25/05/2016, 10:11
Eri observó cada gesto y expresión que la rubia hacía, y suspiró, ¡no podían hacer que se quedase en contra de su voluntad! Además, era libre de hacer lo que quisiese, por lo cual, tomó a Kuro de la mano con gesto dulce, y habló. — Kuro-san, creo que lo mejor sería irnos de verdad, pero no te preocupes, dile a tu madre que volveré para tomarme ese batido. — comunicó con una sonrisa en el rostro. —Ahora bien, no creo que sea buena idea irnos por la puerta... Donde ella nos pueda ver, así que podríamos salir por la ventana rota... ¿Me sigues? — soltó la mano del chico y se acercó a Noemi esta vez. —Venga, Noemi-oneesan, ¡nos vamos! — Parecía la opción más sensata incluso de lejos, además, sin la presencia de la mujer era más fácil pensar.
Kuro, por otra parte, había puesto un puchero de gesto en su rostro, pero al notar la ausencia de la rubia suspiró. —Está bien, yo os cubriré de ella, espero que no me caiga una buena por vuestra culpa... ¡O lo pagaréis caro, y no con batidos precisamente! — Y antes de marcharse, se viró y guiñó un ojo a ambas chicas. — Espero volver a veros, ha sido un placer, ¡daré recuerdos al abuelo de vuestra parte! — Salió por la puerta con algo parecido a un ''¡Mamá, no encuentro las pajitas!'', dejando a ambas kunoichis solas, por primera vez en mucho tiempo.
Cuando estaban inconscientes no contaba.
Eri se acercó a Noemi y señaló la ventana rota. —¡Vamos, onee-san! Pero asegúrate de no dejarte nada, no creo que podamos entrar de nuevo después... Además, deberíamos ir a los dojos pronto, no creo que Nabi se esté encargando de Mike en mi ausencia...— Recordó mientras entornaba los ojos, a la espera de la contestación de la mayor.
Kuro, por otra parte, había puesto un puchero de gesto en su rostro, pero al notar la ausencia de la rubia suspiró. —Está bien, yo os cubriré de ella, espero que no me caiga una buena por vuestra culpa... ¡O lo pagaréis caro, y no con batidos precisamente! — Y antes de marcharse, se viró y guiñó un ojo a ambas chicas. — Espero volver a veros, ha sido un placer, ¡daré recuerdos al abuelo de vuestra parte! — Salió por la puerta con algo parecido a un ''¡Mamá, no encuentro las pajitas!'', dejando a ambas kunoichis solas, por primera vez en mucho tiempo.
Cuando estaban inconscientes no contaba.
Eri se acercó a Noemi y señaló la ventana rota. —¡Vamos, onee-san! Pero asegúrate de no dejarte nada, no creo que podamos entrar de nuevo después... Además, deberíamos ir a los dojos pronto, no creo que Nabi se esté encargando de Mike en mi ausencia...— Recordó mientras entornaba los ojos, a la espera de la contestación de la mayor.