1/06/2016, 13:57
Una clara y enojada respuesta fue lo que obtuvo a su pregunta.
La Hyuga apretó los puños con fuerza mientras se disponía replicar... pero no hubo espacio para ello. La extraña niña enmascarada alzó su mano apuntando hacia ellos y eso provocó que el árbol entero comenzase a sacudirse mientras algunas ramas se lanzaban de manera amenazante en dirección a los shinobis.
La exigencia de Tatsuya cayó en saco roto, aquella cosa no tenía ninguna intención de detenerse, incluso fue alcanzado por una de esas ramas que le propino un golpe en le brazo.
Sin embargo, Mitsuki no tenía tiempo para preocuparse por su compañero pues una de las ramas la pilló desprevenida lanzandola hacia atrás de un fuerte golpe en el vientre. La de Kusabi golpeo con su espalda en uno de los laterales de la cúpula, quedando prácticamente sentada por el impacto, apenas podía respirar y la boca se le había inundado de un extraño sabor metálico.
La llamada de Tatsuya hizo que la joven elevase la mirada con dificultad buscando a su compañero, pero justo cuando lo localizó este recibió otro duro impacto que lo catapulto contra otra de las paredes
—¡Tatsuya!— gritó la joven que pudo notar como un hilillo de algo liquido y espeso caía por la comisura de sus labios, se limpió con el puño para comprobar que era sangre. Ese impacto había sido bastante duro...
Un desgarrador grito seguido de llanto reclamó la atención de la Hyuga, que pudo observar como la niña que trataban de salvar había recuperado la consciencia y parecía muy alterada, lo cierto es que lo extraño sería lo contrario.
Trataba de ponerse en pie cuando la del kimono rojo hizo un gesto con su mano, algo le decía que no sería nada bueno pero la realidad supero a todas sus expectativas. El suelo se abrió bajo sus pies, avocandola a precipitarse al vacío apenas sin aliento. Sin embargo, esta vez, la suerte jugo a su favor pues tras apenas caer uno metros pudo reponerse y aprovechar para caer sobre sus pies sobre una de las ramas del roble. Aún así, el esfuerzo de retener la caída con sus piernas le paso factura en su zona abdominal. El dolor se intensifico mucho más aún si cabe, lo que la obligó a doblarse un poco y terminar apoyando la mano derecha sobre el tronco antes de recuperar poco a poco la verticalidad.
"No hay tiempo... ¿Dónde está Tatsuya" la de Kusabi oteo sus alrededores tratando de encontrar a su compañero, ojalá hubiese tenido la misma suerte que ella y estuviese bien
—¡¿Tatsuya, dónde estás? ¿Te encuentras bien?!— lanzó las preguntas con la esperanza de obtener una respuesta afirmativa
La Hyuga apretó los puños con fuerza mientras se disponía replicar... pero no hubo espacio para ello. La extraña niña enmascarada alzó su mano apuntando hacia ellos y eso provocó que el árbol entero comenzase a sacudirse mientras algunas ramas se lanzaban de manera amenazante en dirección a los shinobis.
La exigencia de Tatsuya cayó en saco roto, aquella cosa no tenía ninguna intención de detenerse, incluso fue alcanzado por una de esas ramas que le propino un golpe en le brazo.
Sin embargo, Mitsuki no tenía tiempo para preocuparse por su compañero pues una de las ramas la pilló desprevenida lanzandola hacia atrás de un fuerte golpe en el vientre. La de Kusabi golpeo con su espalda en uno de los laterales de la cúpula, quedando prácticamente sentada por el impacto, apenas podía respirar y la boca se le había inundado de un extraño sabor metálico.
La llamada de Tatsuya hizo que la joven elevase la mirada con dificultad buscando a su compañero, pero justo cuando lo localizó este recibió otro duro impacto que lo catapulto contra otra de las paredes
—¡Tatsuya!— gritó la joven que pudo notar como un hilillo de algo liquido y espeso caía por la comisura de sus labios, se limpió con el puño para comprobar que era sangre. Ese impacto había sido bastante duro...
Un desgarrador grito seguido de llanto reclamó la atención de la Hyuga, que pudo observar como la niña que trataban de salvar había recuperado la consciencia y parecía muy alterada, lo cierto es que lo extraño sería lo contrario.
Trataba de ponerse en pie cuando la del kimono rojo hizo un gesto con su mano, algo le decía que no sería nada bueno pero la realidad supero a todas sus expectativas. El suelo se abrió bajo sus pies, avocandola a precipitarse al vacío apenas sin aliento. Sin embargo, esta vez, la suerte jugo a su favor pues tras apenas caer uno metros pudo reponerse y aprovechar para caer sobre sus pies sobre una de las ramas del roble. Aún así, el esfuerzo de retener la caída con sus piernas le paso factura en su zona abdominal. El dolor se intensifico mucho más aún si cabe, lo que la obligó a doblarse un poco y terminar apoyando la mano derecha sobre el tronco antes de recuperar poco a poco la verticalidad.
"No hay tiempo... ¿Dónde está Tatsuya" la de Kusabi oteo sus alrededores tratando de encontrar a su compañero, ojalá hubiese tenido la misma suerte que ella y estuviese bien
—¡¿Tatsuya, dónde estás? ¿Te encuentras bien?!— lanzó las preguntas con la esperanza de obtener una respuesta afirmativa