28/05/2016, 04:06
Mitsuki respondió aquella incógnita que él deseaba que fuese mentira, sí, aquello retenía a la niña y probablemente tendrían que enfrentarse a ese supuesto espectro. La peliblanca súplico a lo alto que dejase ir a la víctima inocente, y su respuesta, cómo en todo y cada uno de los momentos que habían vivido ahí fueron las malditas campanas de viento, pero esta vez no estaban acompañadas del llanto, era algo diferente.
—Está cerca— A pesar de lo obvio que sonaba, tenía un significado bastante profundo. —Sigámosla— Le hubiera gustado estar tan seguro como sus palabras denotaban.
Se levantó extremadamente lento, sentía el cuerpo totalmente pesado, el hambre llegó de repente, un dolor invadió si sien derecha y después de tantas emociones le entró un sueño de la nada. A pesar de que ya eran altas horas de la madrugada se habían mantenido alerta gracias a la adrenalina. Todo le entró de repente, pero aún así estaba dispuesto a continuar, usó su katana para ponerse en pie y miró a lo alto.
—Vamos, podemos hacerlo—
Llevó chakra a sus pies y tomó impulso para subirse corriendo al roble, sintiósese algo mareado al llegar a lo alto, pero se las arregló para mantenerse en pie. Todo el malestar físico parecía haberse liberado de repente, pero al pensar en la niña quizo seguir, esperaba que la kunoichi le siguiese, pues no debian separarse. Las campanillas ahora no cesaban, y parecían alejarse entre los árboles.
—Ven— Dijo, aunque se sentía fatal.
—Está cerca— A pesar de lo obvio que sonaba, tenía un significado bastante profundo. —Sigámosla— Le hubiera gustado estar tan seguro como sus palabras denotaban.
Se levantó extremadamente lento, sentía el cuerpo totalmente pesado, el hambre llegó de repente, un dolor invadió si sien derecha y después de tantas emociones le entró un sueño de la nada. A pesar de que ya eran altas horas de la madrugada se habían mantenido alerta gracias a la adrenalina. Todo le entró de repente, pero aún así estaba dispuesto a continuar, usó su katana para ponerse en pie y miró a lo alto.
—Vamos, podemos hacerlo—
Llevó chakra a sus pies y tomó impulso para subirse corriendo al roble, sintiósese algo mareado al llegar a lo alto, pero se las arregló para mantenerse en pie. Todo el malestar físico parecía haberse liberado de repente, pero al pensar en la niña quizo seguir, esperaba que la kunoichi le siguiese, pues no debian separarse. Las campanillas ahora no cesaban, y parecían alejarse entre los árboles.
—Ven— Dijo, aunque se sentía fatal.