7/06/2016, 13:49
La peliblanca había perdido toda esperanza, su rival tenía un nivel completamente diferente al de ellos. Todo lo que habían podido hacer era ir de un lugar a otro, siguiendo el juego, adentrándose cada vez más en las fauces del lobo para finalmente dedicarse a rehuir del combate.
"No hay nada que podamos hacer... es demasiado fuerte..." apoyada contra el tronco del árbol andante, trataba de recuperar el aliento "y yo... soy demasiado débil..."
—¡DETENTE! ¡Escúchame por favor!—
La voz de Tatsuya se alzó por encima del sonido que hacía el roble al caminar, el joven de Taki parecía seguir intentándolo a pesar de todo.
"Tatsuya..."
De repente, el clon de madera que seguía vivo, se derigió hacia el ugar donde se encontraba la niña secuestrada mientras el árbol lanzaba sus ramas contra el tronco tratando de darles un abrazo letal a sus incómodos inquilinos. Para evitar se aplastada, Mitsuki se vio forzada a realizar un nuevo esfuerzo, esta vez en forma de salto hacia arriba.
La de Kusabi se posicionó en una rama superior, aunque no sin dificultad, pues al poner los pies sobre la rama la chica estuvo apunto de perder el equilibrio. Así que se tuvo que dejar caer hacia delante sobre sus rodillas, evitando así caer al vacío. Apoyo ambas manos sobre la rama, dejándose caer sobre sus brazos, sentía como si fuese a morir en aquellos instantes. Su chakra se estaba agotando, su Byakugan no aguantaría mucho tiempo más activo y seguramente, su cuerpo dejaría de responder.
El clon de la enmascarada, recogió a la niña secuestrada y se dispuso a llevarla en dirección al lago. Tatsuya, trató de seguirla pero se interpuso la original en su camino, propinándole un corte con su naginata antes de estamparlo contra el tronco del árbol con el pomo de su arma.
—¡Tatsuya!— gritó Mitsuki con todas sus fuerzas al ver que el chico estaba en problemas. La del kimono rojo se aproximaba hasta él, lentamente
"¡¿Va a matarlo?!" la peliblanca se incorporó todo lo rápido que su cuerpo le permitía "Estamos perdidos..."
Una fuerte ráfaga de viento hizo su cabello ondear violentamente. La joven se quedó un congelada un instante, con los ojos abiertos de par en par
"No... no puedo rendirme así, no mientras me queden fuerzas..." la joven cerró un instante los ojos "Nací para proteger..."
La Hyuga abrió de nuevo los ojos, había tomado una resolución, quizás la última de su vida pero sin lugar a dudas para ella era la adecuada. Aprovechando que se encontraba unas ramas por encima, la peliblanca saltó hacia abajo. Intentando caer sobre justo encima de su rival con la palma de su mano derecha cargada, justo por delante
—¡No lo vas a tocar!— gritó con fiereza mientras caía, con la esperanza de que aquel golpe sirviese para algo
"Gracias por todo... Fuujin-sama"
"No hay nada que podamos hacer... es demasiado fuerte..." apoyada contra el tronco del árbol andante, trataba de recuperar el aliento "y yo... soy demasiado débil..."
—¡DETENTE! ¡Escúchame por favor!—
La voz de Tatsuya se alzó por encima del sonido que hacía el roble al caminar, el joven de Taki parecía seguir intentándolo a pesar de todo.
"Tatsuya..."
De repente, el clon de madera que seguía vivo, se derigió hacia el ugar donde se encontraba la niña secuestrada mientras el árbol lanzaba sus ramas contra el tronco tratando de darles un abrazo letal a sus incómodos inquilinos. Para evitar se aplastada, Mitsuki se vio forzada a realizar un nuevo esfuerzo, esta vez en forma de salto hacia arriba.
La de Kusabi se posicionó en una rama superior, aunque no sin dificultad, pues al poner los pies sobre la rama la chica estuvo apunto de perder el equilibrio. Así que se tuvo que dejar caer hacia delante sobre sus rodillas, evitando así caer al vacío. Apoyo ambas manos sobre la rama, dejándose caer sobre sus brazos, sentía como si fuese a morir en aquellos instantes. Su chakra se estaba agotando, su Byakugan no aguantaría mucho tiempo más activo y seguramente, su cuerpo dejaría de responder.
El clon de la enmascarada, recogió a la niña secuestrada y se dispuso a llevarla en dirección al lago. Tatsuya, trató de seguirla pero se interpuso la original en su camino, propinándole un corte con su naginata antes de estamparlo contra el tronco del árbol con el pomo de su arma.
—¡Tatsuya!— gritó Mitsuki con todas sus fuerzas al ver que el chico estaba en problemas. La del kimono rojo se aproximaba hasta él, lentamente
"¡¿Va a matarlo?!" la peliblanca se incorporó todo lo rápido que su cuerpo le permitía "Estamos perdidos..."
Una fuerte ráfaga de viento hizo su cabello ondear violentamente. La joven se quedó un congelada un instante, con los ojos abiertos de par en par
"No... no puedo rendirme así, no mientras me queden fuerzas..." la joven cerró un instante los ojos "Nací para proteger..."
La Hyuga abrió de nuevo los ojos, había tomado una resolución, quizás la última de su vida pero sin lugar a dudas para ella era la adecuada. Aprovechando que se encontraba unas ramas por encima, la peliblanca saltó hacia abajo. Intentando caer sobre justo encima de su rival con la palma de su mano derecha cargada, justo por delante
—¡No lo vas a tocar!— gritó con fiereza mientras caía, con la esperanza de que aquel golpe sirviese para algo
"Gracias por todo... Fuujin-sama"