4/06/2016, 20:22
—Espera, espera, espera —¿Esperar? ¡Ya he esperado demasiado, Tatsuya! Si sigo esperando me haré viejo antes de poder pagar la maldita deuda—. No es que me moleste lo de trabajar en equipo pero,— Se levantó de tirón de la cama —¿¡Se puede saber que te pasa!? ¿Barco? ¿Deuda? ¡No entiendo nada!— Se acercó a él y colocó su mano derecha en el hombro del Uchiha —Además, ¿planeas ir a buscar a los pandas en medio de la oscuridad?
La pregunta quedó suspendida en el aire, provocando un tenso silencio que inundó la habitación durante unos instantes. Uno de esos silencios que precedían a algo, como al sonido de un hueso al partirse contra el puño de Datsue. En este caso, el hueso pertenecía a Tatsuya, a su nariz. Fue el sonido más maravilloso que el Uchiha oyó jamás.
O que imaginó, más bien. Porque Datsue permanecía inmóvil, inclinando la cabeza hacia atrás para poder mantenerle la mirada a Tatsuya. De no haber habido semejante diferencia de altura, Datsue se hubiese pensado lo del puñetazo.
—Eres un aguafiestas —le espetó. Para una vez que quería trabajar, iban y le desmoralizaban. Así no se podía—. Me largo a la posada, entonces.
Dio media vuelta y arrastró los pies hasta el exterior, cabizbajo. Una ráfaga de viento helado le dio la bienvenida en plena cara, agitando los pelos sueltos que habían escapado de su moño. La luna, menguante, iluminaba los jirones de nubes que flotaban a su alrededor en un cielo especialmente oscuro.
—No jodas. —Miró a un lado y a otro—. ¿Dónde se supone que está?
La pregunta quedó suspendida en el aire, provocando un tenso silencio que inundó la habitación durante unos instantes. Uno de esos silencios que precedían a algo, como al sonido de un hueso al partirse contra el puño de Datsue. En este caso, el hueso pertenecía a Tatsuya, a su nariz. Fue el sonido más maravilloso que el Uchiha oyó jamás.
O que imaginó, más bien. Porque Datsue permanecía inmóvil, inclinando la cabeza hacia atrás para poder mantenerle la mirada a Tatsuya. De no haber habido semejante diferencia de altura, Datsue se hubiese pensado lo del puñetazo.
—Eres un aguafiestas —le espetó. Para una vez que quería trabajar, iban y le desmoralizaban. Así no se podía—. Me largo a la posada, entonces.
Dio media vuelta y arrastró los pies hasta el exterior, cabizbajo. Una ráfaga de viento helado le dio la bienvenida en plena cara, agitando los pelos sueltos que habían escapado de su moño. La luna, menguante, iluminaba los jirones de nubes que flotaban a su alrededor en un cielo especialmente oscuro.
—No jodas. —Miró a un lado y a otro—. ¿Dónde se supone que está?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado