23/05/2016, 21:01
—¡Auch! —exclamó Datsue, entre una nube de humo que se formó al deshacerse el Henge. Aquel súbito golpe le había hecho perder la concentración y, por descontado, había hecho huir al osezno.
—Te dije que me escucharas —Aquella voz sonó como una puñalada en su espalda.
No me lo puedo creer… ¡No me lo puedo creer!
—Quiero saber porque demonios me tratas así, yo no te he hecho nada— Dijo mientras cruzaba los brazos. —Si crees que voy a arruinar la misión pues anda, ve tú ahora por el panda, yo con mucho gusto te ayudo.
Datsue le miraba con los ojos de un perro rabioso, como si le costase no abalanzarse sobre él.
—Tú… —dijo, en tono acusador—. Me has arrastrado hasta aquí por tu maldita misión… Y ahora… —añadió, señalando también el camino por el que había huido el osezno—. ¡Y ahora vas y haces que escape! ¿¡De qué vas!? ¿¡Es que no respetas nada en esta vida!?
Quizá estuviese exagerando. Quizá estuviese montando un berrinche de niño pequeño. Quizá, el fracaso estrepitoso en Shinogi-to y el encuentro con su nada deseado padre biológico le hacían comportarse así, vertiendo toda aquella rabia acumulada en el chico que acababa de conocer. Pero Datsue estaba demasiado enfadado como para siquiera pensar en ello. Ahora sólo quería desahogarse.
—Te diré algo. Ya que me has obligado a venir hasta aquí, voy a resolver la misión. Y como al parecer tenemos que hacerlo en pareja, la única forma de hacer esto es…
»Que uno de los dos sea el capitán.
Tal y como habían empezado las cosas, la cooperación y el dialogo no parecía una opción. No, la única forma posible de arreglar aquello era que uno de los dos obedeciese las órdenes del otro. El Uchiha, por supuesto, no iba a hacerlo. Y no creía que el joven de ojos dispares fuese a ceder. Por tanto, sólo quedaba una manera de resolver las cosas, como en toda sociedad civilizada que se preciase:
—¡Te reto a un duelo! —gritó, señalándole con un dedo—. Y quien gane, se convertirá automáticamente en el capitán. ¿Aceptas? ¿O tan sólo estoy ante un cobarde? —añadió. Eso de llamar cobarde a alguien solía funcionar, pese a que para él no representase ningún tipo de insulto. Después de todo, sólo los cobardes sobrevivían.
—Te dije que me escucharas —Aquella voz sonó como una puñalada en su espalda.
No me lo puedo creer… ¡No me lo puedo creer!
—Quiero saber porque demonios me tratas así, yo no te he hecho nada— Dijo mientras cruzaba los brazos. —Si crees que voy a arruinar la misión pues anda, ve tú ahora por el panda, yo con mucho gusto te ayudo.
Datsue le miraba con los ojos de un perro rabioso, como si le costase no abalanzarse sobre él.
—Tú… —dijo, en tono acusador—. Me has arrastrado hasta aquí por tu maldita misión… Y ahora… —añadió, señalando también el camino por el que había huido el osezno—. ¡Y ahora vas y haces que escape! ¿¡De qué vas!? ¿¡Es que no respetas nada en esta vida!?
Quizá estuviese exagerando. Quizá estuviese montando un berrinche de niño pequeño. Quizá, el fracaso estrepitoso en Shinogi-to y el encuentro con su nada deseado padre biológico le hacían comportarse así, vertiendo toda aquella rabia acumulada en el chico que acababa de conocer. Pero Datsue estaba demasiado enfadado como para siquiera pensar en ello. Ahora sólo quería desahogarse.
—Te diré algo. Ya que me has obligado a venir hasta aquí, voy a resolver la misión. Y como al parecer tenemos que hacerlo en pareja, la única forma de hacer esto es…
»Que uno de los dos sea el capitán.
Tal y como habían empezado las cosas, la cooperación y el dialogo no parecía una opción. No, la única forma posible de arreglar aquello era que uno de los dos obedeciese las órdenes del otro. El Uchiha, por supuesto, no iba a hacerlo. Y no creía que el joven de ojos dispares fuese a ceder. Por tanto, sólo quedaba una manera de resolver las cosas, como en toda sociedad civilizada que se preciase:
—¡Te reto a un duelo! —gritó, señalándole con un dedo—. Y quien gane, se convertirá automáticamente en el capitán. ¿Aceptas? ¿O tan sólo estoy ante un cobarde? —añadió. Eso de llamar cobarde a alguien solía funcionar, pese a que para él no representase ningún tipo de insulto. Después de todo, sólo los cobardes sobrevivían.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado