28/05/2016, 02:18
Pero la muñeca no respondió, seguía ahí quieta, sin vida. Tatsuya se acercó con timidez ante la repentina muestra de carácter que mostró la genin de Uzushio. Tomó su ninjato y lo acercó a la muñeca para tocarla como quién evita tener contacto con la basura, pero seguía sin reaccionar. Ante ello el espadachín decidió acercarse y agacharse para ver de cerca a la muñeca, tocando sus ropas y buscando alguna anormalidad.
—No está mojada, a llovido pero la muñeca está seca— Le intrigaba bastante aquello.
Entonces una idea cruzó por su mente, una de cual se arrepentiría por el resto de sus días. Acercó su mano a la máscara de zorro, sujetándola con los dedos índice y pulgar. Tragó un poco de saliva debido al nerviosismo, no sabía si hacerlo rápido o irla desenmascarando poco a poco. Al final, se armó de valor y arrebató la máscara de la muñeca, sólo para luego mostrar una cara de estupefacción al ver que su cabeza era un cráneo humano de verdad, de ahí que las proporciones no cuadraran. Tatsuya se fue hacía atrás y se arrastró un poco para alejarse de aquel terrible descubrimiento.
—Todo esto está terriblemente mal— Dijo mientras negaba con la cabeza.
Pronto el crujir de la madera no se hizo esperar, a igual que antes los árboles del túnel se agitaron y el Takanashi volteó a ver rápidamente al pasaje. Pero esta vez verían en su interior a una niña, vestida con el mismo kimono y con la misma máscara de zorro. Serían sólo un par de segundos, pues al tercero la niña desapareció, como si nunca hubiera estado ahí. El de cabellos negros se quedó completamente helado, y pronto su cabeza volteó lentamente, como si su cuello fuese una pieza sin aceitar, hacia la parte de arriba del roble, donde pudo ver y escuchar a la niña con máscara de zorro.
La niña cantaba mientras saltaba entre las ramas, y al final de su canción se echó a brincar y escapar entre las ramas. El Takanashi se volteó quedando hincado frente al árbol, con la cara pálida y el cuerpo entumecido.
—¿Qué-qué fue eso?— Preguntó, aunque no quería escuchar la respuesta.
—No está mojada, a llovido pero la muñeca está seca— Le intrigaba bastante aquello.
Entonces una idea cruzó por su mente, una de cual se arrepentiría por el resto de sus días. Acercó su mano a la máscara de zorro, sujetándola con los dedos índice y pulgar. Tragó un poco de saliva debido al nerviosismo, no sabía si hacerlo rápido o irla desenmascarando poco a poco. Al final, se armó de valor y arrebató la máscara de la muñeca, sólo para luego mostrar una cara de estupefacción al ver que su cabeza era un cráneo humano de verdad, de ahí que las proporciones no cuadraran. Tatsuya se fue hacía atrás y se arrastró un poco para alejarse de aquel terrible descubrimiento.
—Todo esto está terriblemente mal— Dijo mientras negaba con la cabeza.
Pronto el crujir de la madera no se hizo esperar, a igual que antes los árboles del túnel se agitaron y el Takanashi volteó a ver rápidamente al pasaje. Pero esta vez verían en su interior a una niña, vestida con el mismo kimono y con la misma máscara de zorro. Serían sólo un par de segundos, pues al tercero la niña desapareció, como si nunca hubiera estado ahí. El de cabellos negros se quedó completamente helado, y pronto su cabeza volteó lentamente, como si su cuello fuese una pieza sin aceitar, hacia la parte de arriba del roble, donde pudo ver y escuchar a la niña con máscara de zorro.
Setta chara chara uonotana
Rokujo hichou tourisugi
Ha chou koroeba touji michi
Kujou ouji de todomesasu
Rokujo hichou tourisugi
Ha chou koroeba touji michi
Kujou ouji de todomesasu
La niña cantaba mientras saltaba entre las ramas, y al final de su canción se echó a brincar y escapar entre las ramas. El Takanashi se volteó quedando hincado frente al árbol, con la cara pálida y el cuerpo entumecido.
—¿Qué-qué fue eso?— Preguntó, aunque no quería escuchar la respuesta.