27/05/2016, 03:05
—Sí, gracias por preocuparte—
"¡En verdad le importo!"
Quizás la pregunta de la Hyuga era de lo más genérico, pero el enamorado shinobi quería imaginar que la kunoichi realmente estaba interesada en él, bueno, no había nadie ahí para hacerlo bajar de su nube, así que estaría soñando durante un buen rato. La genin de Uzushio se incorporó y se empezó a adentrar en el bosque, el Takanashi inmediatamente se levantó para seguirla. En casos normales sería bueno para orientarse, sin embargo ellos no tenían ni idea de donde tendría el youkai a la niña, así que de nada serviría saber donde estaban si no sabían a donde ir.
Era un sitio húmedo y muy oscuro, una extraña bruma se encontraba en el ambiente, haciendo más tétricas las ya de por sí retorcidas figuras de los árboles. Caminarían normal, pero todo el tiempo sentirian como si una presencia los acechace con cada paso que dieran.
En determinado momento, las campanas repicarían de nuevo y el llanto de la niña se escucharía una vez más. Pero poco podían hacer al respecto.
—Ahrg— No encontró palabras que decir, se sentía abrumado. —¿Esto de verdad está pasando?— Quería creer que estaba loco.
Al seguir caminando la bruma se dispersaría y el llanto junto a las campanas cesarían mientras el paisaje se mostraría un poco distinto. Los árboles lucían más normales, ya no estaba tan oscuro. Parecía un bosque común y corriente, de no ser porque ahora las ramas formaban una especie de túnel, donde lo único que se veía al fondo era un negro intenso. Aquel pasadizo parecía invitarlos, pero Tatsuya desconfiaba un poco.
—Esto, Mitsuki-chan, debo hablar contigo— Estaban en un momento crucial, pero el Takanashi no se lo podía guardar más tiempo. —¿Recuerdas lo que dijo la sacerdotisa cuando les estábamos explicando nuestra situación?—
—¿Cómo sabía ella que veníamos del lago si nunca nos la cruzamos en el camino?—
"¡En verdad le importo!"
Quizás la pregunta de la Hyuga era de lo más genérico, pero el enamorado shinobi quería imaginar que la kunoichi realmente estaba interesada en él, bueno, no había nadie ahí para hacerlo bajar de su nube, así que estaría soñando durante un buen rato. La genin de Uzushio se incorporó y se empezó a adentrar en el bosque, el Takanashi inmediatamente se levantó para seguirla. En casos normales sería bueno para orientarse, sin embargo ellos no tenían ni idea de donde tendría el youkai a la niña, así que de nada serviría saber donde estaban si no sabían a donde ir.
Era un sitio húmedo y muy oscuro, una extraña bruma se encontraba en el ambiente, haciendo más tétricas las ya de por sí retorcidas figuras de los árboles. Caminarían normal, pero todo el tiempo sentirian como si una presencia los acechace con cada paso que dieran.
En determinado momento, las campanas repicarían de nuevo y el llanto de la niña se escucharía una vez más. Pero poco podían hacer al respecto.
—Ahrg— No encontró palabras que decir, se sentía abrumado. —¿Esto de verdad está pasando?— Quería creer que estaba loco.
Al seguir caminando la bruma se dispersaría y el llanto junto a las campanas cesarían mientras el paisaje se mostraría un poco distinto. Los árboles lucían más normales, ya no estaba tan oscuro. Parecía un bosque común y corriente, de no ser porque ahora las ramas formaban una especie de túnel, donde lo único que se veía al fondo era un negro intenso. Aquel pasadizo parecía invitarlos, pero Tatsuya desconfiaba un poco.
—Esto, Mitsuki-chan, debo hablar contigo— Estaban en un momento crucial, pero el Takanashi no se lo podía guardar más tiempo. —¿Recuerdas lo que dijo la sacerdotisa cuando les estábamos explicando nuestra situación?—
De hecho, casi nunca viene nadie a este lugar, porque creen que este pueblo está maldito al igual que el lago de donde vinieron ustedes
—¿Cómo sabía ella que veníamos del lago si nunca nos la cruzamos en el camino?—