5/06/2016, 23:33
—¿Estas diciendo que de verdad puede moverse dentro del árbol? ¿Y que tú eres capaz de verlo?— No sabía cual de las dos cosas le sorprendía más.
En parte se sentía aliviado de saber que no se trataba de un youkai después de todo, pero aún así por lo que decía Mitsuki eso no hacía mucha diferencia, de hecho si se trataba de una persona real entonces estaban ante un ninja de mayor calibre. La pregunta era porqué no los había eliminado desde un principio, había estado jugando con ellos todo este tiempo, pero bien pudo haberlos eliminado.
—Hay algo que no me cuadra, sí es tan fuerte ¿porqué nos tendió esta trampa?— Era algo que no podía entender —Desde un inicio, lo único que ha hecho es intentar asustarnos—
Sin embargo no debía confiarse, si su enemigo era capaz de hacerle atrocidades a los niños del pueblo también podría acabar con ellos, quizás la piedad que les estaba mostrando se trataba de otro engaño, pero desenmascarar al impostor no sería tarea fácil, su prioridad era la niña.
—Mitsuki-chan, tenemos que idear un plan, alguien tiene que distraerla mientras que el otro va por la niña— La miró fijamente. —No estoy muy seguro de si seremos capaces de evitar confrontarla directamente—
Pero antes de que pudiera pensar el árbol se sacudió una vez más, Tatsuya usó chakra para mantenerse adherido a la rama y evitar caer. La niña del kimono rojo aprovecharía para moverse dentro del árbol hasta emerger en la misma rama donde se encontraban parados el par de genins, justo en medio de ellos. Aparentemente era capaz de espiar a sus alrededores estando oculta.
—Ella es mía y vosotros no podeís hacer nada— Espetó para luego dar un salto hacia arriba a la vez que la rama se enrolló sobre sí misma para nuevamente dejar a ambos sin lugar donde poner los pies.
La farsante no sólo era rápida dentro del árbol, sus saltos eran silenciosos y su velocidad era tal que ambos apenas podrían percibir una sombra. La chiquilla realizó entonces tres sellos en el aire y de su cuerpo se desprendieron tres figuras de madera que luego tomarían la forma de ella, al caer tanto ella como sus clones se mezclarían con los árboles; pero la verdadera se quedaría cerca de la rama donde estaba Yuka atrapada.
En parte se sentía aliviado de saber que no se trataba de un youkai después de todo, pero aún así por lo que decía Mitsuki eso no hacía mucha diferencia, de hecho si se trataba de una persona real entonces estaban ante un ninja de mayor calibre. La pregunta era porqué no los había eliminado desde un principio, había estado jugando con ellos todo este tiempo, pero bien pudo haberlos eliminado.
—Hay algo que no me cuadra, sí es tan fuerte ¿porqué nos tendió esta trampa?— Era algo que no podía entender —Desde un inicio, lo único que ha hecho es intentar asustarnos—
Sin embargo no debía confiarse, si su enemigo era capaz de hacerle atrocidades a los niños del pueblo también podría acabar con ellos, quizás la piedad que les estaba mostrando se trataba de otro engaño, pero desenmascarar al impostor no sería tarea fácil, su prioridad era la niña.
—Mitsuki-chan, tenemos que idear un plan, alguien tiene que distraerla mientras que el otro va por la niña— La miró fijamente. —No estoy muy seguro de si seremos capaces de evitar confrontarla directamente—
Pero antes de que pudiera pensar el árbol se sacudió una vez más, Tatsuya usó chakra para mantenerse adherido a la rama y evitar caer. La niña del kimono rojo aprovecharía para moverse dentro del árbol hasta emerger en la misma rama donde se encontraban parados el par de genins, justo en medio de ellos. Aparentemente era capaz de espiar a sus alrededores estando oculta.
—Ella es mía y vosotros no podeís hacer nada— Espetó para luego dar un salto hacia arriba a la vez que la rama se enrolló sobre sí misma para nuevamente dejar a ambos sin lugar donde poner los pies.
La farsante no sólo era rápida dentro del árbol, sus saltos eran silenciosos y su velocidad era tal que ambos apenas podrían percibir una sombra. La chiquilla realizó entonces tres sellos en el aire y de su cuerpo se desprendieron tres figuras de madera que luego tomarían la forma de ella, al caer tanto ella como sus clones se mezclarían con los árboles; pero la verdadera se quedaría cerca de la rama donde estaba Yuka atrapada.