27/05/2016, 13:09
Tras confirmar que su compañero se encontraba bien, la de Uzu comenzó a adentrarse en territorio desconocido. No tenía muy claro hacia donde dirigirse, ni siquiera que era lo que buscaban pero tampoco tenían mucho tiempo para pensar. Si no se daban prisa, la chiquilla secuestrada aparecería ahogada como tantas veces había sucedido anteriormente y todo habría sido en vano.
Poco a poco, fueron internándose en el bosque. Todo estaba en casi completa oscuridad, resultaba muy complicado avanzar por el lugar. Mitsuki había optado por utilizar los árboles como guía, apoyaba su mano derecha sobre la corteza del tronco para evitar perder el camino.
Si por las dificultades fuesen pocas, tenía la sensación de que alguien no les había quitado ojo desde que comenzaron a cruzar el lago. No sabía muy bien como explicarlo, pero era una de esas sensaciones que te erizaba la piel.
De repente, los cascabeles y el llanto volvieron a irrumpir en mitad del silencio.
Tatsuya no pudo evitar mostrar su desencanto ante aquel regreso, la joven Hyuga lo comprendía perfectamente. A ella tampoco le hacía ilusión que aquellos sonidos volviesen a acompañarlos... aunque la joven quiso interpretarlos como una manera de advertirles de que estaban cerca y que era mejor alejarse. Si eso era así, la niña no debía andar muy lejos.
Tras unos minutos, el paisaje volvió a cambiar un poco. La bruma que les había acompañado todo el camino parecía haberse disipado y la luz de la Luna atravesaba tímidamente las copas de los árboles mintiéndoles ver lo que parecía un bosque normal si lo comparabas con lo anterior. Frente a ellos se disponía un túnel formado por ramas y arbustos, cuyo final les permanecía oculto por la oscuridad.
Mitsuki no pudo evitar dejar que su mirada se perdiese en aquel túnel, se frotó el antebrazo izquierdo con su mano derecha tratando de encontrar valor para dar el siguiente paso. Algo le decía que debían de adentrarse en aquel lugar, que fuese lo que fuese lo que estaban persiguiendo debía de aguardar allí. Tragó saliva y se dispuso a avanzar, cuando la voz de su compañero la hizo voltearse hacia él.
El de Taki le planteó una cuestión bastante extraña, la de Uzushio no lo había pensado hasta aquel momento pero tampoco tardó demasiado en dar una posible respuesta
—Quizás sea la forma más fácil de llegar al pueblo y como estábamos perdidos dedujo que veníamos de allí... ¿no?— respondió lo primero que se le vino a la cabeza, aunque justo empezaba a entender que era lo que el chico parecía querer insinuar —¿No insinuarás que la anciana tiene algo que ver en esto...?— claro que lo estaba insinuando y si el chico tenía razón, quizás estaban ante una trampa.
Mitsuki no pudo evitar repasar los alrededores con la mirada, ante aquella posibilidad que se desveladaba en aquel preciso momento como probable
Poco a poco, fueron internándose en el bosque. Todo estaba en casi completa oscuridad, resultaba muy complicado avanzar por el lugar. Mitsuki había optado por utilizar los árboles como guía, apoyaba su mano derecha sobre la corteza del tronco para evitar perder el camino.
Si por las dificultades fuesen pocas, tenía la sensación de que alguien no les había quitado ojo desde que comenzaron a cruzar el lago. No sabía muy bien como explicarlo, pero era una de esas sensaciones que te erizaba la piel.
De repente, los cascabeles y el llanto volvieron a irrumpir en mitad del silencio.
Tatsuya no pudo evitar mostrar su desencanto ante aquel regreso, la joven Hyuga lo comprendía perfectamente. A ella tampoco le hacía ilusión que aquellos sonidos volviesen a acompañarlos... aunque la joven quiso interpretarlos como una manera de advertirles de que estaban cerca y que era mejor alejarse. Si eso era así, la niña no debía andar muy lejos.
Tras unos minutos, el paisaje volvió a cambiar un poco. La bruma que les había acompañado todo el camino parecía haberse disipado y la luz de la Luna atravesaba tímidamente las copas de los árboles mintiéndoles ver lo que parecía un bosque normal si lo comparabas con lo anterior. Frente a ellos se disponía un túnel formado por ramas y arbustos, cuyo final les permanecía oculto por la oscuridad.
Mitsuki no pudo evitar dejar que su mirada se perdiese en aquel túnel, se frotó el antebrazo izquierdo con su mano derecha tratando de encontrar valor para dar el siguiente paso. Algo le decía que debían de adentrarse en aquel lugar, que fuese lo que fuese lo que estaban persiguiendo debía de aguardar allí. Tragó saliva y se dispuso a avanzar, cuando la voz de su compañero la hizo voltearse hacia él.
El de Taki le planteó una cuestión bastante extraña, la de Uzushio no lo había pensado hasta aquel momento pero tampoco tardó demasiado en dar una posible respuesta
—Quizás sea la forma más fácil de llegar al pueblo y como estábamos perdidos dedujo que veníamos de allí... ¿no?— respondió lo primero que se le vino a la cabeza, aunque justo empezaba a entender que era lo que el chico parecía querer insinuar —¿No insinuarás que la anciana tiene algo que ver en esto...?— claro que lo estaba insinuando y si el chico tenía razón, quizás estaban ante una trampa.
Mitsuki no pudo evitar repasar los alrededores con la mirada, ante aquella posibilidad que se desveladaba en aquel preciso momento como probable