6/06/2016, 00:41
—¿Hmm…?
¿Alguien le había llamado? ¿O había sido fruto de su imaginación? Quizá sólo había soñado que alguien trataba de despertarle. Quizá, incluso, seguía soñando, y aquellos pensamientos formaban parte del sueño.
Más reconfortado por aquella idea, siguió durmiendo. Total, según había dicho Ikki, los pandas no se alejarían mucho en pleno invierno…
Estaba oscuro. Muy oscuro. Tanto, que solo alcanzaba a distinguir sombras temblorosas a su alrededor. Escuchó unos ruidos extraños frente a él, y entonces se dio cuenta que había una puerta, cerrada. El hecho de tan solo elevar la mano hasta el picaporte le costó una barbaridad. Le pesaba demasiado.
—¿Mamá...? —susurró, al creer haberla oído.
Alguien estaba… gritando. Era un chillido, más bien. Un chillido débil y agudo, pero que persistía de forma intermitente. La mano de Datsue, adormecida y sin fuerza, logró bajar el picaporte lo justo como para abrir la puerta.
—¿Papá...? —susurró con voz queda.
No, no era papá. La espalda de un hombre obeso se contorsionaba de adelante hacia atrás, en un movimiento que hacía tambalear cada pliegue de su grasa. Estaba desnudo, de rodillas sobre lo que parecía una cama. A su alrededor, todo era oscuridad. La cabeza del hombre se giró, enseñando una sonrisa lasciva. Y no estaba solo. Una mujer estaba frente a él. Pese a que estaba de espaldas, Datsue la reconoció en seguida…
…Crac. El sonido de un corazón al partirse.
No podía respirar. Trataba de coger aire, pero era como si alguien muy pesado se hubiese sentado en su pecho, oprimiéndole. Tampoco podía moverse, tenía los músculos demasiado adormecidos. Creyó que iba a morirse, pero entonces, de pronto…
… despertó.
¿Alguien le había llamado? ¿O había sido fruto de su imaginación? Quizá sólo había soñado que alguien trataba de despertarle. Quizá, incluso, seguía soñando, y aquellos pensamientos formaban parte del sueño.
Más reconfortado por aquella idea, siguió durmiendo. Total, según había dicho Ikki, los pandas no se alejarían mucho en pleno invierno…
Estaba oscuro. Muy oscuro. Tanto, que solo alcanzaba a distinguir sombras temblorosas a su alrededor. Escuchó unos ruidos extraños frente a él, y entonces se dio cuenta que había una puerta, cerrada. El hecho de tan solo elevar la mano hasta el picaporte le costó una barbaridad. Le pesaba demasiado.
—¿Mamá...? —susurró, al creer haberla oído.
Alguien estaba… gritando. Era un chillido, más bien. Un chillido débil y agudo, pero que persistía de forma intermitente. La mano de Datsue, adormecida y sin fuerza, logró bajar el picaporte lo justo como para abrir la puerta.
—¿Papá...? —susurró con voz queda.
No, no era papá. La espalda de un hombre obeso se contorsionaba de adelante hacia atrás, en un movimiento que hacía tambalear cada pliegue de su grasa. Estaba desnudo, de rodillas sobre lo que parecía una cama. A su alrededor, todo era oscuridad. La cabeza del hombre se giró, enseñando una sonrisa lasciva. Y no estaba solo. Una mujer estaba frente a él. Pese a que estaba de espaldas, Datsue la reconoció en seguida…
…Crac. El sonido de un corazón al partirse.
No podía respirar. Trataba de coger aire, pero era como si alguien muy pesado se hubiese sentado en su pecho, oprimiéndole. Tampoco podía moverse, tenía los músculos demasiado adormecidos. Creyó que iba a morirse, pero entonces, de pronto…
… despertó.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado