4/06/2016, 11:05
(Última modificación: 4/06/2016, 11:06 por Uzumaki Eri.)
Al parecer Noemi pensaba como ella, o quizá solo parcialmente, pero al menos podrían llevarse el cadáver de allí y deshacerse de él... Qué mal sonaba eso, por Shiona-sama. ''Pero era un bandido... ¿No?'' Se recordó mentalmente, tragando grueso, mientras intentaba domar a sus piernas para que volvieran a hacerla caso.
—Voy. — Una vez sus piernas respondían a las llamadas de su cerebro, Eri se acercó a la rubia mayor para ayudarla a cargar con el muerto... Seguía sin gustarle eso. Negó varias veces con la cabeza, intentando disipar aquellos pensamkientos y fijó la mirada sobre la joven de Takigakure, viéndola como se preparaba para levantarlo. Entonces, imitó a su compañera de profesión acuclillándose pero en el lado opuesto a ella para tomarle por el otro brazo. —¿A la de tres? Una... Dos... ¡Y tres!` — Soltó, mientras hacía toda la fuerza que podía para levantar al bandido.
Tampoco es que pesase mucho.
—Creo que cerca de aquí había un río, podríamos ir a algún lugar cercano a él, donde la tierra se encuentre húmeda, y... Bueno, esconderlo ahí. — Omitió la palabra enterrarlo ya que un escalofrío la recorrió de pies a cabeza, y esperó a una contestación por parte de la rubia, mientras tomaba rumbo hacia la ventana rota.
—Voy. — Una vez sus piernas respondían a las llamadas de su cerebro, Eri se acercó a la rubia mayor para ayudarla a cargar con el muerto... Seguía sin gustarle eso. Negó varias veces con la cabeza, intentando disipar aquellos pensamkientos y fijó la mirada sobre la joven de Takigakure, viéndola como se preparaba para levantarlo. Entonces, imitó a su compañera de profesión acuclillándose pero en el lado opuesto a ella para tomarle por el otro brazo. —¿A la de tres? Una... Dos... ¡Y tres!` — Soltó, mientras hacía toda la fuerza que podía para levantar al bandido.
Tampoco es que pesase mucho.
—Creo que cerca de aquí había un río, podríamos ir a algún lugar cercano a él, donde la tierra se encuentre húmeda, y... Bueno, esconderlo ahí. — Omitió la palabra enterrarlo ya que un escalofrío la recorrió de pies a cabeza, y esperó a una contestación por parte de la rubia, mientras tomaba rumbo hacia la ventana rota.