el suelo, peleando con el osezno para que no se escapase.
El enfado de Datsue fue en aumento. ¿Qué hacía empleando la violencia contra el oso panda? ¿Es que quería arruinar la misión después de haberle obligado a ir hasta allí?
—¡Suéltalo! —gritó, fuera de sí, pero todavía oculto entre los bambús—. ¿No ves que vas a joder la misión?
La única manera de conseguir que venga por las buenas ahora es… Sí, no queda más remedio que hacerlo.
Perro, jabalí, carnero.
Tatsuya pudo ver una nubecilla de humo blanco entre los bambús y, segundos después, un gran oso panda surgiendo de entre las ramas. Medía casi un metro de alto, con pelaje blanco en la cara, el vientre y el lomo, que contrastaba con el pelo negro que presentaba en los hombros, las orejas, la nariz, alrededor de los ojos y las patas. Sin embargo, alguien que conociese bien a los osos panda en seguida se daría cuenta del engaño. Las pupilas eran redondas, en lugar de afiladas y dilatadas como las de un gato. Sus patas tenían cinco dedos en lugar de seis, y, seguramente, las proporciones de su cuerpo tampoco eran las correctas.
El oso emitió un gruñido parecido al emitido por el osezno la primera vez que había visto al Uchiha, como llamándole. Vamos, pequeño. Ven con papá...
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado