5/06/2016, 03:43
Al no tener respuesta dedujo que ya se había marchado a la posada y seguramente ya se habría dormido también. Caminó a paso lento por las calles, se le hacían familiares pero extrañas a la vez. Hace ya varios años que no iba de visita a Kuroshiro y parte de sus memorias estaban borrosas, a pesar de ello aún recordaba la posada donde solían quedarse en sus viajes, se fue rumbo a la posada y se quedó pensativo un rato hasta que decidió entrar.
—Buenas noches, con permiso— Saludó mientras corría el shoji.
Para su sorpresa el lugar estaba un tanto cambiado, ahora tenían una especie de fonda en el recibidor, se notaba que no había ido allí mucho tiempo. También logró divisar a su compañero de villa que parecía a punto de subir a su habitación, le extrañó bastante pues pensaba que ya se había ido a la cama.
—Oh, Datsue-kun— Dijo de una manera fría —Como no te comiste la cena que nos había preparado el doctor decidí comérmela yo, espero no te incomode, a la próxima avisa si no te vas a comer algo— No lo decía con mala intención, pero por el cansancio que tenía su tono de voz sonaba pesado.
Caminó entonces hacia el puesto de la dependiente del sitio, no tendría problemas en darle lugar, tenían pocos (por no decir ningún) visitante. Tatsuya no se molestó en decirle que era de los ninjas asignados a la encargada, simplemente se dispuso a pagar, sacó un billete de 50 Ryos pero la mujer alzó una ceja al verlo, pronto la dependiente señaló el letrero donde estaban las tarifas para los distintos cuartos. El que pedía Tatsuya valía 75.
—Lo lamento, no me di cuenta que los precios habían cambiado— Sacó entonces otro billete de 50 Ryos y esperó su cambio.
La empleada entonces le dió el vuelto y las llaves, si bien no era un lugar lujoso al ser un sitio turístico tenían precios un tanto elevados, por aquello de sacarle el dinero a la gente. Suspiró y si nada lo detenía subiría las escaleras para ir a descansar a sus aposentos, o al menos eso planeaba él.
—Buenas noches, con permiso— Saludó mientras corría el shoji.
Para su sorpresa el lugar estaba un tanto cambiado, ahora tenían una especie de fonda en el recibidor, se notaba que no había ido allí mucho tiempo. También logró divisar a su compañero de villa que parecía a punto de subir a su habitación, le extrañó bastante pues pensaba que ya se había ido a la cama.
—Oh, Datsue-kun— Dijo de una manera fría —Como no te comiste la cena que nos había preparado el doctor decidí comérmela yo, espero no te incomode, a la próxima avisa si no te vas a comer algo— No lo decía con mala intención, pero por el cansancio que tenía su tono de voz sonaba pesado.
Caminó entonces hacia el puesto de la dependiente del sitio, no tendría problemas en darle lugar, tenían pocos (por no decir ningún) visitante. Tatsuya no se molestó en decirle que era de los ninjas asignados a la encargada, simplemente se dispuso a pagar, sacó un billete de 50 Ryos pero la mujer alzó una ceja al verlo, pronto la dependiente señaló el letrero donde estaban las tarifas para los distintos cuartos. El que pedía Tatsuya valía 75.
—Lo lamento, no me di cuenta que los precios habían cambiado— Sacó entonces otro billete de 50 Ryos y esperó su cambio.
La empleada entonces le dió el vuelto y las llaves, si bien no era un lugar lujoso al ser un sitio turístico tenían precios un tanto elevados, por aquello de sacarle el dinero a la gente. Suspiró y si nada lo detenía subiría las escaleras para ir a descansar a sus aposentos, o al menos eso planeaba él.